Clase 44° Simeón, el nuevo teólogo

3° clase sobre el autor

Aquí la lista de 4 audios sobre Simeón, el Nuevo Teólogo – (Lectura literal)

3 Comments on “Clase 44° Simeón, el nuevo teólogo

  1. Buenos días: Ayer tarde terminé de escuchar los 3 vídeos de este nuevo curso 2021.
    Gracias Hno. Mario, una vez más, por su dedicación.

    Lo primero que me surgió fue, ¡qué exigente es Simeón!, pero al leer el evangelio de hoy, simplemente me parece que Simeón lo que hace es explicitar este pasaje y otros muchos de la Escritura.
    Jesús hoy se nos presenta como ese “modelo de referencia” y nos propone seguir sus huellas, “el que quiera”. Simón dice lo mismo con lo del Bautismo, se nos da la gracia, pero luego la vida coherente es cuestión de cada uno.

    Explicita, Simeón, mucho lo de la caridad, que si falta uno, pues que no es; y acierta en su modo de enfocar el asunto, eso creo.
    Pienso que tal vez la dificultad está en el modo de entender lo que es el amor. En nuestra época parece se confunde mucho con el sentimiento agradable hacia alguien, y basta con las obras de amor, de caridad, aunque el sentimiento sea contrario. Jesús también fue claro en esto, “nadie tiene amor mayor que el que da la vida”, el que se entrega por el otro, el que lo atiende…no hace falta que nos caiga bien, eso es sentimiento, al menos así me parece a mí.

    Habría mucho para comentar, pero no me extiendo hermanos y hermanas. Una alegría grande que haya nuevos miembros en la Fraternidad incorporados a este caminar tras Jesús invocando su Santo Nombre. En El os abrazo afecto fraterno.

  2. Gracias Mario,

    Este autor me ha resultado muy interesante. Destaco tres ideas de él.

    1. La importancia del conocimiento de uno mismo para amar al prójimo.
    De hecho os dejo dos clases sobre el conocimiento de uno mismo, por si interesan: Se pueden descargar las presentaciones…

    https://www.holydemia.com/es-es/courses/liderazgo-para-jovenes-63/lesson/887

    https://www.holydemia.com/es-es/courses/liderazgo-para-jovenes-63/lesson/888#description

    2. El cumplimiento de los mandamientos, me ha hecho pensar en esas rozaduras de zapatos que uno tiene en varios de ellos. Lo uno a la virtud de la Obediencia a Dios, como hizo Cristo, hay gente que se deja llevar por el romanticismo de la fe y de la vida monacal sin cumplir los mandamientos. Creo que vivimos una época sentimentalista y emotiva que eso lo provoca, si me da buena emoción eso vale, lo que cuesta o no me gusta lo dejo de lado.

    3. Ser determinado, aun con las circunstancias en las que uno vive, en querré unirse a Dios. Y Dios hace su Obra visible e invisiblemente.

    Genial, a ver si el viernes nos vemos, me gustaría conectarme. Un saludo.

  3. Muchas gracias por esta nueva y buena entrega.
    Creo que es muy interesante lo de comprender al otro a base de comprenderse a uno mismo, que para mí es la traducción mejor de de amar al otro como a uno mismo y por tanto, no amar sus pasiones : «no odies al hermano sino a sus pasiones».
    Creo, no obstante, que se nos escapa, como se nos escapa el agua de las manos cuando llegamos a una fuente con sed, pero que ahí está su interés, pues al igual que la fuente no se agota. Si a ello unimos la búsqueda y el deseo de Dios, es decir la búsqueda del agua pura en lugar del agua corrompida de los placeres, entonces tenemos que solo Dios es lo que nos llena y plenifica y nada que no sea Dios nos puede dar la felicidad.
    insistir en esto, me parece de una gran actualidad porque es esa férrea determinación de seguir en la búsqueda de Dios y afianzarnos en la virtud lo que nos lleva al otro gran tema planteado y es: el olvido de si. Creo que de este modo es fácil entenderlo, porque se trata de la conversión continua y por tanto un olvido del pasado y una entrega al «ahora» porque ahora es cuando empieza la ascesis y todo lo demás que me preocupa o aflige, pertenece al pasado. Por tanto, dejando atrás los pensamientos del pasado y la contrición excesiva que aplasta, terminamos por dejar el yo y por tanto entramos en el olvido de sí .
    Todo esto, insisto, me parece de una gran actualidad y propio de un espíritu esbelto y nada achacoso a pesar del tiempo que hay entre Simeón y nosotros.
    Que no dejemos, de perseverar, esto es, de alimentar en nosotros el deseo de Dios. Ese fuego, puede acabar con todo lo que hay en nosotros de basura o de contrariedad o de aferramiento a nuestro propio yo.

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