En cada lugar y en cada obra

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¿Cómo organizarse al iniciar una semana? A veces me resulta tan complicado ordenarme. Empiezo a las apuradas y a medida que pasan los días estoy cada vez más complicado y desordenado. Llego al fin de semana sin energía y muchas veces, por esto mismo lo desperdicio.

Lo fundamental es tener muy claras las prioridades. Y estas deben formularse en su expresión espiritual y material. Siempre tienen que ser pocas. Lo prioritario es lo que no debe faltar; incluso aunque todo lo demás no pueda hacerse o salga mal, el punto de mi enfoque ha de ser eso que definí como prioridad. Un ejemplo grueso: lo principal es tener que comer y no los condimentos; tener donde vivir, no si tienes alfombra, parqué o mosaicos en el piso. Una vez alcanzado lo imprescindible puedes darle atención a lo demás.

Hemos de recordar esto: a mayor simpleza, más enfoque y potencia. Lo complicado nos desconcierta y quita las fuerzas. Todo debe organizarse teniendo en cuenta los dos aspectos de nuestra vida. Lo tangible y lo intangible. Lo tangible es la caminata que he planificado, lo intangible es que quiero hacerla con el cuerpo distendido y orando mientras camino, respirando lo sagrado que me rodea. Por lo general realizamos la parte externa perdiendo la profundidad interna, que es lo que da sentido a la acción.

Otra herramienta que puede ayudar mucho, es tener un aforismo de trasfondo que nos oriente de modo general. Más allá de la oración que se practica, uno puede tener una frase que le sirva de guía, que nos vuelva al centro cuando lo hemos perdido. Supón que te sientes particularmente débil en lo anímico o incluso en lo físico, entonces te dices: «El Señor está conmigo, ningún mal temeré»… y la recuerdas cada vez que esa debilidad se manifiesta.

Y así nos disponemos a caminar el escenario de cada día o de la semana en este caso. Cuando aparece el desconcierto, me acuerdo de las prioridades. Cuando aparece la carencia o eso que me complica, traigo al presente el aforismo que he puesto como centinela para indicarme la dirección. Necesitamos recordar* que es nuestro espíritu el que marca la índole de las actividades y no la acción misma. En ese sentido, todo lo que hagamos puede ser utilizado para acercarnos a la presencia de Dios.

Como dice Pedro Damasceno en Filocalía: «En cada lugar y en cada obra, encontramos vida y muerte, salvación y perdición… no se encontrará en toda la creación una obra o un lugar capaces de impedirle que sea como Dios quiso desde el principio que fuese, a su imagen y semejanza…» **

elsantonombre.org

*Utilizada aquí en el sentido de -volver a pasar por el corazón

** último renglón de pág. 50 y segundo párrafo de pág. 53 del volumen tercero de Filocalía, ed. Lumen

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5 Comments on “En cada lugar y en cada obra

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  2. SALUDOS Y MUCHAS BENDICIONES PARA CADA UNO DE USTEDES QUE FORMAN EL GRUPO EL SANTO NOMBRE DE DIOS. LES AGRADEZCO INFINITAMENTE POR SU AYUDA EN ENVIARME LOS LINK. DE LOS VIDEOS. POR FAVOR SEGUIRME ENVIANDO. SALUDOS Y UNIÓN DE ORACIONES DESDE ECUADOR. HERMANA MARIA ENCARNACIÓN 😍💇🙅

    El lun, 21 mar 2022 a la(s) 09:37, El Santo Nombre ( comment-reply@wordpress.com) escribió:

    > blog del Santo Nombre posted: » ¿Cómo organizarse al iniciar una semana? A > veces me resulta tan complicado ordenarme. Empiezo a las apuradas y a > medida que pasan los días estoy cada vez más complicado y desordenado. > Llego al fin de semana sin energía y muchas veces, por esto mismo » >

    • Hola Hermana! No se haga problema, que los correos se envían automáticamente por haberse suscripto al blog por mail, como se puede hacer en la barra lateral derecha del blog.Un gusto compartir y nos vemos en las oraciones. Cristo la cuide.

  3. Excelente orientación. Tan solo compartir con la Comunidad del Santo Nombre la dificultad de «preservar la gracia» que alcanzamos en el espacio de soledad y silencio centrados en el nombre de Jesús, de lectio divina en el devenir de la jornada. Es sin dudas el «combate espiritual» el de la ATENCIÓN entretejiendo nuestras actividades manuales e intelectuales. El fragor de esa lucha muchas veces se » lleva puesto» ese privilegiado eje espiritual que buscamos afanosamente que prevalezca. Personalmente, al finalizar cada jornada estoy revisando ese tema. Y he sentido en algunos días, la alegría de haber librado el buen combate, por más que haya terminado desparramado en el campo de batalla. Alli viene en auxilio la oración fervorosa de petición al Espíritu Santo. Él mismo es LA ATENCIÓN. Y si un día quedé sumido en el automatismo de la propia acción, en otro pude ver «con mis propios ojos» como el ESPÍRITU vino en mi ayuda, Él mismo venció a cada pensamiento divagante y a cada «acción-reacción» propia de las actividades que desarrollo semanalmente. Comparto este testimonio para animarlos en esta noble empresa.

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