Monje eremita, misionero en el desierto

Eremita en el desierto
Eremita en el desierto

Padre, en tus manos me pongo,
haz de mi lo que quieras. 
Por todo lo que hagas de mi, te doy gracias. 
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal de que Tu voluntad se haga en mí
y en todas tus criaturas. 
No deseo nada más, Dios mío. 
Pongo mi alma entre Tus manos, te la doy, Dios mío,
con todo el ardor de mi corazón porque te amo, 
y es para mi necesidad de amor el darme,
el entregarme entre tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tu eres mi Padre.

Oración de Abandono


«Dios mío, el lugar y el tiempo son los adecuados, estoy aquí en mi casita, ya anochece, todo duerme, no se oye más que la lluvia y el viento y algún gallo lejano que… a pesar mío, me recuerda la noche de tu pasión… ¡Enséñame a orar, Dios mío, en esta soledad, en este recogimiento! Aquel que ama y está frente al Bienamado, ¿podrá alejar sus ojos de Él?  Orar es mirarte, porque Vos siempre estás allí, ¿podría yo, si te amo de verdad, no mirarte sin descanso?”

(Nota escrita durante un Retiro)


Webs Relacionadas:

Hermanitas   –  Foucauld

Imagen extraída de:

Abandono


2 Comments on “Monje eremita, misionero en el desierto

  1. En las alturas y en los abismos, el Rostro de Jesús Sacramentado Resplandecerá…

  2. ¡Alabado sea el Santísimo Sacrameto del Altar! Sea por siempre bendito y alabado.

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