Vocación

«Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado…»

La vocación se manifiesta diferente en cada uno. En algunos surge como sutil inclinación del corazón, que se va acrecentando en la medida que se responde. En otros en cambio, es un arrebato, un impulso de fuerza inusitada que se afirma con el correr del tiempo como decisión inquebrantable.

Existe también el caso de aquellos que no logran responder sin equívocos o con la unanimidad del alma y entonces, el llamado se muestra durante el transcurrir de la vida una y otra vez, sin forzar pero con persistencia. Es una «idea» que no se puede abandonar, un deseo cíclico que urge y que más crece cuanto más se lo escucha y se responde.

La vocación es un llamado, es un gusto, un ardor del corazón. Está relacionada con un «por hacer», pero también con un modo de “ser”. Se nos llama a vivir según aquello a lo que nos sentimos convocados. Es una forma en la que se nos manifiesta el amor de Dios.

La vocación no tiene edad. Puede llegar en la niñez o cuando joven, en la plenitud de las fuerzas. Aunque también suele mostrarse en cierto momento tardío de la vida; ser escuchada recién cuando se han acallado los tumultos de la juventud. Es ante todo un misterio, que se consuma en el momento mismo en que se asume y se acepta.

Lo decisivo es re-conocernos llamados a cierto modo de ser y de hacer. Es este «aceptar el designio» con el que fuimos creados por Dios personalmente, lo que nos termina de formar como individuos.

Puede llegar a ser toda una tarea reconocer la propia vocación, porque a veces es necesario silenciar los ruidos de otros impulsos en el alma. En ocasiones la cultura imperante, con sus «valores», nos hace creer que debemos ser o hacer esto y aquello.

Llegamos a creer que somos nosotros los que deseamos tal o cual objetivo, sin advertir que somos impulsados por un modelo cultural que secretamente nos invade el sistema de creencias.

Más allá de la circunstancia en que tomemos conciencia de la propia vocación, hay una forma coherente de responder a ella. La profundidad y entrega de nuestra respuesta, tiene mucha relación con la paz y la dicha que podamos encontrar en esta vida.

elsantonombre.org

Lectura recomendada  (Jer 1,1-10.17-19)

 

 

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4 Comments on “Vocación

  1. La profundidad y entrega de nuestra propuesta tiene mucha relacion con la paz y la dicha que podamos encontrar en esta vida…
    Es tan cierto que bastaba con el si para poder vivirlo. Y Dios tiene tanta paciencia que nunca imagine que esta felicidad la tendria despues de la tercera edad…
    Gracias por todo esto y bendiciones para todos…

  2. Es de lo mejor que he leído en el blog.

    Un abrazo grande / Unidos en oración.

  3. Existe también el caso de aquellos que no logran responder sin equívocos o con la unanimidad del alma y entonces, el llamado se muestra durante el transcurrir de la vida una y otra vez, sin forzar pero con persistencia. Es una “idea” que no se puede abandonar, un deseo cíclico que urge y que más crece cuanto más se lo escucha y se responde.
    «Señor, Señor, toda una vida para respoder día a día».

  4. Muy bella y espiritual la pintura de San Antonio por El Bosco así como es esclarecedor, motivador y pedagógico éste escrito. Gracias mil a Dios y a ustedes.

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