Necesidad de adiestramiento

"Huye, calla y reposa"
Imagen de: Fotonatura

Hace siglos, los Padres del desierto vivían conducidos por este principio de sabiduría: Fuge, tace, quiesce: «Huye, calla y reposa».

Desde la perspectiva de quiénes queremos vivir la contemplación en medio de la vida diaria, creo que podríamos hacer esta traducción de aquel principio sabio: «Huye de la dispersión, de la superficialidad, sosiégate, serénate, y serás conducido a la quietud del Espíritu».

Para que el agua del Espíritu que mana dentro de nosotros pueda inundarnos e inundar todo lo que tocamos, necesitamos tener una actitud de sosiego, de serenidad y de quietud, en medio del mundo de relaciones y de acontecimientos en los que vivimos.

No es fácil, pero es posible y es imprescindible, si queremos dejar al Espíritu del Padre hacer su obra en nosotros…

…Todo este proceso de sosiego y serenidad, impulsado en nosotros por el Espíritu, necesita de nuestra colaboración.

Hace falta todo un nuevo estilo de ascesis que deje crecer en nosotros la armonía y la unidad a la que somos llamados, en medio de un ambiente consumista y burgués en el que nos toca vivir.

Es necesaria una disciplina personal, comunitaria y ambiental.

El Evangelio lo de deja claro:

«Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas se os darán por añadidura. No os preocupéis del mañana; el mañana se preocupar  de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propia dificultad» (Mt 6,33-34). «El que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo» (Lc 14,33). «Venid a un lugar solitario para descansar un poco» (Mc 6,31). «Si alguno quiere seguir conmigo, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderé pero quien pierda su vida por mí la encontrar » (Mt 16, 24-25).

Necesitamos, incluso, alguna metodología que nos acompañe durante esta peregrinación hacia el sosiego del corazón, al menos durante las primeras etapas. Las diversas generaciones creyentes han ido ejercitando en su época el método popular adecuado que conducía al sosiego y la serenidad del espíritu.

Hoy también se nos ofrecen viejos y nuevos métodos para el silencio del ser. Cada uno ha de encontrar el que más le ayude. Urge, también, encontrar el espacio de soledad y el ritmo de soledad que cada uno necesita para crecer.

Jesús armonizaba soledad y servicio. A veces de noche, otras de madrugada. A veces marchando a la montaña, otras internándose en el mar o en el huerto de un amigo. A veces, los pequeños momentos oracionales que cada día realizaba como un buen israelita, a veces la fidelidad a los momentos semanales en la sinagoga o las grandes semanas en las que subía a Jerusalén.

La soledad es imprescindible en dimensiones diversas y en equilibrio con la actividad y el tiempo dedicado a las relaciones fraternales. La actividad será  motor de crecimiento en nosotros, si encontramos el ritmo adecuado de soledad y de presencia en la vida…

…Cada uno según su modo de ser y las circunstancias en las que debe vivir, debe encontrar la medida de soledad que necesita para responder a las exigencias que Dios pone en su corazón…

…La verdadera quietud es intensidad de amor. Es poner en dirección de Dios todas las fuerzas, todas las capacidades, todo el corazón. Es amar sin medida a quien nos ama desmesuradamente.

La quietud es como un enraizamiento en Dios; es tenerlo a El como la única tierra en que hemos sido plantados, en la que crecemos y desde la que fructificamos…

Autor anónimo

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3 Comments on “Necesidad de adiestramiento

  1. Mi objetivo era dejar un comentario sobre el post «Necesidad de adiestramiento», pero no ha habido forma. Me ha llegado mucho la fotografía, una preciosidad, y estas líneas: “Huye de la dispersión, de la superficialidad, sosiégate, serénate, y serás conducido a la quietud del Espíritu”. Aunque a mí me ocurre un poco al revés: es el Espíritu el que me sosiega y me conduce a la quietud.

    • Gusto tenerte de vuelta en línea amiga. Si, lo que dices fue un error con el link. un abrazo!

  2. He entendido como soledad y desprendimiento de si, el encontrar la plenitud en la misma labor del dia haciendo lo que Dios quiere de acuerdo a lo que nos da para ser plenos!!

    un saludo,

    gracias!!

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