El papel de un cristiano

¿Cual sería, según tu punto de vista, el papel de un cristiano en la hora actual que atraviesa el mundo?


El papel del Cristiano en el mundo, independientemente de la época que este atraviese, siempre es y será buscar a Cristo y mantenerse lo más unido posible a Él. Según la época, las tinieblas adoptan distintas manifestaciones pero su realidad sigue siendo la misma. Solo la Luz de Dios puede disiparlas. El papel de los cristianos es mantener nuestras lámparas encendidas estando en comunión con Cristo y traer su Luz al mundo.

Pienso que en nuestra era actual la ausencia de una interpretación de la realidad en la que lo espiritual tenga cabida es el mayor de los males. Todo lo demás son síntomas consecuencia de la profunda desesperación que hay en el corazón del hombre a raíz de esto. El arte moderno, algunas absurdas reivindicaciones progresistas que revelan una profunda crisis de identidad de la humanidad a nivel global…, pero repito que el antídoto es siempre el mismo, unirnos lo más posible a Dios para traer su Luz al mundo y disipar las tinieblas; que en esta época se manifiestan así pero en otra época se manifestaron quizás en una moralidad puritana exacerbada no menos nociva.

La experiencia de Dios en el corazón del hombre es lo único que lo puede liberar de la oscuridad y solo hombres en comunión con Dios, unidos a la fuente de la vida, a la vid verdadera, regados por la sangre, la vida de Cristo, pueden traer, desde Cristo, esa Luz capaz de disipar las tinieblas en el corazón de sus hermanos, aún cautivos independientemente de cual sea la manifestación exterior, que esas tinieblas hayan adoptado según la época.

En cuanto a la vocación, nuestras obras exteriores siempre deben estar orientadas y deben llevarnos a una relación más intima con Cristo. No debemos forzarnos haciendo muchas buenas obras en lo exterior si estas nos apartan de su presencia. Las buenas obras que estén en armonía con la voluntad de Dios siempre fortalecerán nuestra relación con Él.  Se trasciende la dicotomía entre acción / oración cuando, en comunión con Cristo, recibimos nuestras obras exteriores desde Su Presencia en nuestro interior y nuestra vida pasa a ser Oración.

Mucho se ha hablado acerca de la vocación. En mi opinión hay una vocación que es la principal que es común a todos los Cristianos: La búsqueda de la unión con Cristo. Solo desde esa comunión, ya establecidos en nuestro centro, en el lugar de Su Presencia, roto el velo y abierto el Santo Sagrario en nuestro corazón, iluminado todo nuestro ser desde él  y llena toda nuestra casa de su Gloria, podremos recibir, desde Cristo, nuestra vocación. Una vez ubicados en este centro y recibiendo nuestras obras de Dios, no hay esfuerzo sino más bien asentimiento y permisión a Dios y el apostolado es involuntario y no nace de un esfuerzo personal sino que surge espontáneamente y es más efectivo porque nace desde Dios y da vida.

De otra forma solo proferimos palabras muertas sin capacidad transformante.  Una vez ubicados en este centro el bien se hace solo, no nace de nuestros esfuerzos sino que es Dios el que lo obra a través de nosotros. Pienso que el verdadero bien no es tanto fruto del esfuerzo sino que sucede espontáneamente. Intuyo que más ilumina al mundo el amor involuntario e irrefrenable de un matrimonio común que el esfuerzo cansado y sacrificado de las obras de caridad forzadas. Más bien le hace a alguien deprimido la amistad espontánea que surge sin querer que los esfuerzos voluntarios de alguien por ayudarle, aún movido por la misericordia. Así como las heridas cicatrizan y sanan sin nosotros hacer nada,  las flores crecen y la vida sucede, el verdadero bien sucede por sí mismo independiente de nuestro esfuerzo personal. Las espirales de la vida.

Intercambio epistolar entre dos hermanos de la Fraternidad monástica virtual

Eucaristía del Martes 31 de Marzo, 5° semana de Cuaresma

Pastoresgregis

4 Comments on “El papel de un cristiano

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  2. Muy bien. Lo importante yo creo que es ser signo para nosotros y para los demás de alguien que nos convoca y nos llama. Un signo habla por sí mismo, y por lo general no requiere muchas explicaciones.

  3. Saludos en Cristo nuestro Señor, hermanos.

    Volver a nuestra esencia en Jesucristo es para mi ese ahondar primordial en nuestra Fe a Dios a través de Él. Él viene, pero a la vez, hemos de ir a Él, para encontrarnos y ser hallados al mismo tiempo por y en Dios en ese espacio mutuo y común de la unidad. Nuestro corazón aún ha de abrirse más para hacer viva esa unidad encontrada, para ser aún más reconocida en nuestro vivir diario. Se requiere más rendición a los pies de Jesucristo en la Santa Cruz, como símbolo de nuestro arrepentimiento, humildad y disposición a volver a Nacer en Él.

    Les comparto unas palabras que el otro día viendo la película “De dioses y de hombres” me mostró eso que ya sabemos pero que quizás no vivimos como Dios espera.

    “El misterio de la encarnación está en aquello que hemos de vivir.
    Desarmados: día tras día, descubrimos aquello a lo que Jesús nos invita: a Nacer.
    Nuestra identidad va de nacimiento en nacimiento, y ello nos llevará al Hijo de Dios que somos.
    Porque la encarnación es dejar que la realidad final de Jesús se encarne en nuestra humanidad.”

    Cuánta profundidad en esas pocas palabras veo a mi que me cuesta sintetizar. Cuánto nos ayudan las personas consagradas en su transmisión de Jesús, ya sea con hechos o con palabras. Cada día crece mi gratitud, hermanos.

    Un abrazo fraterno en Su Presencia y Su Misericordia. ¡Les amo!

    M.Carmen Piña

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