Dar lo contemplado

"Hablaba sólo con Dios, o de Dios..."

En los primeros tiempos de la Orden, se lee en las Vitae Fratrum, fue tanto el fervor que nadie sería capaz de describirlo. Rara vez o casi nunca se encontraba la iglesia sin frailes que estuvieran rezando, hasta tal punto que cuando se buscaba a los religiosos para acudir a la portería se les encontraba más fácilmente en la iglesia que en otro lugar cualquiera.

El Beato Jordán, imagen viviente del padre y maestro, mente organizadora por su celo y por su ímpetu apostólico, oraba con la misma disciplina rítmica. Santo Domingo no es sólo un apóstol, sino también un contemplativo, y no se pueden separar estos dos aspectos de su fisonomía.

El aspecto claustral y contemplativo sólo puede ser recogido y expresado por un artista y un religioso y éste no podía ser otro que el Beato Angélico, que con sus pinceles plasmó a Santo Domingo absorto en contemplación. La contemplación dominicana, dice F. Martínez, es una profundización del misterio de la salvación que se alimenta del contacto de una humanidad necesitada de salvación en el contemplar y entregar a los hombres lo contemplado.

La contemplación de las verdades divinas no quedan en Santo Domingo como una mera alegría o éxtasis interior; las pasa a las almas por las que él sufre, llora, se mortifica y disciplina. Santo Domingo está absorto en la contemplación del Cristo crucificado, su mirada interior se halla fija en la gravedad del pecado y sobre todo en su indignidad. Desde el humilde abandono en que se halla, su cuerpo se levanta delante de Dios personal y realmente presente.

«La contemplación es una fortaleza que da gozo al Señor. No es más que sintonía con la luz, luz de amor iluminado, de ahí la necesidad de la oración, adoración, contemplación. Por naturalidad con el ser, sólo la contemplación nos da agua del manantial. La oración contemplativa nos entrega en cuerpo y alma a la visión. La contemplación es la palma luminosa y omnipresente en Dios, la contemplación es templo». (Perez Gago)

Oración y contemplación: dos elementos esenciales de la vida monástica. En los albores de la vida dominicana la oración y contemplación son parte integrante y elementos indispensables de la vida de los hermanos.

La obra de Gerardo de Frachet recoge y afirma que Santo Domingo asume actitudes específicas durante la oración que suelen presentar tres formas fundamentales de la vida ascética, esto es: de pie, arrodillado y postrado en tierra.

Los modos de orar de Sto. Domingo:

… con todo, queremos añadir aquí algo sobre la manera de orar, muy frecuentada por el bienaventurado Domingo, según la cual el alma ejercita los miembros del cuerpo para dirigirse con más intensidad a Dios y, al ponerlo en movimiento, es movida por él hasta entrar unas veces en éxtasis, como Pablo (2Cor 12, 2); otras en agonía, como el Salvador (Lc 22, 43); otras en arrobamiento, como el profeta David (Sal 31, 23). Consta que hubo santos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento que oraron así algunas veces.

Tal forma de orar incita a la devoción, alternadamente del alma al cuerpo y del cuerpo al alma. En el caso de santo Domingo, lo llevaba a derramar vehementes lágrimas y encendía el fervor de su buena voluntad de tal modo, que la mente no podía impedir que los miembros del cuerpo delatasen su devoción con señales exteriores. Y, por la misma fuerza de la mente en oración, a veces prorrumpía en peticiones, súplicas y acciones de gracias.

Dejando aparte sus formas muy devotas y habituales mientras celebraba la misa y en la recitación de la salmodia, durante las horas canónicas en el coro o de viaje (donde con frecuencia se le veía arrebatado de repente sobre sí mismo hablando con Dios y con los ángeles), los modos de orar a los que ahora queremos referirnos fueron los siguientes:

Haz click para ir al texto completo de los 9 modos de orar

Extraído de Dominicos

Links:

Biografía de Sto. Domingo de Guzmán

Video sobre los 9 modos de orar de Sto. Domingo

Monasterios de la «Union Fraterna Madre de Dios»

Provincia Sto. Domingo en Italia

Haz click aquí para comentar


6 Comments on “Dar lo contemplado

  1. «Trabajando afanosamente por el Nombre de Cristo,
    esparce en el mundo la semilla celeste
    y descansa sereno
    a la sombra de la pobreza…»

    (Ant. 2 de las II Vísperas, Solemnidad Santo Padre Domingo de Guzmán)

    Con un abrazo en profunda sororidad (como decía Santa Clara) a todas mis amigas Dominicas de Clausura y toda la querida Orden de Predicadores.

    María Laura

    • Muchas gracias María Laura, por su aporte, seguimos unidos en la oración. Cristo la conforte.

  2. Creo que cada uno ora como puede…Ese orar de distintas maneras es una forma de decirnos que santo Domingo oraba siempre. Por otro lado, ¿nos hemos fijado en la cantidad de modos de orar que por ejemplo se utilizan en la celebración de la Eucaristía? Estamos de pie, sentados, de rodillas; el sacerdote levanta las manos, las junta delante del pecho, eleva los brazos…Todo es bueno si nos lleva a Dios. Los cristianos debemos imitar a Cristo y Él también oraba de mil modos y maneras, cada quien puede buscar aquella que más le vaya.
    Es muy dificil, elevar una súplica inetensa al cielo y que de un modo u otro nuestro cuerpo no tome parte en ello.
    De otro lado, creo que toda acción no es contemplativa, ni brota de la misma; sino que de toda contemplación auténtica debe brotar una acción, es parecido, pero no igual.
    Un gran santo, santo Domingo, pero bastante desconocido.
    Gracias por la entrada.

  3. Sor S.del Crucificado OP., Sor María de la Paz Méndez OP. y María Laura Galvez

    O spem miram…
    Comenzamos con el Himno-oración a nuestro Padre!

    Un saludo muy entrañable al Hno. Mario de Cristo Salvador y a todos los miembros de Hesiquia.

    Agradecemos el hermoso post dedicado a nuestro amado y piadoso Padre Domingo, cuya luz y ejemplo forje hijas e hijos santos y predicadores de la Verdad. Para el bien de toda la Orden y de la Santa Iglesia. Amen.

    Ora pro nobis Beate Pater Dominice.

  4. Hola ,Paz y Bien a todos los herman@s Me llama la atención que le den tanta importancia a la forma de orar , de todos modos es algo de su época , como el flajelarse,creo.
    Aprovecho , para hacer dos preguntas,en el tiempo de Jesùs ,no se acostumbraba hincarse, era acostado , no como aparece en las estampas .
    Y algo ,que me suena a mi a excusa para no ir a la capilla: Dicen:Debemos ser contemplativos en la acción y activos en la contemplación ?
    GRACIAS

  5. Ha recibido un premio en mi blog «Diario de un joven con vocación religiosa», pasese a recogerlo.Le sigo encomendando a la Virgen.

Responder a María Marta de JesúsCancelar respuesta