El apremio y el temor

«¿Que hace quien está doce o catorce horas en el mundo de la acción, en un trabajo donde se sufren presiones; yo creo hermanos que no es fácil… como hacerlo? Un abrazo en Cristo.»

Estimado hermano, sin duda que no es fácil. Precisamente esta dificultad puede servir como medio para fortalecernos si sabemos usarla. Debes convencerte, tomar conciencia, de que esta situación que vives es la herramienta para transformarte y para transformar tu vida. Para usar un ejemplo simple: Cuando alguien pierde la vista, termina aguzando el oído, atendiendo mucho más al tacto, se hace perceptivo a los aromas…

Es decir que si estás sometido a presiones laborales habrás de desarrollar un espacio interno de calma, donde no pueda llegar la agitación exterior. Lo primero es ubicarte mentalmente allí, saber que no sales a sufrir en un trabajo agobiante y sin sentido, sino a cultivar tu alma y a fortalecer tu espíritu.  Y esto claro, no como un mero decirse, sino como un modo de hacer interior efectivo y real.

Se trata de que uses lo negativo como palanca interior para elevarte. Veámoslo con algo de detenimiento a fin de que resulte una recomendación práctica y no teórica. Cuando ocurre el suceso determinado, vamos a poner por caso cuando el jefe me dice con cierta agresividad  que me apure a cumplir mi tarea. Allí se abren rápidamente dos caminos. Uno el que es habitual y casi automático, salir impelido con toda ansiedad y preocupación, guiados por el temor a perder el trabajo, a cumplir lo exigido. Respiramos mal, seguramente perdemos eficacia, nos sentimos humillados, en suma sufrimos un acoso laboral y moral del que nos sentimos esclavizados y sin salida.

El otro camino es el de la confianza en Dios. Este camino te hace distender, aflojar el cuerpo mientras más te presionan. Si debes, vas y haces lo que te piden, pero sin el temor de perder el trabajo ya que sabes (recuerdas) que esto depende de Dios y no de la voluntad de tu jefe ocasional. Realizas la tarea lo mejor que puedes, poniendo atención y esmero pero sin prisa. Es más, la experiencia de todos indica que mientras más nos apuramos menos eficaces somos. Todo esto termina en el tema de la fe. No hay posibilidades de vivir tranquilos sin fe en Dios y en que Su providencia que no nos dejará a la deriva. Este es el tema central.

A más presión más debes adentrarte hacia la ermita interior. Si te hostigan y presionan de manera directa, repite interiormente la oración de Jesús o aquella tan buena de Juan Casiano que aconsejaba rezar en todo momento y lugar: «Dios mío ven en mi ayuda, apresúrate Señor a socorrerme». Por supuesto, que también las personas vivimos un arrastre de opciones antiguas que hemos tomado. Quizás si uno busca lo esencial en la vida, lo verdaderamente importante, tenderá a buscar trabajos de menos horas o a desarrollar una actividad que le permita expresar lo mejor de sí. Aunque claro, esto llevará tiempo. Si mi vida se despojara de lo superfluo, ¿Tengo que trabajar este número de horas? ¿No podré prescindir de esto y de aquello, en pos de mayor espacio de tiempo para otras actividades y compañías? Pero nuevamente, lo que se decida depende en mucho de la fe que se tenga en el papel de Dios en nuestra vida.

En la raíz de los apremios esta el temor. En la raíz de la paciencia está la fe. La tranquilidad de espíritu nace de la fe. Porque la fe es también confianza y descanso en la providencia. Por experiencia te lo digo: Elige el modo en que quieres vivir, fija tus prioridades verdaderas y descansa en Dios. En la conducta tratar de ser coherente con el llamado que se ha recibido. Verdaderamente «lo demás viene por añadidura» pero debemos tener claro cual es El Reino de los cielos en nuestra vida. 

Ojalá pueda servirte esto un poco, seguiremos conversando si te parece, tratando entre todos de ir mejorando nuestras vidas mediante el encuentro con la paz de Cristo en el corazón. Un saludo fraterno, invocando a Jesucristo.

La imagen que ilustra esta página fue agregada con permiso del blog: La mirada contemplativa

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15 Comments on “El apremio y el temor

  1. PAZ Y BIEN HN@S: Me encanto esto :”En la raíz de los apremios esta el temor. En la raíz de la paciencia está la fe. La tranquilidad de espíritu nace de la fe. Porque la fe es también confianza y descanso en la providencia. Por experiencia te lo digo: Elige el modo en que quieres vivir, fija tus prioridades verdaderas y descansa en Dios”, bendiciones

  2. Pingback: A propósito de la gracia y el esfuerzo | Hesiquía blog

  3. gracias. mil veces gracias. me identifico con este post de forma clara. desde hace tiempo y siguiendo los consejos de mi padre espiritual la tensión se rebaja y la fe aumenta.

    Oraciones

  4. Es un tema complicado.. yo coincido con que debemos confiar en que Cristo todo lo utiliza para nuestro bien pero también creo que no debemos permitir que esa confianza nos lleve a contentarnos con un modo de vida que quizás no es el que mas nos acercará al Señor y nos impida tomar ciertas decisiones que nos ayudarían en nuestra relación con Él.. Un poco lo que se dice en el post acerca de priorizar..

    Por ejemplo en una situación como la del post a lo mejor para esa persona es imprescindible trabajar esas horas para mantener a su familia pero podría darse el caso de alquien para quien no lo fuera y pensase “bueno, Cristo sacará bien de este sufrimiento” y se quedase así cuando a lo mejor debería tomar alguna decisión que le permitiese tener mas tiempo de oración o tener una pausa para intentar discernir..pero bueno también es posible que Dios si que le quisiese allí.. imagino que cada vida es distinta y que no se puede generalizar pero bueno pienso que se tome la decisión que se tome, si se hace con la intención de agradar a Dios porque se cree que es lo que se debe hacer se irá por buen camino y aunque nos equivocásemos Dios sacaría bien de ello, no?

    • Hola Alejandro! Saludos en Cristo. En menudo lió nos hemos metido! Me han parecido un sencillo modo de integrar el tema los párrafos finales de tu comentario. Ese hacer para agradar a Dios o ese hacer con rectitud de intención, sin duda es la clave del tema. Tema tan caro a la historia de la espiritualidad: la interacción constante entre gracia y esfuerzo. Entre todos de a poco vamos viendo mejor. Saludos fraternos Alejandro!

  5. Me ha parecido fabuloso el desarrollo de la respuesta. Me encantaría tener su claridad de ideas. Que Dios les siga iluminando. Un saludo en el Nombre de Jesús

  6. “Si debes, vas y haces lo que te piden, pero sin el temor de perder el trabajo ya que sabes (recuerdas) que esto depende de Dios y no de la voluntad de tu jefe ocasional”
    Aquí es donde no entiendo…
    Si somos libres para elegir, como es que Dios INTERVIENE modificando la voluntad del jefe?
    Entonces significa que el jefe elige como actuar pero Dios cambia la elección en favor de otro?
    Alguien me preguntaba hace unos días: si Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, es que nuestra vida ya esta predeterminada por Él? Entonces no somos totalmente libres…elegimos pero Dios modifica nuestras elecciones para que podamos alcanzar lo que El tiene destinado para cada uno de nosotros?
    Esta es una duda que aún no puedo aclarar aunque ya me han explicado.
    Aun así (con mis dudas) confío plenamente en que Dios quiere Lo mejor para nosotros y lo que si puedo sentir es que si estamos muy unidos a El y lo tenemos presente en cada momento, nuestras elecciones coincidirán con Su voluntad.
    Creo que lo mas maravilloso de nuestra relación con Dios es que el premio de buscarlo consiste en la misma busqueda!!
    EL domingo en nuestro oficio divino podía escuchar: la distancia que hay hasta Dios es una oración!
    Un saludo fraterno en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

    • Estimada hermana Fanny, saludos en Cristo. Con frecuencia tus comentarios tienen la cualidad de ayudarnos a profundizar y de mostrarnos de que diferentes modos pueden interpretarse los textos que publicamos. Debido a este comentario que haces se hace necesaria una aclaración para ver si nos esclarecemos juntos. Pronto os respondemos. Saludo fraterno y muchas gracias.

    • Yo esto lo entiendo como que todo lo que nos pasa es para nuestro bien. Y que por encima de la voluntad del jefe, te eche o no, está la voluntad de Dios que todo lo aprovecha para nuestra Santidad.

  7. ¡Muy buena reflexión! Ayer precisamente estaba en el trabajo y sentí que mi cuerpo estaba muy tenso, y esto me hizo reflexionar, si tengo fe en Jesús porque estoy tan tensa. Sin embargo pensé que para que esta fe y confianza sean incorporados en la relajación de nuestro cuerpo, por decirlo de alguna forma, se requiere un proceso largo, un hábito de confianza y de no quedarse en pensamientos negativos. Porque nuestro cuerpo ha adquirido muchos hábitos de tensión por miedo, y para defenderse de tantas agresiones desde que nacemos. Eso no puede liberarse de un día para otro. ¿Qué opináis?

    • Totalmente de acuerdo María Jesús. A medida que confiamos en la providencia nos relajamos y el hacer se vuelve distendido. Pero bien dices que llevará su tiempo, para que la inercia de las tensiones se disuelva y se afinque el hábito de la confianza. En ello estamos todos y que Dios nos ayude. Saludos fraternos en Cristo.

  8. En la raíz de la paciencia está la fe. Hemos de dar gracias a Dios que nos da la fe. Yo creo que gracias a la fe podemos vivir y afrontar los retos de cada dia. Uno buscará todas las explicaciones posibles pero al final solo la fe nos da la verdadera explicación.

    • No se puede decir mejor y más brevemente. Cómo suele pasar hermano, a veces una nota al pie aclara más que el libro entero! Un abrazo en Cristo Jesús.

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