62° Clase de Filocalía – Segunda de Calixto e Ignacio

Nos ha quedado pendiente el tema de «el temor» de Dios y cuestiones sobre esto que dejamos para la clase siguiente para no extender mucho la duración del vídeo. Cualquier consulta sobre el texto de Calixto e Ignacio, pueden realizarla en los comentarios de esta página, para que sean respondidas en la clase 63°.-

Debajo un audio sobre algunos capítulos del «Método…»

6 Comments on “62° Clase de Filocalía – Segunda de Calixto e Ignacio

  1. Querido Mario, queridos hermanos, Cristo les bendiga

    Fantastica clase Mario, como todas. Gracias por tu dedicación, paciencia, instrucción para transmitirnos todo estos conocimientos sin pedir nada a cambio. Cristo te lo recompensara y espero tambien nosotros.

    En cuanto al metodo quería preguntarte:
    yo inspiro “Señor Jesucristo”
    expiro “hijo de Dios”
    inspiro”ten misericordia de mi”
    expiro”pecador”
    Me es mas facil seguir asi la respiración. Me parecia entenderte que con la inspiración repetias la frase entera y luego expirabas. es asi? o puede uno adaptarse a su ritmo?
    Cierto es que la atención es fundamental, no es lo mismo si la mente divaga. Sin forzamiento pero con concetración poner la atención en la respiración y en la repetición fundamentalmente.
    Gracias por esa fantastica explicación sobre la fe. Sin ella no somos nada.
    Termino recordando a mi Padre espiritual experto en estas lides como contandole una vez cierta pequeña experiencia en la oración del corazon que él me enseño me dijo” todavia no has atisbado apenas los dones tan maravillosos de la oración del corazon”.
    Al Señor le pido por su intercesión que me conceda la gracia al menos de saborealos. Creo que así lo hace y por ello le doy gracias. Ahora te tenemos a ti querido hermano, Instrumento del Señor para intentar a traves de la oración poder algun día al menos rozar su tunica, besar su rostro. Hagase Su voluntad

    Un abrazo enorme hermano

    • Hola Fernando! Cada uno a su ritmo es lo mejor. El tema importante cuando hacemos oración en quietud, es asociar respiración a repetición de la frase. Esto ayuda mucho a silenciar la mente pq no le queda espacio para atender a otra cosa.

      Por supuesto, esto si antes nos hemos dispuesto a «dejar los cuidados de las cosas» se facilita mucho.

      Pero cada uno tiene que rezar y respirar como le quede más cómodo, sin forzamientos.

      Un abrazo fuerte Fernando! Cristo te cuide.

  2. Gracias hno. Mario.

    Gracias al Espíritu, un esfuerzo metódico, tamaño grano de mostaza, llega a ser un árbol pleno de vida.

    Abrazo en su Nombre.

  3. Me parece un discurso atractivo y necesario, este del método hesicasta, por su practicidad y por su supuesta facilidad, digo supuesta, pues parece que todo el mundo lo puede hacer sin mas y ciertamente así es, pero requiere mucha práctica y dedicación. Pero siendo que esta es nuestra verdadera vocación: la unión incesante con Dios, entonces todo cambia y es posible procurar un cierto estado corporal para que la mente se silencie y entonces es posible la oración continua y con ella, la percepción de la Presencia y sin olvidar la parresia o diálogo frecuente con Dios, sin necesidad de someternos a las pasiones pues dejamos de amar las causas que las provocan. Una verdadera lección de amor y entrega a lo único necesario en esta vida.

    • Así es José Antonio. Cualquier puede practicar las recomendaciones de los monjes hesicastas y dependiendo del momento espiritual en que nos sorprenda esta práctica orante, será la vivencia que tengamos. De todos modos, la perseverancia y la determinación del ánimo a seguir un camino a fondo antes de abandonarlo es fundamental. Además, esto de que amamos las causas que provocan las pasiones tiene mucha tela para cortar como dicen en vuestra tierra. Un abrazo hermano, en Cristo Jesús.

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