Camino de Contemplación

Hay un silencio el cual es médico y terapeuta.

Hay un silencio ante Dios en el cual el recogimiento es un buscador de perlas, donde se sumerge en las profundidades del ser humano y asciende a la superficie con la herida que no había sanado ni reconocido y que le oprimía. Su descubrimiento duele, pero Dios puede hacerse cargo de la herida y sanarla, pues el recogimiento verdadero es Dios mismo.

Trae a la consciencia las heridas ocultas y desconocidas y puede curarlas por completo. Sólo debes dejar que emerjan a la consciencia y padecerlas ante la mirada amante de Dios. Esta mirada sanadora tiene una delicadeza que más de un terapeuta envidiaría. Trae a la consciencia las heridas en el orden en que se hallan en el interior del ser humano. Nunca expone una llaga más profunda que otras que deben sanar antes.

La persona no tiene que curar sus heridas por si mismas, ni tan siquiera analizarlas. No tiene necesidad de desmenuzarlas. Basta con que las contemple y las padezca en presencia de Dios.

Sólo su mirada…sólo Dios las disolverá.

Frank Jalics

¡Gracias Encarna por el texto!

«Haz la salmodia con la boca, pero con la voz en silencio y la guía del intelecto, no soportando dejar sin consideración nada de lo que dices; pero, si alguna cosa huye de tu intelecto, retoma el verso cada vez que suceda, hasta que tengas el intelecto atento a seguir lo que dices, puesto que el es capaz, mientras salmodias con la boca, de recordar a Dios». Teolepto de Filadelfia en Filocalía

5 Comments on “Camino de Contemplación

  1. Una pregunta: ¿Cómo seria un ejemplo de una manifestación de la “herida que no había sanado ni reconocido y que le oprimía”? ¿Seria durante el momento de silencio contemplativo? ¿Surge como pensamientos, sentimiento, sensaciones o son esas interrupciones que no nos permiten dejar de pensar?

    • Querida amiga y hermana; sinceramente la respuesta que nace en mi corazón la comparto contigo. No sé si es la acertada o no, pero si te puede servir merecerá la pena compartirla.

      Cada pregunta o duda que nos surge, es un deseo de nuestra mente en su afán de buscar soluciones para controlarlo todo.
      La búsqueda genuina que nace del Alma, esa que se recoge en La Paz del momento presente, no tiene necesidad de saber nada….Sólo de saberse… Sólo de vivirse sin más…Aplicaría aquí la frase de “Sólo Dios Basta”…. Este acto por sí mismo es la Sanación producida por la conexión con nuestra Esencia, con la Presencia de Dios.
      Aprendí hace tiempo que todo lo que mi mente busque – aún lo más espiritualmente elevado- son mecanismos que proceden de la mente parlante que sólo se escucha a ella misma. Si creemos tener un problema es en sí, el pensar ese problema lo que nos oprime.
      Sin embargo cuando te abandonas al silencio, a la vida, todo ocurre sin más….Y un día despiertas y ves que todo es perfecto, luminoso y correcto como es – aún en circunstancias difíciles-..Sabrás entonces, desde el corazón, que has sanado…Sin más..
      Todo es sencillamente así.. Simple. La Paz, La Quietud y El Silencio son en ese instante La Maravilla del Amor Misericordioso de Dios sanando en el Momento Presente.
      “Buscad el Reino de los Cielos y todo lo demás se os dará por añadidura”.

      Bendiciones Mercedes. Sigamos en el Camino

      Encarna

    • Hola Mercedes! Pues la respuesta de Encarna me parece muy buena y adecuada. Te digo algo más: Por lo general andamos distraídos de nosotros mismos y de movimientos que ocurren en lo escondido del alma. Entonces al ir haciendo silencio o al realizar con frecuencia una práctica meditativa empiezan a surgir estas cuestiones, siempre presentes y actuantes pero que no advertimos. Así, por ejemplo, uno cae en la cuenta del dolor que produce no perdonar a alguien desde hace años o de cuanto se ha maltratado a sí mismo por un error cometido etc. Afloran sombras o dolores y se curan ante la mirada de un Dios que se hace presencia. Al darnos cuenta las entregamos hacia Él. Dime si te responde o si quieres que abundemos más. Un abrazo fraterno en Cristo Jesús.

      • Sí, muchas gracias por las respuestas. Esta explicacion: “Afloran sombras o dolores y se curan ante la mirada de un Dios que se hace presencia. Al darnos cuenta las entregamos hacia Él.” aclara mi duda, no lo había visto desde este punto de vista, a veces me sentía frustrada por no poder desatender este dolor o recuerdo, pero el entregarlo a Dios, no se me había ocurrido… Es como si el Espíritu va sacando a la luz nuestras heridas para que se las entreguemos y podamos seguir adelante… Pienso

      • Bien dicho Mercedes. «el Espíritu va sacando a luz nuestras heridas para que se las entreguemos…» Pues al final, en el abandono a la voluntad de Dios está la clave y la síntesis de toda mística profunda. Te mando un abrazo en Cristo Jesús.

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