Acerca del sentido

«¿Que puede dar sentido a mi vida? ¿Cómo hacer para encontrar sentido en todo?«

La vida tiene un sentido y uno puede alinearse con ese sentido. Uno puede «sintonizar» con el sentido de la vida, hacerse eco de ello.

Si se descubre el sentido de la vida y se actúa en función de ese propósito, puede darse a la vida individual significado y plenitud. Me refiero a un descubrimiento del sentido como experiencia personal íntima y no como concepto, información o mera creencia.

Observando la naturaleza, vemos que hay un proceso de transformación permanente. Que la muerte está presente en cada proceso y que la vida le sucede de continuo en expansión creciente.

Surge el capullo, vigoroso, anticipando la flor; explota luego esta en una armonía de color perfecta, irrepetible. Al tiempo decae y muere, dejando paso a las semillas, que buscando nuevo sitio guiadas por el viento, buscan eternizar el proceso.

En todo existe este surgimiento, este develarse luego como particularidad que aporta su diversidad, para pasar después a un estadio de consumación, en el cual se reproduce lo adquirido pero de modo mas perfecto.

La vida de Cristo muestra de manera ejemplar esta forma de desenvolverse el sentido de la vida.  El desarrollo de su misión, su pasión y necesaria muerte para alumbrar la gracia infinita de la resurrección.

Todo tiene un sentido, la vida y uno inserto en ella. No hay que crearlo, hay que descubrirlo, se nos aparece velado por los múltiples espejismos en los cuales depositamos la atención.

Además de como razón, concepto o postulado, el sentido de la vida es una experiencia, un modo de estar viviendo «en conexión» con lo sagrado, que brota de la divina gracia abundante y presente en todo.

De continuo miramos las cosas y a las personas y nos movemos en un mundo visual; pero pocas veces advertimos la presencia de la luz, sin la cual todo lo mirado desaparecería de nuestra vista. Esa luz que está a la vista pero desapercibida, es como el sentido, que está en todo y permite la existencia de todo.

La experiencia del sentido de la vida se revela en lo cotidiano y puede hacerse frecuente y aún cuando luego se ausente, deja una clara memoria que guía en los momentos de relativa oscuridad.

Me dices: ¿Cómo hacer para encontrar sentido en todo?

Atender en el silencio… quedarte en silencio y en quietud. Detenerse, sentarse, permanecer a la escucha. A la menor ansiedad hacer un alto, no permitirse vivir en el frenesí. Ningún apuro, todo está a la mano. No hay adonde ir porque «el reino» está en nosotros.

No buscar afuera la satisfacción de las carencias. Te sientas, haces silencio y escuchas a tu alrededor. El sentido emerge. ¿Es tan fácil? Si, lo difícil es que alguien se detenga un momento y se ponga a atender.

Cuando uno se aquieta y presta atención se revela el intervalo entre los sonidos, el espacio entre las cosas, un fondo de sensación constante… lo que allí se percibe es lo que dota de sentido a la propia vida y lo que llena de significado las acciones.

En nuestra particularidad hay un don, que mas crece cuanto mas lo damos. Hacer crecer y brindar ese talento que nos ha sido dado y que tenemos en nosotros da sentido a la vida. (Mt. 25, 14-30)

La atención es la herramienta que nos conecta con el sentido que habita en todo, es la puerta que podemos abrir al paso de la gracia.

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16 Comments on “Acerca del sentido

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  2. Ir más allá de los que vemos físicamente. Cuentan que San Ignacio de Loyola siendo mayor al pasear por los jardines en primavera decía a las flores: “callad, callad, que ya sé de Quién me habláis.”
    Lectura recomendada: “El hombre en busca de sentido” Viktor Frankl. En momento difíciles qué complejo es encontrar sentido, imagina en un campo de concentración. Esta es la experiencia de este judío que posteriormente se convirtió al cristianismo.

  3. En las profundidades de nuestro ser el SILENCIO se convierte en el AMANTE PERFECTO.

  4. Atender en el Silencio, no dejar que entre la Ansiedad ni el Frenesí, esperar y en la quietud volver a enpezar. perfecto muchas Gracias

  5. Pingback: Rastros del sentido « Hesiquía

    • Estimada Holle, ya le envié el correo, luego me confirma si lo ha recibido.
      Un abrazo en Cristo.

  6. Hay que buscar la no-dispersión; la conexión con lo sagrado y no busar la satisfación de las carencias, para llenar un vacío que solamente la transcendencia puede llenar. hay que acreditar, confiar en el sentido de la vida aunque se quede nublado y silencioso.

  7. Me gusta especialmente esta frase: «No hay que crearlo, hay que descubrirlo». Sin embargo, la gente en su mayoría vive sin sentido y, para llenar ese vacío y ese dolor que le provoca el sinsentido, recurre a todo tipo de artilugios e insensateces. La infelicidad que veo a mi alrededor es a veces espeluznante y siempre viene causado por la ausencia de sentido, de significados.

  8. Debemos descansar, sin andar corriendo de un sitio a otro buscando lo que nos sacie, porque el Reino está dentro de nosotros.
    La luz que nos permite apreciar lo que nos rodea y que da sentido a la vida es Dios.
    Dios os bendiga

  9. Un buen texto para contemplarlo.
    Podemos percibir las cosas solo porque hay luz que las ilumina. Y asi la luz es – sinque nos siempre damos cuenta de esto – el sentido de todo.

  10. Hermosa reflexión que me dejó pensando en muchas cosas. Sobretodo en lo mucho que me cuesta encontrar, dentro de mi vida diaria, esos momentos de silencio y con cuánta facilidad termino cayendo en el «frenesí», en la «ansiedad» y perdiéndome en ella. Quizás es que mi vida espiritual todavía está en pañales y por ello es fácilmente avasallada por los hábitos ya enraizados de una vida desprovista de oración, meditación y silencio… Pero quiero cambiar y espero, con la ayuda de Dios y de mis hermanos, conseguirlo.

    Gracias por este texto.

    Un abrazo fraterno.

  11. Que lindo; no tengo comentarios que hacer. Es solo vivir en la escucha y en el silencio («El Reino está entre nosotros»).

  12. Haz lo que haces, parece sencillo y no lo es; tal vez hemos dejado que este vertiginoso mundo se haya colado en nuestro vivir diario.
    Gracias por la entrada.
    Jesús tenga piedad de nosotros.

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