Espiritualidad aplicada

El oficio de cultivo espiritual

segunda parte

Viene de un post anterior

¿Cómo es esto de utilizar algo material para cultivar lo espiritual?

Lo que uno hace «afuera» tiene un efecto «adentro» y a la inversa. Es decir, hay un ida y vuelta constante entre el mundo interior y el exterior, que son dos mundos solo en apariencia. El mundo aunque se nos aparece a los sentidos físicos en su forma material es de naturaleza espiritual. Sabiendo esto empezamos a utilizar toda actividad como punto de apoyo para fortalecer el espíritu.

Supongamos que vas al gimnasio, allí usas unas pesas para tonificar los músculos. Eso se entiende claro. Del mismo modo puedes aprovechar la caminata cuando vas a hacer la compra o tu actividad en la oficina o esa reunión con amigos para emplazarte en el espíritu. Y mientras más nos acostumbramos a vivir desde ese lugar más fácil se hace luego volver a el. Nos vamos familiarizando con la vida espiritual.

Cuando vivimos divagando, es decir perdidos en las ensoñaciones mentales compensatorias del momento, nuestro espíritu se disgrega, nuestra conciencia se oscurece y la actividad que desplegamos se parece mucho a un simple sueño onírico. Es más, olvidamos lo que hicimos con la misma facilidad con la que olvidamos el sueño que soñamos anoche. En cambio si nos predisponemos hacia alguna práctica concreta la tonalidad de lo vivido cambia. Es el grado de consciencia lo que marca la diferencia. Lo que hacemos en realidad no es lo exterior de la actividad, eso que se puede ver sino lo interior. Es la espiritualidad aplicada en lo que hacemos lo que importa.

Por eso sugerimos elegir un «oficio de cultivo espiritual» que nos permita concentrar esta intención de espiritualizar nuestra vida, en algo muy puntual y concreto. Hemos de estar presentes en nuestra vida no ausentes de ella. Pero como se ha hecho carne en nosotros el vivir fantaseando o la acción autómata no resulta fácil esa transformación. Entonces elegimos algo en donde poner lo mejor de nosotros para aprender esto del estar presente verdaderamente. Que es similar a decir: aprender a vivir en espíritu y en verdad.

Habrá quién escriba iconos religiosos, otros que pinten cuadros o dibujen, están los que gustan del jardín o la huerta, o los que hacen un arte de la cocina o de la decoración. Está el tejido, la escritura, la composición musical o el canto, la práctica de algún deporte, el bonsái, la preparación o creación de perfumes, la restauración de muebles o la misma carpintería, distintas formas de creación artesanal, como el uso del telar, el modelado en arcilla, la escultura, el modelismo y un largo etcétera. En oriente suelen practicar esto con la caligrafía, el ikebana o el arte del tiro con arco. Incluso es bastante conocida aquella actividad que consiste en crear intrincados y detallados mandalas que luego de ser terminados se barren como si nada.

Esto es muy curioso y muestra claramente que lo sustancial es el modo interior desde el que se hace esta figura y no la figura misma. Para hacer eso tiene que haber desapego del resultado y atención a la ejecución en sí misma. Los jardines zen también tienen mucho de esto y la ceremonia del té puede enseñarnos mucho de la actitud de la que hablamos.

Lo que define a una actividad como tu oficio de cultivo espiritual es que decidas darle esa índole, esa impronta particular. Conviene que no sea algo que ya tienes muy mecanizado por que se hará más difícil cambiar la tónica. Es mejor algo nuevo o que hace mucho que no haces o que postergas indefinidamente. Pero sobre todo ha de ser algo que te gustaría mucho hacer bien. Podría ser algo en lo que no estás capacitado y que no se te da del todo bien, pero eso mismo puede ser muy útil para estos fines espirituales.

De este modo ese oficio se convierte en una forma especial de no reacción. Una no reacción activa que implica el desarrollo de ciertas cualidades precisas hasta que eso llegue a transformarse en arte. A lo mejor nos lleva el resto de la vida, pero no es importante lograr algo en esto por fuera, sino la armonía, profundidad y sutileza espiritual que nos va dando su mismo ejercicio. Es importante ser ajenos a toda comparación, es una herramienta para despertar los sentidos espirituales…

Continuará

elsantonombre.org

Texto afín al tema de hoy

Enlaces recomendados:

Hospedería monástica

somcristians

4 Comments on “Espiritualidad aplicada

  1. Pingback: Lista de textos del blog elsantonombre.org | Fraternidad Monástica Virtual

  2. Estimado Mario,
    He leído los últimos 3 blogs, cargados de espiritualidad. Me alegro mucho porque me siento muy representado por estos escritos, llenos de oriente. Sin tanto ritual pero si con mucha espiritualidad.
    En lo personal, acallar la mente me parece fundamental para encontrar nuestro Ser, que es el mismo para todos. La unidad, borrar el pasado, eliminar las expectativas, aún cuando sea por un momento. Concentrarse o más bien estar ahora en el presente, observar sin calificar, ser testigos más que protagonistas, simplemente estar, hacer y estar en silencio, dormir estando muy despierto, atento a ese vacío maravilloso que paradójicamente lo es todo. Sin nombrarlo, sin imaginarlo, sin tiempo, sin lugar, sin nada, total silencio, desapareciendo uno, dejando el espacio para que todo ocurra. Consciencia pura!
    Este estado idealmente permanente, dejándose hacer en uno, ser el instrumento para la manifestación de la gran consciencia. No es fácil estar en el mundo de esta manera, pero se puede, es morir en vida para vivir plenamente.

  3. Buenas tardes! Bueno,desearía me aclare Mario una gran confusión que tengo: Por un lado,videos sobre los peligros de la Nueva Era,cosa que comparto ,por otro lado recomiendan «Somcristians», con vídeos de Cursos de milagros,que es Nueva Era Me gustaría saber por dónde van sus recomendaciones,pues no todo es válido. Acláreme el tema por favor.

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