10° Clase de fenomenología

Estimadas amigas y amigos: Prestad atención a lo que os digo en la última parte de la clase, donde os pido que reflexionéis acerca de una pregunta en concreto sobre vuestra vida personal y sobre la mejor conveniencia para cada uno acerca de la próxima clase que sería en forma virtual, a fin de generar un más fluido intercambio sobre estos temas que tanto nos involucran. No es problema si no participáis de esta próxima clase virtual, es solo una opción que os presento para posibilitar distintas formas de intercambio.

Tabla de contenidos

La clase en cuatro partes y debajo al final el vídeo completo

El vídeo completo

13 Comments on “10° Clase de fenomenología

  1. Buenos días en Cristo Mario!! Me quedó pendiente comentarle que he visto todas las clases hasta la X.
    No me queda claro lo referente a quedarse con lo esencial de lo que percibimos, justamente en el ejemplo del árbol, que es lo esencial? Es posible tomar relación con las.cosas en si? Cómo es eso? O siempre se nos presenta traducido por la interfase?.
    Por lo demás he revisado un poquito lo visto y veo que de a poquito voy entendiendo, de otra parte esto me permite entender mejor lo que vamos viendo en Filocalia e inclusive otras.
    Gracias a Dios y a usted hermano, entiendo que esto es una oportunidad y una responsabilidad.
    Que Cristo lo cuide hermano.

    • Hola Leonor. Bueno, en ese ejemplo del árbol podría ser ver a un ser vivo que busca su alimento del sol extendiendo sus miembros hacia lo alto, un tipo de existente que necesita de la luz y a la vez que va hacia lo profundo en busca del sustento de la tierra. Pero esto es arbitrario de mi subjetividad, porque como dices todo se presenta traducido inevitablemente por la interfase del organismo perceptor. Ver lo esencial es despojar de lo accesorio y lo accesorio es lo prescindible. Otro ejemplo sería: Arbol = Ser vivo de naturaleza vegetal. Pero otra persona buscando lo esencial podría decir «Criatura de Dios al servicio del hombre» y así siguiendo. Si el árbol tiene hojas verdes o es alto o es viejo sería accesorios no esenciales en la observación. Gracias por compartir Leonor. Un abrazo en Cristo Jesús.

  2. He visto todos los videos, y me queda pendiente una pregunta que te formulaba en el video VIII: como detectar el motivo de la tensión que ponen de manifiesto los mecanismos de distensión que usamos (tics, movimientos repetitivos con las manos o los pies, mordisquear un bolígrafo…)

  3. He visto todas las clases y tengo varias preguntas. Debo pasar por las clases con más tranquilidad, pero han sido muy iluminadoras. Una de las preguntas ha sido mencionada en este vídeo, ¿cómo superar el solipsismo? Es decir quedarse en los sentidos diciendo que es imposible el conocimiento. El primer principio de la filosofía cristiana es que “las cosas son, existen” y eso no se puede probar porque se impone por evidencia, ¿cómo unir fenomenología y metafísica? Esa es mi gran pregunta. Quizá sean campos distintos que estudian cosas distintas.
    Gracias por la respuesta sobre los pensamientos, creo que esos tres de los que me hablas, Mario, los incluiré en el artículo que escribí de pensamiento disruptivo en el que enumeré los que conocía.
    Por otro lado querer la paz ya es un deseo. Se trata de conocer nuestros deseos más profundos, no los superficiales (a veces dados a conocer por el marketing, la publicidad y la catequesis continua del mundo que recibimos), pienso que dejar de desear es un error antropológico grave, pues el hombre desea y desea a Dios.
    Me encantó de la fraternidad monástica virtual el post sobre Simone Weil: https://lahesiquia.wordpress.com/2020/08/11/desapego/
    Es genial. Ella dice: “Dos maneras de renunciar a los bienes materiales:
    Privarse de ellos en aras de un bien espiritual. Concebirlos y tenerlos por condiciones de bienes espirituales (ejemplo: el hambre, el cansancio y la humillación ofuscan la inteligencia y entorpecen la meditación), y, con todo, renunciar a los segundos. Sólo esta segunda clase de renuncia es desnudez espiritual.
    Los bienes materiales apenas serían peligrosos si aparecieran solos y no vinculados a bienes espirituales. Renunciar a todo cuanto no sea la gracia, y no desear la gracia.
    1. La extinción de deseo (budismo) o 2. el desapego o el deseo del bien absoluto, es siempre lo mismo: vaciar el deseo, la finalidad, de todo contenido, desear en vacío, desear sin anhelo.
    Separar nuestro deseo de todos los bienes, y esperar. La experiencia enseña que dicha espera es fructífera. Se adquiere entonces el bien absoluto.
    Para todo, y más allá de un propósito concreto, cualquiera que sea, querer en vacío, querer el vacío. Porque un vacío es para nosotros ese bien que no podemos representarnos ni definir. Pero ese vacío está más lleno que todos los llenos.” Hasta aquí la cita.
    Por eso la posición budista es errónea y la posición de desear instrumentalmente (es decir la gracia para salvarme yo) también. No hay que desear nada para llenarse del Bien Absoluto. Esa es la cuestión. Y lo expresaba genialmente San Juan de la Cruz, “Para ir a tenerlo todo has de ir por donde no tienes. Para tener a Dios has de quererlo sin nada querer, etc.”
    Expresa como San Juan Pablo II que nuestro deseo más profundo es el deseo de amar y ser amado.
    Por eso el abandono es una de las experiencias más terribles que nadie debería sufrir por las secuelas psicológicas que comporta.
    A modo de resumen:
    https://www.revistalarazonhistorica.com/app/download/5684335716/LRH+21.3.pdf?t=1370592925#:~:text=La%20fenomenolog%C3%ADa%20no%20es%20en,encuentro%20entre%20Filosof%C3%ADa%20y%20Cristianismo.&text=Otto%2C%20y%20haya%20prestado%20sus%20servicios%20a%20la%20Teolog%C3%ADa%20cristiana.

  4. Se me había olvidado decir que, quizás, la “piedra de tropiezo” más recurrente, la que está detrás de uno de los rasgos más definitorios de mi personalidad, la inconstancia, incluso en mi vida espiritual, está relacionada con lo que en una de las primeras clases se definió como “ley de estímulo constante decreciente”.

    Me impactó mucho la explicación y los ejemplos que se indicaron. Pues, con toda honestidad, me atrevo a decir que, en varios momentos, hasta “Dios”, tal vez mi idea de Dios, cayó en esta ley. Puede que sea una gran gracia darme cuenta de ello. Puede que ese “Dios” pensado, imaginado, al servicio de mi ego, tenga que declinar y desaparecer… Pero lo cierto es que me ha costado mucho (y sigue costándome) reponerme de esa percepción de la desaparición de Dios de la esfera de la estimulación mental y espiritual.

    Gracias por poder compartir estas flaquezas. Un abrazo en el Sagrado Corazón de Jesús.

    • Gracias Edith por tu compartir. «En nuestra debilidad está nuestra fortaleza». Hay que aprovechar esa comprensión para desactivar esta ley en nosotros. O al menos ir reduciendo su influencia, que suele arruinar las mejores causas. Un abrazo fraterno y nos vemos pronto. Cristo te cuide.

  5. Gracias, una vez más, por estas clases de Fenomenología. Yo ya había descubierto e investigado ciertos automatismos, pero en este curso se va dibujando un cuadro más completo y complejo que, es cierto, puede producir desánimo. También es cierto que, precisamente gracias a este conocimiento, puede expandirse nuestra conciencia y por tanto abrirnos a la posibilidad de elecciones más libres.

    Quizás, las dos cuestiones que más me inquietan (por sus posibles reversos instrumentales y hasta oscuros) son: la gestión de los modelos de conducta y las técnicas operativas. Por otro lado, creo que nos ayudará mucho ahondar en la ilusoriedad del sufrimiento, en las trampas del deseo y en la no identificación con los pensamientos.

    Para el encuentro virtual, dependiendo de la hora (pues vivo en España), el lunes o martes que viene por la tarde, estaría disponible, siempre y cuando no me planteen una reunión en el último momento en mi centro de trabajo.

    Un abrazo a todos los hermanos y hermanas en el Santo Nombre de Jesús.

    • Hola Edith muy buenos temas para profundizar. Todo el 2° módulo va hacia la atención que tiende a la transformación apoyada en la deconstrucción de las conductas, una a una. Los temas que mencionas están implicados. Ya aviso pronto para lo virtual. Un abrazo fraterno en Cristo Jesús.

  6. Ciertamente la confusión se da en uno, en la medida en que lo que percibe no sabe si lo percibe desde el ego con sus reinvindicaciones constantes y sus necesidades sin fin, o si lo percibe desde la gracia con sus urgencias hacia la necesidad de amar y compartir.

  7. Gracias por esta nueva entrega. Creo que acercarnos al fenómeno como lo que acontece en mí, es estar atento y vigilante pues de lo contrario me convierto en mero espectador y dejo de ser protagonista. Apreciar el fenómeno, por tanto, me permitirá ir creciendo en libertad. Ello no es negar el objeto sino distinguir entre el objeto y el que percibe el objeto. Esto, por tanto, no me ata al objeto sino que me permite verlo mejor, lo que indica que si bien el objeto no es modificable si que lo es la percepción del mismo.
    Esto que puede entenderse de muchas maneras, sin duda me lleva hacia la verdad y hacia la libertad, es decir la claridad con respecto a lo que soy y lo que percibo, si bien de momento, parece todo algo confuso.

    • Gracias José. Estoy de acuerdo. Distinguir sujeto de objeto es una etapa necesaria y muy instructiva acerca de los automatismos. Ya se nos irá aclarando, Dios mediante. Un abrazo fraterno en Cristo Jesús.

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