Tú te mudarás en mí

«San Agustín nos ayuda a comprender la dinámica de la comunión eucarística cuando hace referencia a una especie de visión que tuvo, en la cual Jesús le dijo: «Manjar soy de grandes: crece y me comerás. Ni tú me mudarás en ti como al manjar de tu carne, sino tú te mudarás en mí» (Confesiones VII, 10, 18). Por eso, mientras que el alimento corporal es asimilado por nuestro organismo y contribuye a su sustento, en el caso de la Eucaristía se trata de un Pan diferente: no somos nosotros quienes lo asimilamos, sino él nos asimila a sí, para llegar de este modo a ser como Jesucristo, miembros de su cuerpo, una cosa sola con él.

Esta transformación es decisiva. Precisamente porque es Cristo quien, en la comunión eucarística, nos transforma en él; nuestra individualidad, en este encuentro, se abre, se libera de su egocentrismo y se inserta en la Persona de Jesús, que a su vez está inmersa en la comunión trinitaria. De este modo, la Eucaristía, mientras nos une a Cristo, nos abre también a los demás, nos hace miembros los unos de los otros: ya no estamos divididos, sino que somos uno en él. La comunión eucarística me une a la persona que tengo a mi lado, y con la cual tal vez ni siquiera tengo una buena relación, y también a los hermanos lejanos, en todas las partes del mundo.

De aquí, de la Eucaristía, deriva, por tanto, el sentido profundo de la presencia social de la Iglesia, como lo testimonian los grandes santos sociales, que han sido siempre grandes almas eucarísticas. Quien reconoce a Jesús en la Hostia santa, lo reconoce en el hermano que sufre, que tiene hambre y sed, que es extranjero, que está desnudo, enfermo o en la cárcel; y está atento a cada persona, se compromete, de forma concreta, en favor de todos aquellos que padecen necesidad…

Con la humildad de sabernos simples granos de trigo, tenemos la firma certeza de que el amor de Dios, encarnado en Cristo, es más fuerte que el mal, que la violencia y que la muerte. Sabemos que Dios prepara para todos los hombres cielos nuevos y una tierra nueva, donde reinan la paz y la justicia; y en la fe entrevemos el mundo nuevo, que es nuestra patria verdadera…»

Extraído de SANTA MISA EN LA SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTIBENEDICTO XVI

Enlaces de hoy:

Homilía del Padre José Antonio del Corpus ChristiAudio y Texto

Amigos de Tomás Merton

17 Comments on “Tú te mudarás en mí

  1. Misteriosamente nos manifestamos en el mundo, pero somos de otra dimensión, la verdadera.…

    El mi y el afuera son una ilusión del ámbito terrenal.

    Hemos nacido al mundo temporal, este es solo un sueño. Pertenecemos a la patria verdadera, esa es la única Real.

    Me confunden las respuestas.
    Tratare de repetir La oración de Jesús para sentirlo.

    Abrazo en Cristo.
    Que nos cuide y brinde sabiduría.

  2. Sabemos que Dios prepara para todos los hombres cielos nuevos y una tierra nueva, donde reinan la paz y la justicia; y en la fe entrevemos el mundo nuevo, que es nuestra patria verdadera…»
    Cual es esa Patria?
    Es real?
    Creo que tengo una visión infantil de esa Patria….
    Es un estado del alma? Un lugar que Dios nos ha preparado? Está afuera de mi o en mi interior?
    …en muchos momentos tengo nostalgia de esa patria celestial, como si ya hubiese estado alli….pero si nada sé de ella cómo puedo tener nostalgia?!!!!
    Oh Señor Jesús dame sabiduría para entender lo que tenga que entender.
    Abrazo en Cristo

    • Hola Fanny, No hay tal “mi”, no hay afuera. Todos somos uno con el Señor, tú en El y El en ti. El mi y el afuera son una ilusión del ámbito terrenal.
      En el ámbito espiritual, todo es eterno, sin tiempo ni espacio.

    • Nuestra patria verdadera es de donde venimos, nuestro origen y a su vez nuestro destino. Hemos nacido al mundo temporal, este es solo un sueño. Pertenecemos a la patria verdadera, esa es la única Real. Misteriosamente nos manifestamos en el mundo, pero somos de otra dimensión, la verdadera.

    • Hola Fanny, qué bueno es hacerse preguntas y estar abiertos a la respuesta adecuada que conoceremos cuando la misma no nos traiga inquietud o confusión sino que con gran paz la reconoceremos.
      Para ello, como bien dices, nos ayuda mucho repetir la Oración del Jesús, no desde la mente sino desde el corazón.
      Un gran abrazo
      Candelas

  3. Hermosa meditación, TÚ TE MUDAS EN MÍ en cada comunión, en cada oración, todos nos hacemos uno en TI Señor.
    Por eso si una religión no nos lleva a ser mejor persona, más solidarios, más fraternos, más compasivos, si no nos acerca al prójimo, es FALSA, un relato, un cuento. O quizás aún estás herido y dormido…..

    • Gracias por tu comentario, Daniel.
      Así es, sanamos y despertamos desde dentro, desde lo más profundo de nuestro ser, desde lo que somos cuando nos hacemos conscientes de Quien nos habita.
      Un abrazo
      Candelas

  4. Martín repito tus palabras que son muy hermosas «liberarse del pequeño YO y volar a la inmensidad del SEÑOR…»»volar de la pequeña jaula y ser grande EN EL’

  5. Martín mi última frase a lo mejor es equivoca quería decir «no creo en Dios sino que Lo SIENTO en el hondón de mi alma»

    • Hola, siiiii interpreté tu última frase de manera equivocada, me alegro mucho que sientas al Señor hondo en tu alma.
      Que paz y felicidad tan grande sentirse uno con el Señor, a su vez un enorme misterio.

  6. Con 12 o 14 años me andaba 3 km casi de madrugada para comulgar antes de ir al colegio… son muchas comuniones! !(ahora que ya soy viejita) y creo que no por la cantidad sino por sentirlo en mi corazón palpitar como palpita en todos nuestros corazones… sentirlo al unísono viviendo en nosotros… no encerradito en una cárcel aunque sea de oro o de plata… No en los «cielos» sino en la tierra… No un Dios al que le pedimos sino al que sentimos… No con intermediarios ,siempre, sino de corazón a corazón o mejor con los corazones fundidos… No creo en Dios…¡! lo siento¡!¡

    • Hola, Usando tus mismas palabras, …. Todos esos corazones unidos, que sienten juntos y que también vive en ti, … ese es Dios, ha estado siempre contigo. Nunca pierdas contacto con El.

    • Mjdelara, muchas gracias por tu testimonio!!
      Un fuerte abrazo.
      Unidos en Oración.
      Candelas

    • Gracias María José ese testimonio tan cálido y veraz, que nace de tu propia experiencia. Nos enriquece a todos. Un abrazo fraterno invocando el Santo Nombre.

  7. Atrapados en nuestro pequeño mundo, lo que creemos ser, nuestra historia personal. Es el drama de la humanidad. Solo cuando nos reconocemos parte del todo, del Dios inefable, nuestra pequeñez se libera, se oxigena, se pacifica, …. “Manjar soy de grandes, crece y me comerás, ….
    Liberarse del pequeño YO, y volar a la inmensidad del Señor, es el llamado ahora. Manjar soy de grandes, dice la visión, no dice, Manjar seré de grandes, … el Señor está a la mano ahora, no en un momento más, ahora inmediatamente puedes escapar de la pequeña jaula y ser el grande en El, como siempre has sido.

    • Martín, desde la fraternidad del Santo Nombre agradecemos tu aportación con tus comentarios.
      Un gran abrazo en Cristo Jesús.
      Candelas

    • Gracias Martín, por comentar y compartir tu experiencia. «Volar a la inmensidad del Señor, es el llamado ahora»… gracias también por esta frase en particular. Un abrazo.

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