El amor más grande

Ejercicio de Cuaresma 2020

No creo que haya nadie que necesite tanto de la ayuda y gracia de Dios como yo. A veces me siento impotente y débil. Creo que por eso Dios me utiliza. Puesto que no puedo fiarme de mis fuerzas, me fío de Él las veinticuatro horas del día. Y si el día tuviera más horas más necesitaría su ayuda y la gracia. Todos debemos aferrarnos de Dios a través de la oración. Mi secreto es muy sencillo: La oración. Mediante la oración me uno en el amor con Cristo. Comprendo que orarle es amarlo…

La gente está hambrienta de la palabra de Dios para que les dé paz, unidad y alegría. Pero no se puede dar lo que no se tiene, por lo que es necesario intensificar la vida de oración.

Sé sincero en tus oraciones. La sinceridad es humildad y ésta solo se consigue aceptando las humillaciones. Todo lo que se ha dicho y hemos leído sobre la humildad no es suficiente para enseñarnos la humildad. La humildad solo se aprende aceptando las humillaciones, a las que nos enfrentamos durante toda la vida. Y la mayor de ellas es saber que uno no es nada. Este conocimiento se adquiere cuando uno se enfrenta a Dios en la oración. Por lo general, una profunda y ferviente mirada a Cristo es la mejor oración: yo le miro y Él me mira. Y en el momento en que te encuentras con Él cara a cara adviertes sin poderlo evitar que no eres nada, que no tienes nada.

Comentario al Evangelio del día

Santa Teresa de Calcuta, fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad
El amor más grande, pág. 1 ss

El texto fue extraído de «Hozana»

3 Comments on “El amor más grande

  1. Mateo 11:28-30: 28 Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y HUMILDE de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas. 30 Porque mi yugo es FACIL, y SUAVEmi carga.

  2. «Nadie necesita de la ayuda de Dios como yo». Creo que Santa Teresa de Calcuta como todos los grande orantes, son los grandes necesitados de DIos. De este texto yo entresaco eso, lo necesitados que estamos de Dios. Ahora reconozco que me gustaria sentirme también entre los grandes necesitados de DIos, llegar a ser un pobre de DIos y no necesitarle más que él. Bueno, espero no pedir demasiado.

    • Estamos con el mismo deseo José… Pedimos demasiado sin duda pero infinita es Su misericordia y a eso nos aferramos. Un saludo fraterno en Cristo hermano

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