24° Clase – Máximo el Confesor

Primera sobre el autor

Texto escaneado de Máximo, en Filocalía, Tomo II (Ed.Lumen)

Síntesis sobre Máximo de Benedicto XVI

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«Sobre las emociones»

13 Comments on “24° Clase – Máximo el Confesor

  1. Hola hermanos. Respondo a la pregunta de porqué Dios permite el pecado y encuentro dos razones, ambas tienen su origen en su Infinito Amor por nosotros.
    Una es que desea que le amemos libremente, aunque esto suponga el riesgo de que no lo hagamos y pequemos.
    La otra, y que va a la par de la anterior, es el deseo de la Encarnación de su Hijo y la Redención obrada por Él, que conducen a una plenitud de la humanidad que no se daba en nuestros primeros padres. Por eso la Iglesia canta: ¡Oh feliz culpa!
    Os he contestado como «miembro de la humanidad».
    A título más «individual», estoy además de acuerdo con los hermanos que han comentado que Dios ejercita una sabia pedagogía y purificación cuando pecamos (también cuando padecemos algún mal en nuestras vidas), para que progresemos en el camino a la unión con Él. Como Dios nos ama, aprovecha todo para nuestra felicidad eterna.

    Muchísimas gracias por este curso, lo estoy escuchando por YouTube y es una maravilla aprender de hombres tan iluminados por el Espíritu Santo y comprobar con sus testimonios que es posible unirse a Dios ya en esta vida.

    • Hola Begoña! Gracias por tu aporte que enriquece los contenidos. Así es, hay distintos abordajes para este tema, que es muy interesante de profundizar. Te mando un saludo fraterno invocando el Santo nombre de Jesús.

  2. Una participante del curso (Hermana en la clausura)

    Considero el pecado permitido por Dios como una pedagogía de su amor, Él como Dios nos pudo haber hecho perfectos, pero esto supone el habernos privado de la libertad, es decir decidir, elegir, en una palabra, nos habría creado esclavos, amarrados a Él y Él lo que quiere de nosotros es la libertad. Para ser libres nos libertó Cristo, de ahí la declaración de San Máximo: el grado máximo de la libertad es el sí a Dios.

    El pecado es una respuesta negativa al plan de Dios, cuando pecamos nos apartamos de Él y esto supone quedar bajo el peso de nuestra flaqueza, de nuestra debilidad humana; su amor sin embargo jamás se aparta y bajo su acción en tal estado se puede comprender su grandeza frente a nuestra pequeñez, su santidad frente a nuestra maldad. Vemos que por sí mismos nada podemos: “Sin mí nada podéis hacer”. Nuestra presunción, afán de tener el control, el mando en nuestras vidas, finalmente se ven derrumbadas con el pecado que viene a evidenciar en lo más profundo nuestra impotencia, aun en los más obstinados que aunque quieran mostrar una falsa felicidad por dentro los carcome el agobio.

    En un espiritual, lo podemos ver desde el punto de vista “humillación”. A veces empezamos a sentirnos seguros, a gusto con nuestro “buen proceder”, los actos de virtud empezamos a preciarlos más como mérito propio que como un don de la gracia, nos miramos con satisfacción, nos dejamos atrapar por el ego espiritual, en cierto sentido perdemos de vista a Dios, es cuan Él entonces, con su luz descubre nuestra miseria y permite la caída, nos muestra en nuestro pecado lo que verdaderamente somos y hacemos sin su gracia, es la pedagogía de su amor que en estos descensos si nos dejamos trabajar, enseñar por Él, nos asciende y eleva al verdadero conocimiento y a un trato más confiado en Él.

  3. Buenas tardes Hno. Mario, por aquí intentando contestar a la pregunta de este vídeo de ¿por qué ha permitido Dios el pecado? nada fácil la tarea, porque lo primero sería saber qué es para cada uno el pecado, porque lo que es en sí, creo imposible que lo sepamos, ya San Pablo hablaba del misterio de la iniquidad, así que si es misterio poco podremos decir.

    Si Dios es amor, yo todo lo que hace lo hace por amor y no puede hacerlo de otro modo, debernos decir que lo que permite, incluido pecado, lo hace por amor.

    Al crearnos nos hizo a su imagen, diríamos “perfectos”, pero nos puso una condición, el no olvidar que éramos criaturas, sólo hay un Creador, El, el resto somos su hechura. Pero nos empeñamos en querer ser El, y ahí radica nuestro pecado y caemos; y El que nos quiso libres, no va a torcer nuestra voluntad para que le amemos a la fuerza, así que creo que por ello permite el pecado, Dios es muy respetuoso con el hombre. Creímos que la libertad es esto o lo otro y no, la libertad es es elegir lo que El ya de antemano a decidido que realicemos, así lo dice san Pablo:
    “hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos” Ef. 2, 10.

    No me alargo, muy buena la síntesis de Benedicto XVI, el resto hace falta algo más de tiempo para leerlo.
    Este autor como los que llevamos viendo hasta ahora ofrece grandes pistas para crecer en santidad de vida, y a eso vamos al menos en el intento. Impresiona su “martirio” por defender a Jesús y su voluntad humana y divina.

    Gracias Hermano Mario por todo y por tanto.
    Unidos en la invocación del santo Nombre

    • Gracias María por tu comentario. Destaco esto que dices que resuena en mí: «Si Dios es amor, yo todo lo que hace lo hace por amor y no puede hacerlo de otro modo, debernos decir que lo que permite, incluido pecado, lo hace por amor». Te saludo fraternalmente invocando a Cristo Jesús.

  4. Estimado Mario; Una maravilla Máximo el Confesor y tu exposición de sus enseñanzas.
    Con respecto a la pregunta del pecado la respuesta que nace en mi corazón es, que NO EXISTE el mismo.
    Dios es nuestro instante, nuestro lugar en este momento…Sé vive a sí mismo, como desea vivirse, en el asesino, en el Santo, en el humilde, en el cobarde, en el valiente….etc.. Miles de formas dándose todas ellas al unísono como experiencia.
    DIOS no piensa, ES, ¿verdad?..
    Dios se quiere a si mismo tal como es porque no haya nada distinto a Él que pueda ser objeto del pecado.
    Sólo en la toma de consciencia de lo que somos, entenderemos esa verdad profunda.
    Un abrazo entrañable en Cristo

    Encarna

    • Gracias Encarna por tu comentario. Al final pareciera que el creernos separados de Dios, «El único que Es»; en palabras de Santa Catalina de Siena. fuera el único pecado del cual derivarían todo el resto de los desvaríos del ser humano. ¿Cómo ha ocurrido este creernos separados de DIos? o mejor… ¿cómo nos ocurre hoy mismo en nuestro cotidiano? Tema raíz de otros tantos temas derivados. Seguiremos viendo que nos dicen estos grandes terapeutas del alma que son los filocálicos. Un abrazo fraterno amiga.

      • Me interesa mucho ese tema… cómo.llegamos a creernos separados de Dios…

      • Hola Claudia. Parece que nos hemos creído ser más un cuerpo con una mente, que un espíritu hijo de Dios. De esto habla el Génesis cuando refiere lo de la caída original y del árbol del conocimiento. Una especie de gran olvido de nuestra condición de hijos y de hijos amados. Allí aparece el temor, cuando nos creemos solos y separados. Muy en breve es lo que puedo responderte por aquí. Un saludo fraterno invocando el Santo Nombre!

  5. Hola, hermano Mario y demás compañeros de la fraternidad! Acerca de porque el pecado es permitido por Dios… es un misterio…pero se me ocurre decir que es para que Lo necesitemos, para que volvamos nuestros ojos hacia El al sentir nuestros propios límites. La necesidad de Recordar nuestra verdadera Pertenencia, muchas veces solo viene después de una experiencia de dolor. Creo que cuando realmente estamos dolidos (por algo propio o por algo que nos resulta incomprensible en el mundo), estamos muchas veces “más profundos” (que en nuestro estado habitual) y abiertos, y ahí sin las ganas de sostener nada ante uno mismo ni nadie,en esa mezcla de cansancio y descanso de por un momento no querer nada….. aparece la Apertura a Dios. En ese silencio no buscado, en esa puerta extraña que abre el pecado.

    Saludo fraternal para todos!

    gracias por estas maravillosas clases!

    Florencia

    • Gracias Florencia! Coincido mucho con tu comentario, pareciera que Dios todo lo transforma y usa el pecado como herramienta de acercamiento a Él. Por supuesto es un misterio, solo podemos entrever, intuir, adivinar, el sentido profundo de las cosas lo encontraremos el día que estemos junto a Dios en plenitud. Mientras tanto vamos a tientas y guiados por la gracia según nuestras posibilidades. Un abrazo fraterno invocando el Santo Nombre.

  6. Gracias también por la lección de Filocalia. Ojala pudiera leer todo el texto: en cuanto a la pregunta sobre el pecado:yo creo que Dios permite el pecado sencillamente porque nos ama. De hecho, no nos deja en él, sino que nos da su gracia para que podamos liberarnos de él.

    El pecado yo diría que es como desear lo imposible hasta obtenerlo y Dios que es pura bondad no me niega eso que deseo. Ahora bien, lo que sí espera es que yo reaccione ante el fiasco organizado al obtener para mi ese imposible, pues entre otras cosas, el apartó su rostro de mi o le vi triste y me sentí perdido y sin rumbo de manera que pueda volver a él y pueda reconocer que en realidad me ama y desea que aprenda de verdad a no querer ni desear lo que es imposible para mí.

    Bueno es una visión poco ligth, como para niños.
    Un saludo y que DIos te bendiga

    • Gracias José! Pues ya sabes, mejor ser como niños dice El Señor. A mi me parece una visión muy clara y útil. Cristo te cuide hermano y te ayude en tu ministerio.

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