El vaivén de los deseos I

¿Cómo librarse del permanente tironeo o tensión entre el deseo de una vida más simple y de oración y las constantes demandas del medio en que se vive, social, familiar, laboral etc.?

Estimada hermana en Cristo: Antes que nada es preciso darnos cuenta de que esas demandas y esos tironeos son el resultado de opciones anteriores que se han tomado y que dejan su residuo de encadenamiento.

Que las circunstancias obligan es cierto. Pero también es cierto que las situaciones son muchas veces el resultado al que nos han conducido los deseos. Por ejemplo: Yo quisiera quedarme a leer y orar en casa y en lugar de ello debo asistir a una fiesta con tales amistades de hace unos años. En verdad no hay el deber de asistir, lo que obliga es el deseo de no quedar mal con aquella gente.

Entonces ¿que he de priorizar? ¿Mi deseo de oración y silencio o la imagen que quiero tener ante esas otras personas? No negamos los condicionamientos que existen, decimos que hay que revisar y ver, porque muchas veces el condicionamiento es más interior (es decir mental) que exterior.

Siempre que hay conflicto hay fuerzas que se oponen en nosotros. Siempre que hay oposición hay deseos encontrados. ¿Que conviene? Invocar a Dios y pedir que nuestros deseos se adecúen a Su voluntad. Lo mejor: Pedir la gracia del abandono a Su voluntad, un camino en el cual los deseos se van tranquilizando, dejan de activarse de continuo y permanecemos en calma respondiendo a lo que va sucediendo, atentos a la presencia divina.

Un saludo fraterno, invocando a Jesucristo.

elsantonombre.org

3 Comments on “El vaivén de los deseos I

  1. PAZ Y BIEN, Asi es pedir la gracia del abandono a Su voluntad, un camino en el cual los deseos se van tranquilizando, dejan de activarse de continuo y permanecemos en calma respondiendo a lo que va sucediendo, atentos a la presencia divina. Bendiciones hnas y hnos

  2. Padre, te pido la gracia del abandono a tu santa voluntad.

    • Que así sea hermano!

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