La voz peculiar del desierto interior

El recorrido de la brisa suave…

Prólogo

«La vida monástica en el mundo actual, es quizás como nunca, testimonio de confianza en la providencia de Dios.

De qué manera sino puede entenderse el acto de consagrar la vida a la oración y al trabajo en un mundo que se desacraliza de continuo. El brillo de lo fugaz encandila con vehemencia; infiltrada en la revolución tecnológica ha venido la exacerbación del consumo y la alienación que resulta de ella.

En grandes franjas de la población va perdiéndose el sentido de lo sagrado.
Comunicados más que en ninguna época de la historia, intercambiamos sin embargo meras fatuidades; hoy cobra particular vigencia aquél versículo que dice ¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad! (Eclesiastés 1, 2).

Por eso, quién se hace monje o monja hoy brinda especial testimonio de fe en la presencia viva de Jesucristo. Manifiesta haber visto algo que no está a la vista.

Esa persona en medio del entramado de los espejismos múltiples ha advertido algo
que se escapa a la mayoría.

En la historia de la espiritualidad se le ha llamado “Experiencia de la presencia”.

Los que en esta segunda década del siglo XXI abrazan la vida religiosa, particularmente la monástica, han escuchado la voz peculiar del desierto interior. Es un silencio hondo que los va atrayendo hacia el corazón profundo.

Han sido fascinados por Dios mediante variadas contingencias. A unos los sedujo primero la oración y los pasos tranquilos resonando en el claustro, a otros la vida fraterna en comunión de trabajos, a los de más allá los invitó tal vez, la lectio, comunión personal con la sagrada escritura.

Como dijo una sobrina muy querida antes de su primera profesión: “¡… es que me daba tanta frescura la alegría de las monjitas!” No se equivoca.

A muchos impresiona todavía la alegría sin objeto de una vida recobrada en lo esencial.

Sean los escritos que siguen aquí para ustedes, como un acto lanzado al devenir, un gesto de esperanza y reconocimiento al Espíritu de Dios que alienta como brisa suave donde nosotros ignoramos.»

del prólogo en el libro

«Desde la ermita» del Hno. Esteban de Emaús

de próxima aparición en Editorial Claretiana

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Sitio del cual fue extraída la imagen

Historias del Orbis Terrarum

Monjas del Abba Padre

12 Comments on “La voz peculiar del desierto interior

  1. Reblogged this on SoloDiosbasta.net and commented:
    Gracias por estas reflexiones tan necesarias, tan urgentes, y a la vez, profundas para meditar sobre lo que nos rodea y cómo, cómo hacer algo para cambiar este mundo. Orar, orar, orar en el silencio interior Dios nos lo dirá, nos dará la paz conscientes de que poco, si algo, podemos hacer. Solo rezar porque cambie, por la conversión de los líderes de las naciones, de los poderosos, algo sumamente difícil, pero para Dios nada es imposible. Ven Señor Jesús.

  2. Hola hnos. Me interesa mucho el libro «Desde la ermita» de Esteban de Emaús. Se sabe cuando sale a la venta?

  3. Hermanos en Cristo, quería compartir con vosotros lo que nos dice San Bernardo (BAC) acerca del simbolismo del agua:
    hay tres tipos de agua, pues Cristo nos la ofrece de diferentes cualidades:
    1. La primera es cuando llora por Lázaro y Jerusalén. La tenemos cuando regamos con lágrimas nuestra conciencia y sentimos compunción.
    2. La segunda es el agua sanguinolenta vertida momentos antes de la pasión. Se obtiene con la penitencia y el control de la concupiscencia.
    3. La tercera es la que brotó del costado junto con la sangre. Es el agua de la sabiduría y hay que estar ya muerto al mundo para saborear esta gracia. Es más dulce que la miel y se convierte en manantial inagotable de vida.

  4. Soy laico casado, con dos hijas y muchas horas de trabajo. Me relaciono a diario con mucha gente… y me considero un contemplativo. La Trinidad es el fundamento y eje de mi vida, en las oraciones e intento q tambien en mis obras.

  5. En realidad ,personalmente me siento atraído a la vida Monástica. En especial, cuando empecé a tener, en mis manos libros que ,tienen en sus páginas ,todo lo relacionado con esta vida.El silencio , la oración ,la lectura de Sagradas Escritura, es para mí un tema diario.Amo contemplar.Bendiciones

  6. A unos los sedujo primero la oración y los pasos tranquilos resonando en el claustro, a otros la vida fraterna en comunión de trabajos, a los de más allá los invitó tal vez, la lectio, comunión personal con la sagrada escritura.
    Como dijo una sobrina muy querida antes de su primera profesión: “¡… es que me daba tanta frescura la alegría de las monjitas!”

    Me gustaría saber si la atracción por estas pequeñas cosas puede ser suficiente señal como para sentirse llamado a la vida religiosa o monástica. Gracias.

    • Hola María. Al menos es un indicio para acercarse a una etapa de discernimiento guiado por alguien con experiencia de manera personal. Podría ser una manifestación de la vocación. Un saludo fraterno invocando a Cristo.

  7. Me alegro con ustedes por esta próxima aparición del libro que tanto bien hará. Que Dios siga bendiciendo esta obra que es su Obra. Un saludo en el Nombre de Jesús

  8. Es curioso, siempre desee ser monje pero nunca pude serlo, religiosamente he fracasado en todo sin embargo siento una presencia que me ama y me sostiene, nunca sabré si es real o un espejismo, como dijo el profeta.

    • Estimado Eugenio, gracias por comentar. El sentir esa presencia que lo ama y lo sostiene me parece que muestra que lo religioso vive en usted y es actual. Mientras menos se atienda a la mente y más al corazón, esa presencia se evidencia como real y nos da certeza de no ser un espejismo. Aunque la sociedad actual lo niegue, la mente no es el mejor instrumento de conocimiento que tenemos los seres humanos. Un saludo invocando a Cristo.

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