Hacerse disponible

Estás aquí en el centro de la vida cristiana, pues todo se reduce finalmente, a descubrir la voluntad de Dios y cumplirla. Pero si es verdad que te resulta fácil discernir esta voluntad a través de los mandamientos, dudas a menudo de que puedas descubrir lo que Dios espera de ti, en particular en tu situación presente.

Si quieres conocer la voluntad de Dios, la condición es «hacerte disponible», es decir, ante una opción que tengas que hacer, el rehusar o preferir tal o cual alternativa, abandonando todo prejuicio que impida a Dios el darte a conocer en que dirección quiere que te comprometas. En una palabra no debes tener ninguna idea sobre la cuestión y aceptar entrar en los planes de otro que desvía siempre los tuyos.

Es tal vez la disposición fundamental para realizar una elección según Dios. Pero tal vez te hagas una pregunta: ¿cómo hacerme disponible si no lo estoy? Te diría que es preciso que te detengas, que te distancies de ti mismo y que interpeles a tu propio juicio. Son otras tantas actitudes que se viven bajo la mirada de Dios, en la oración, para descubrir las resistencias a la voluntad de Dios. Puede ocurrir que a través de esta oración, Dios te muestra claramente lo que espera de ti, pero no es ésta su costumbre; prefiere hablarte por medio de signos. No tomes demasiado pronto tus buenas intenciones por voluntades de Dios.

Hay también otra manera de descubrir esta voluntad, y es interrogar a tu afectividad profunda. Si gozas de una paz duradera y de una verdadera alegría, puedes decir que los proyectos que acompañan a tus sentimientos son queridos por Dios, pues el Espíritu Santo obra siempre en la alegría, la paz y la dulzura. Si por el contrario estás triste, desanimado e inquieto, puedes suponer que el proyecto está inspirado por el espíritu del mal. No puedes tener ninguna certeza si te fías del sentimiento de un solo instante. Por el contrario, si, a lo largo de un período más o menos dilatado, tal decisión va siempre ligada a la alegría y su contraria a la tristeza, hay motivo para creer que es Dios quien te envía la consolación del Espíritu y te sugiere que realices la acción correspondiente.

Con mucha frecuencia la paz se estabiliza en tu corazón después de esa opción libre. La experiencia de consolación o desolación que sigue a la elección confirmará esto último y te indicará claramente si estás en la voluntad de Dios.

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2 Comments on “Hacerse disponible

  1. Gracias Encarna! Coincido contigo: Todo lo que sucede no puede sino ser la voluntad de Dios. Un saludo fraterno invocando el Santo Nombre.

  2. Sé con certeza cual es la Voluntad de Dios hacia mi.. Todo lo que me ocurre, tal y como me esta sucediendo, tal como lo estoy viviendo.. Interpretación o no de mi mente.. Tal y como sucede en mi cuerpo y en mi mente..
    No hay errores… Hay sabiduría del que todo lo puede… Porque Ama y Yo Soy su amada.
    ” Todo lo puedo en aquel que me conforta”.
    Abrazos en el Nombre sobre todo Nombre.

    Encarna

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