La noche misteriosa

Cristo en Emaús

La gente inunda la iglesia, se derrama por el atrio y llega hasta la vereda.  La calle junto a la plaza esta ocupada por los autos y un policía con su linterna intenta ordenar el tránsito hacia una calle lateral.

Todo está en tinieblas, dentro del templo y fuera. No sé si por casualidad o comedimiento, las luces de la calle están también apagadas. A tientas, guiado por la luz de la luna detrás de las nubes, ingreso a la capilla buscando acercarme al altar.

La oscuridad favorece el silencio, todo está mas callado que de costumbre. Oigo apenas el quejido de la madera en algún banco. Detrás, principia a llorar un niño rápidamente consolado. La luz del sagrario envuelve el altar y el atril permitiendo ver los rostros vivaces y expectantes de los jóvenes que cantarán.

Un desperfecto en el micrófono impide que escuchemos fuerte la voz del sacerdote que afuera inicia el fuego santo y bendice el cirio pascual. Todos escuchamos doblemente concentrados:

«Cristo ayer y hoy, Principio y Fin, Alfa y Omega. Suyo es el tiempo. Y la eternidad. A él la gloria y el poder. Por los siglos de los siglos. Amén».

Otro momento de silencio mientras algo de viento ingresa por la ventana y nos acaricia con su fresco.

«La Luz de Cristo, que resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu».

El ingreso del cirio encendido ilumina de belleza los rostros y el instante. Recibir el fuego y verlo brillar en cada mano me emociona. “Esta es la luz de Cristo… yo la haré brillar…” entonan en el coro y el canto se hace eco en nosotros y en cada corazón.

Luego, todo es luz. Las lecturas y los salmos cantados. La creación del mundo, la fe de Abraham, el paso del mar Rojo, Ezequiel y el corazón de piedra transmutado en carne… cada lectura devela un rasgo de la historia sagrada que ha vivido la humanidad, lo que ha sido debajo del velo de las cosas aparentes, el modo en que va irrumpiendo Dios en la vida de los hombres.

La emoción va y viene, creciendo se expande y al difundirse por el cuerpo le cambia el tono a la mirada generando una respiración distinta.  En las pausas, mientras nos sentamos, mi mente relaciona esto que ocurre aquí, en el barrio, con lo que ocurre allá en los medios del mundo. Me asombra la enorme distancia entre lo que se dice y lo que es. Recuerdo lo que se ve desde fuera y me maravilla lo que veo ahora desde adentro.

La liturgia avanza, la solemnidad tiene la medida justa, la renovación de las promesas bautismales nos enciende el fervor. “¿ Renuncian a Satanás, es decir, al pecado, como negación de Dios; al mal, como signo del pecado en el mundo; al error, como ofuscación de la verdad; a la violencia, como contraria a la caridad; al egoísmo, como falta de testimonio del amor?…¡Sí renunciamos..! ¿Renuncian a envidias y odios; perezas e indiferencias; cobardías y complejos; tristezas y desconfianzas; injusticias y favoritismos; materialismos y sensualidades; faltas de fe, esperanza y caridad?…¡Sí renunciamos..!

No es poca cosa ser simple cristiano dice un pensamiento peregrino juzgando el tenor de aquello que se deja.

Es tan hermoso el aleluya cuando surge del sentimiento. La alegría genuina acompasa las voces y nos permite cantar fuerte a todos, nos dejamos ir en la exultación por la resurrección. Es que al transcurrir el año y las vicisitudes a veces olvidamos y caemos y llegamos a creer en la existencia de la muerte.

Cuando distraídamente permitimos que esta sombra oscurezca nuestra dicha se nos oculta el sentido y los actos languidecen perdiendo significado.  Porque la muerte es mero tránsito, un paso hacia la bienaventuranza y por eso es también una pascua personal.

Y esto puede surgir desde la fe pero también de la experiencia íntima de la trascendencia que suele mostrarse en las emociones profundas, cobijando una certeza no demostrable para el entendimiento.

El momento de la paz libera la fraternidad, el afecto personal, la agradecida compañía. Como mínimo la buena vecindad. Uno de los cantos aludía al fin de las guerras y al ver los abrazos nublados por las lágrimas se me presenta el mundo cargado de esperanza.

Comulgar es gozo y compromiso. ¿Dejo que habites en mí? “Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente”. Mientras mas te conozco mas te quiero y mas te deseo. Eres un agua que mientras sacia aviva la sed.

Jesucristo ha resucitado, es el acertijo de la recreación del corazón, de la purificación del alma, es un enigma y a la vez un secreto a voces. Mi religión es hermosa y misteriosa, saca frutos de los dolores y al trono lo asienta en una cruz, los males tornan bienes y es toda ella una rebelión contra la muerte.

El Regina Caeli surge de pronto entonado por el sacerdote, nos enlaza con la maternidad, la protección y el hondo regocijo.

El regreso pausado acuna el contento. La llovizna hace fresca la noche y los rodados mojados  huellan el asfalto por un breve intervalo. Ayer, en la televisión, emitían un documental que con aires doctorales se preguntaba si era histórica la resurrección de Cristo. Me sonrío pensando si debería avisarles que no solo es histórica sino actual y que ha ocurrido aquí en mi barrio.

Relato breve de la Vigilia Pascual

Equipo de Hesiquía

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9 Comments on “La noche misteriosa

  1. El Sepulcro de Cristo está vacío, pero nuestro corazón está lleno de El, de Su Amor, de su Presencia, de su Vida que nos ha dejado para siempre. Gracias hermanos por compartir la belleza de ser cristianos. Un gran abrazo para todos. Feliz Pascua de Resurrección!!!!

    Susana

  2. Otra vez esta Pasqua estuvimos en el Monasterio Benedictino de Chevetogne/Belgica donde se celebra la liturgia bizantina del rito eslavo antiguo. Durante las 4 horas de la liturgia de la noche de Resurrección ciertamente se siente su condicion fisica pero al mismo tiempo se experimenta una incomparable belleza: aire llena de esencias preciosas de perfumes y especies , rituales de una coreografía refinada lenta y bella de adoración humana a su Creador, decoración en abundacia por flores y candelas y ademas una musica sublima de himnos y salmos entrañables que cantan los monjes en una manera extraordinaria. Todo esto se se centraliza en la noticia y la alegria de la Resureccion de Jesu Cristo.

  3. Muchas gracias a todos por los saludos y comentarios de Pascua. Reconfortan, alientan y nos hacen sentir queridos. Ustedes como lectores y partícipes son una muestra mas de la misericordia del Señor.

    Un abrazo fraterno en la alegría de la resurrección!

  4. «¡FELIZ CULPA QUE MERECIÓ TAL REDENTOR!»
    Cada año nuestra comunidad de dominicas celebra con el pueblo la Vigilia Pascual,este año me tocó en suerte cantar el Pregón Pascual y siempre que llego a esa entre otras muchas partes del Pregón , A esa Feliz Culpa, me sobre coje intensamente tanto derroche de amor por mí. Todo el Pregón, nos relata junto con las lecturas, toda la magnitud condensada de la Salvación. Gracias por contarnos esa noche vivida en ese misterio que todo lo ilumina con la fe de ver a Cristo resucitado a nuestro lado.
    Con ternura.
    Sor.Cecilia Codina Masachs O.P

  5. «Eres una agua que mientras me sacia, aviva mi sed»

    Qué gran verdad ésta, querido hermano Mario… este sentimeinto y percepción es el que siento en lo más hondo de mi…en mi corazón… donde ÉL más se manifiesta en AMOR… dándome SU AGUA y saciándome… y AÑORÁNDOLE y necesitando de ÉL…dándome SED.

    SED Y AÑORANZA DE AMOR… NADA EN ESTE MUNDO A ELLO SE PUEDE IGUALAR… pues ese recuerdo de SER ASÍ AMADOS… a nada se puede comparar.

    BENDECIDA PASCUA DE RESURRECCIÓN…

    RESUCITA Y LLEGA EN CADA EUCARISTÍA… Y VIVE PRESENTE EN CADA CONCIENCIA QUE LE AMA Y LE SIGUE.

    ¡ Un fuerte y sentido Abrazo!

    Carmen.

  6. No puedo dejar de manifestarte mi unión especial durante la Vigilia Pascual y el día de hoy. Que tu blog siga siendo ese lugar donde nos encontramos para adorar al Señor. Gracias por todo lo compartido. Un abrazo
    Feliz y Santa Pascua

  7. Una vez más, la luz venció a las tinieblas. Fue una noche luminosa llena de emociones, en la que en varias ocasiones me vi obligada a contener las lágrimas. Y esas maravillosas lecturas, que a algunos le sonarán a cosas de otro tiempo,hablaban de mí, de mi vida, de mis anhelos. Supongo a otros les hablarían de ellos, sólo abría que tener el oído abierto, escuchar y dejarse empapar de tanta maravilla. Nuestra religión es, sin duda, hermosa y misteriosa.

  8. ¿Qué hacemos mirando su tumba vacía? Vive!!!!

    Cristo ha Resucitado!!! Alegría loor y gloria en los cielos y la Tierra. Dios ha elevado al Sol de Justicia por encima de quienes injustamente lo condenaron… y ahora ilumina al mundo y a todo aquel que lo acoge en su corazón.

    Feliz Pascua 🙂

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