Ayuno y oración

Óleo «Los monjes blancos»

– «He escuchado hablar en ocasiones sobre el ayuno y opiniones de algunos monjes y religiosos sobre este tema; y me he encontrado con puntos de vista de lo mas opuestos. Sobre todo, me ha quedado la impresión de que se hablaba mas bien de lo que se había leído sobre el tema o lo que se suponía debían decir. En general, he sentido que no se comentaba desde la propia experiencia personal. ¿Podría decirme unas palabras sobre este tema, que tan importante parece ser para quién pretende crecer en la vida espiritual.«

– ¡Como no! Lo haré con gusto. Atento a la recomendación que lleva implícita tu pregunta, me ceñiré en lo posible a mi propia experiencia sobre este tema del ayuno. Claro, debes tener en cuenta que las lecturas, también son experiencia. Pero creo entender a lo que te refieres.

A mi me parece que este tema tiene que ver en realidad con el tema de la libertad; es decir con diferenciar la libertad de la esclavitud y con el engaño en el que solemos caer. Puede ocurrir y más hoy en día, en medio de los valores reinantes, que se confunda ejercicio de la libertad con despliegue del automatismo corporal. No son lo mismo.

Para darte un ejemplo: Si me insultan de repente y de un modo que considero injustificado, la reacción automática, espontánea de mi parte, será insultar de igual manera o incluso mas violentamente aún. Y si el agresor continuara en su actitud terminaríamos trenzados en riña al igual que en una pelea callejera de pandillas. En cambio, si no me dejo llevar por esta «espontaneidad», sino que pongo una distancia entre el suceso y mi respuesta a él, podré acordarme de los consejos de Jesús en el Evangelio y aunque no pueda poner la otra mejilla, puedo al menos refrenar mi violencia y reaccionar con cierta mansedumbre. Puedo decir al agresor: – ¿Porque me maltratas?– o –Te agradezco el insulto pero ya deberías retirarte–  y cosas por el estilo.

Esto sería mantener a la ira bajo el yugo, un cierto ayuno de la pasión de la ira. En mi experiencia entonces te digo: Soy más libre cuando puedo elegir como reaccionar y no cuando soy esclavo de la pasión suscitada por mi propio orgullo al ser insultado. Por cierto, en el tema de la alimentación esto rige de modo muy claro. Por lo general, nuestra condición es la esclavitud de los sentidos. Estamos muy acostumbrados a ciertos sabores y a ciertas comidas y tenemos hábitos muy marcados en esta área. Aquí no hay un problema de oposición entre cuerpo y espíritu, como suelen argumentar los amantes de la buena mesa para acallar el llamado a la moderación.

Simplemente que el cuerpo debe estar subordinado al espíritu y no a la inversa. De otra manera, la vida suele irse transformando en un servicio a las demandas del cuerpo hasta un cierto grado de esclavitud. Esto sucede porque se considera vida a la vida del cuerpo, no teniéndose sensación de la vida espiritual que lo anima. De hecho, si siguiéramos todo lo que el cuerpo nos pide, no sería posible la más mínima convivencia social, ya que la naturaleza animal tiende al egoísmo sin freno. ¿Has observado a los perros cuando tiras un trozo de comida? Gana el más fuerte, el que se impone mediante la violencia a los demás. El perro no reparte la comida.

Es el principio espiritual en nosotros el que nos permite distanciarnos del propio apetito y atender también a la presencia de los demás y así ejercer la solidaridad, por caso. El estado actual del mundo nos muestra el claro resultado de esta avidez, que surge del incorrecto ordenamiento del ser del hombre. El cuerpo suele estar al mando y regir nuestras vidas, incluso cuando creemos decidir cosas y orientarnos según nuestros ideales. Soy más libre cuanto mas puedo manejar al cuerpo y a la mente. Si soy dueño de ellos, decido alimentarme según la necesidad para el sostenimiento de la vida o utilizo la mente como herramienta para organizar el mundo y las actividades.

En síntesis, la llamada «espontaneidad» suele ser reflejo de los automatismos que nos manejan y no ejercicio de la libertad. Precisamente, considero libertad al manejo que podemos tener sobre estos mecanismos compulsivos, que muchas veces nos hacen hacer lo que no queremos hacer o comportarnos de modo distinto al que enseña el Evangelio.El ayuno es un tema espiritual, que abarca mucho mas que el tema de la comida. Regular la alimentación es un modo muy interesante de empezar a tener un señorío sobre el cuerpo, comenzar a hacerse dueño de él y tenerlo a nuestro servicio. Toda ascesis es un poner en control, un limitar la naturaleza corporal y ceñirla a una regla espiritual.

No comer hasta la saciedad es una norma básica muy enseñada por los monjes primitivos y de mucha utilidad. Debe uno dejar de alimentarse antes de la saciedad. Es una regla de moderación que mantiene bajo el yugo a los apetitos y genera una sana costumbre. Igual con el sueño. No dormir sin limitación sino ponerse una norma. Si dejáramos librado al cuerpo la medida de sueño y comida, la vida sería poco mas que un comer y dormir alternados de continuo. El asunto es… ¿como ir domesticando al cuerpo y a la mente según las aspiraciones de mi espíritu? Es necesaria una ascética que vaya generando nuevas costumbres, que luego se transformen en segunda naturaleza. De esta manera, entonces sí, lo espontáneo expresaría nuestra libertad.

elsantonombre.org

Imagen de: Familia Cisterciense

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16 Comments on “Ayuno y oración

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  3. Saludos en Cristo hermanos.
    Muy interesante el tema del ayuno pues me hace tomar conciencia del automatismo de ese yo que tiene en el cuerpo su residencia, impidiendo que lo vivamos como Templo del Espiritu.
    En esa incesante carrera y búsqueda que nos lleva la avidez, necesitamos desprogramar ese funcionamiento para obedecer al Espiritu en lugar de al falso yo.
    Y veo que cuando evitamos comida, o nos disponemos a ” dejar de…” ese automatismo materializado en tantas cosas, esa renuncia,es liberación y no sufrimiento. El sufrimiento viene de nuestra dependencia del deseo y obedecer esa ansia que no busca a Dios y ensombrece y eclipsa nuestro anhelo de Él.
    Cuando hemos soltado esas falsas necesidades y búsquedas fraudulentas, podemos ver que se abre un nuevo estado más espacioso y libre desde el cual el Espiritu Santo nos puede hacer ver nuestra esclavitud con apariencia de señorío en la que vivimos contrastada con un nuevo orden interno conectado con el contento y una mayor Presencia y silencio.
    Muy agradecida
    M.Carmen Piña

  4. Vaya esto realmente es difícil pero creo que no es imposible bueno debo ponerme a trabajar en estos bajo la gracia de Jesús, bueno gracias.

  5. Para ser libres nos ha liberado Cristo dice San Pablo a los Gálatas. Una Libertad que ama y busca el bien y desea el bien para uno y los demás. El ayuno es así una buena ayuda para caminar, porque supone acoger a la fuerza de Dios en medio de nuestra debilidad.

  6. Es vivir siempre en espíritu de Cuaresma y mantener la vida vigilante y penitente día a día porque el cuerpo no da tregua

    • Así es hermano. La vigilancia que es atención es la clave para no ser esclavizados por los impulsos corporales. Decía Nicéforo el monje: «En la atención yace el poder de resistir todo lo que pueda venir». Un abrazo fraterno Manuel.

  7. Pingback: Ejercicios de Cuaresma – El Santo Nombre

  8. Alabado sea Jesucristo. Me encanto esta pagina, quiero pertenecer y aprender de ellos.

  9. Muy profundo la enseñanza, fortalece la relación en lo que puede ayudar el ayuno, explicándolo de manera figurada, ciertamente es aplicable el ayuno en todos esos sentidos, solo que dentro de la vida espiritual, ya se tienen los términos correspondientes para esos asuntos relacionados; y el ayuno real se debe explicar en los términos de mortificancion corporal, y cuando el ayuno sea aplicado en otros sentidos figurados, se deben emplear los términos correspondientes como: dominio de si mismo, renuncia, abstinencia, despojo, practica de la virtud de la humildad, practica de la virtud de la mansedumbre etc… pero en lo que respecta al ayuno debe rescatarse su valor especial, sobrenatural, su valor de santificación que le corresponde, sino Cristo no hubiera ayunado específicamente 40 días y 40 noches. Y muchos otros santos mas.
    y también confirmo lo que usted a dicho, este tipo de ayuno corporal ayuda a liberarte de la esclavitud de muchos impulsos, y desordenes.

  10. Este es uno de los tratamientos acerca del ayuno mas atinados y sencillos que he leido de un contemporáneo. El énfasis en el ayuno como el ejercicio de la autentica libertad humana (libre de y para) acerca esta perspectiva a los pensadores cristianos orientales, donde el ayuno de hacer nuestra cruda voluntad a fin de cumplir con la voluntad divina es el centro de dicha libertad.

    Felicidades

  11. Totalmente de acuerdo. El ayuno afecta a la alimentación y a muchas otras cosas. PARA TODO SOBRIEDAD.
    El jinete debe siempre dominar al caballo, si no al final el caballo nos llevará barranco abajo hasta despeñarnos.
    Muy interesante la entrada. Gracias.

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