…Vendremos a él y haremos morada en él

La Trinidad

La inhabitación trinitaria es la presencia de la Santísima Trinidad en el alma del que vive en amistad con el Señor, del que está en gracia de Dios.

«El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él»

Juan 14,23

*

«Las Relaciones» Santa Teresa de Jesús ‒ Cap. 54,56  y 57

«Estaba una vez recogida con esta compañía que traigo siempre en el alma y parecióme estar Dios de manera en ella, que me acordé de cuando San Pedro dijo: «Tú eres Cristo, hijo de Dios vivo»; porque así estaba Dios vivo en mi alma.

Esto no es como otras visiones, porque lleva fuerza con la fe; de manera que no se puede dudar que está la Trinidad por presencia y por potencia y esencia en nuestras almas. Es cosa de grandísimo provecho entender esta verdad. Y como estaba espantada de ver tanta majestad en cosa tan baja como mi alma, entendí: «No es baja, hija, pues está hecha a mi imagen»

Estando una vez con esta presencia de las tres Personas que traigo en el alma, era con tanta luz que no se puede dudar el estar allí Dios vivo y verdadero, y allí se me daban a entender cosas que yo no las sabré decir después. Entre ellas era cómo había la Persona del Hijo tomado carne humana y no las demás. No sabré, como digo, decir cosa de esto, que pasan algunas tan en secreto del alma, que parece el entendimiento entiende como una persona que, durmiendo o medio dormida, le parece entiende lo que se habla.

Yo estaba pensando cuán recio era el vivir que nos privaba de no estar así siempre en aquella admirable compañía, y dije entre mí: «Señor, dadme algún medio para que yo pueda llevar esta vida». Díjome: «Piensa, hija, cómo después de acabado no me puedes servir en lo que ahora, y come por Mí y duerme por Mí, y todo lo que hicieres sea por Mí, como si no lo vivieses tú ya, sino Yo, que esto es lo que decía San Pablo (Gal. 2,20)».  

Una vez acabado de comulgar, se me dio a entender cómo este santísimo Cuerpo de Cristo le recibe su Padre dentro de nuestra alma, como yo entiendo y he visto están estas divinas Personas, y cuán agradable le es esta ofrenda de su Hijo, porque se deleita y goza con Él, digamos, acá en la tierra; … Importa saber cómo es esto, porque hay grandes secretos en lo interior cuando se comulga. Es lástima que estos cuerpos no nos dejan gozar».

*

     «Confesiones» – San Agustín

«¡Tarde te  amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí  y yo fuera, y por fuera te buscaba. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba  contigo. Me retenían lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no  tendrían ser» (X,27,38).

«Tú estabas dentro de mí, más interior a mí que lo más  íntimo mío y más elevado que lo más alto mío» (III,6,11).

*

*

Cp. XLIII – Del Reino de la Divinidad

«Tratado del Reino de los amadores de Dios» – Juan Ruysbroeck

*

Schola Veritatis

2 Comments on “…Vendremos a él y haremos morada en él

  1. Hola Maria Mercedes,en el nombre de Cristo, podias empezar orando sin parar la siguiente oracion:»Señor Jesucristo ten piedad de mi».Esta oracion continua,te procura entendimiento y meditacion sobre Nuestro Señor Jesucristo.

  2. Gracias por todas las enseñanzas . me podrian enseñar a meditar en La Pasion de Nuestro Señor Jesucristo? como puedo empezar? . mil gracias Dios los bendiga .maria mercedes

    Date: Sun, 5 May 2013 01:36:37 +0000
    To: merce37@hotmail.com

Responder a Maria Mercedes Gomez EcheverriCancelar respuesta