Momentos fuertes de oración

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Fragmentos…

Una costumbre que consideramos muy saludable para el alma, sea que uno viva en comunidad en un monasterio o en una casa en la ciudad, en vida solitaria o con su familia, ya tenga uno el estado de vida laical o religioso, es la de orar al menos un momento cuando amanece y cuando anochece.

Este ritmo cósmico que desde antiguo fue usado por los monjes para regular los tiempos de su jornada, nos armoniza en cierto modo con el conjunto de la creación, nos devuelve a ese ciclo natural de luz y oscuridad del que nos apartamos por la vida en la ciudad y los ritmos de trabajo que se rigen por otras normas.

Es muy notable como esto se manifiesta por ejemplo en la vida de las aves, que cantan su alabanza cuando se inicia el día y cuando se pone el sol. Si fuera posible para uno, sería bueno acostumbrarse a estos dos momentos fuertes de oración durante el día. Y sobre todo para agradecer.

Uno agradece el amanecer y pide fuerzas para ser fiel y cuando cae la noche agradece lo vivido, esta posibilidad de aprendizaje que constituye la vida y pide asistencia y compañía para pasar la noche. Esto de la luz y de la oscuridad tiene su relación con los estados del alma y con las predisposiciones del cuerpo.

Intentamos poco a poco ir haciendo un hábito de vida la práctica de los tres pilares de nuestra espiritualidad: La oración de Jesús, la lectio divina y la acción reverente. Y decimos que el amanecer y el anochecer son momentos especialmente propicios para la práctica de estas formas de contacto con El Señor.

Por lo general, al iniciar el día buscamos generar en nosotros la disposición adecuada, aquél estado del alma que nos mantenga recordando a Dios en todo lo que hacemos, en actitud de servicio, poniendo la oración y la atención como principales armas para combatir el olvido y el sueño del espíritu.

Al anochecer queremos la reconciliación con lo hecho y la paz del corazón, que nos permita un mayor recogimiento y la posibilidad de la contemplación.

Los progresos son paso a paso y el verdadero avance surge de lo simple…

Un saludo para tod@s invocando el Nombre de Jesucristo.

Texto propio del blog

Extraído de elsantonombre.wordpress.com publicado originalmente el 12/1/12

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7 Comments on “Momentos fuertes de oración

  1. Maravilloso fragmento. Dios nos ayude a dejar tantas cosas que no son tan importantes en nuestras vidas, para dedicarnos al Señor, ir a su encuentro con la oración cada amanecer y
    al terminar el día, dándole gracias por todo que hemos hecho y por lo que no pudimos hacer
    también, sólo El sabe que es lo que tiene reservado para nosotros cada día. Dios los bendiga a todos uds. y a todos los que están leyendo estos hermosos comentarios.
    Cristina de Rosario- Argentina

  2. Disfruté mucho de este post, tanto que lo copié y lo pegue en mi blog, gracias por compartir.

  3. PAZ Y BIEN, EXCELENTE INVITACION A LA ORACION, BENDICIONES

  4. MUCHAS GRACIAS, HERMANOS/AS. ESTA PAGINA ES PROVIDENCIAL PARA MI.
    BENDICIONES!

  5. Gracias por recordarme diariamente que he de ponerme delante de Dios al amanecer y al anochecer… y me alegra pensar que tantos hermanos y hermanas hacen lo mismo todos los días… La comunion de los santos se manifiesta en esta sencilla pero profunda manera de ponerse delante de la Trinidad que tanto nos ama.

  6. Que el Espiritu Santo nos brinde siempre de fuerza para vivir en la presencia del Señor.

  7. Muy cierto, si nuestro día da comienzo con la oración, ese encuentro con el Dios de la vida, nos pone» en marcha para las muchas tareas, pero todo tiene otro sabor, ya que sabemos que El está con nosotros en cada acción, y aunque sabemos que caminó a nuestro lado durante todo nuestro día, que lindo al terminar la jornada volver a ese encuentro y otra vez, enamorados deEl depositar nuestro cansancio y alegrías, pensamientos, y hasta nuestro pecado, porque sabemos que en su Amor todo se transforma todo se vuelve Dios y «Solo Dios basta»

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