Consagrados a la Presencia I

Retiro espiritual 1° día

Descubrir a Dios en lo creado.

Atendiendo a los fenómenos sin el velo de los pensamientos o sea sin el vidrio opaco de mi “yo”, regreso al asombro original por la maravilla de la existencia. Vuelve a emerger la mirada que tenía cuando era niño pequeño. “Sed como niños…” (Marcos 10,13-16)(Mateo 18,3)(Marcos 9,37) y otros.

Advierto que casi nunca veo, escucho, toco etc. de verdad sino a través de creencias, prejuicios, supuestos y condicionamientos varios. Miro sin ver, oigo sin escuchar y por lo tanto es como si viviera dormido o soñando despierto; me encuentro apenas, siempre envuelto en los pensamientos y divagaciones. Cuando me quito de en medio adviene la belleza colosal de la obra de Dios.

Para visualizar al inicio de la jornada

Texto del día:

La contemplación es accesible a cualquier persona

Ejercitación práctica

Atiende los diferentes fenómenos que te rodean con particular atención. Trata por un momento de perderte enteramente en aquello que percibes. Elige una planta cualquiera en tu jardín o aquella maceta en tu balcón. (Podría ser cualquier otro fenómeno que prefieras) Trata ahora de intimar con este ser vivo. Primero míralo en detalle. Atiende a las nervaduras de sus hojas, a la forma del tallo, a la irradiación de color en sus flores… luego, huele su aroma, toca suavemente la textura de sus partes… 

Después, cierra los ojos y trata de evocar, recuerda lo percibido. Verás que falta precisión en el recuerdo. Vuelve entonces a la observación. Haz de cuenta que en todo el mundo solo existen tú y la planta, solo vosotros en el universo entero. Después quizás, solo ella exista.

Repite este ejercicio cuanto quieras y puedas durante el día. Investiga lo que te rodea con la curiosidad del que mira por primera vez. Revisa detalladamente la comida en tu plato y el vapor que emana de ella; sumerge tu atención en aquella piedra que trajiste un día de la playa y que decora el rincón en el estante. A medida que avance la jornada ve eligiendo distintos fenómenos a observar en detalle. Tal vez las nubes, tu mascota mientras duerme, esa pequeña araña en la esquina de la habitación.

En el momento oportuno, sin generar molestia, fijate si te es posible hacer lo mismo con aquella persona cercana a ti. Préstale verdadera atención. Una conversación será una buena oportunidad. Escucha sin distraerte todo lo que te comenta. Mira sus ojos cuando te hable sin que tu nueva actitud se note en demasía. Desaparece lo más que puedas en el otro. Recíbelo en una apertura atencional.

Cada momento del día será ocasión para desentumecer los sentidos. Por ejemplo, si estás sentado un rato tranquilo, disponte en actitud calma a contemplar lo que cada sentido te trae en ese preciso momento: Siente el tacto del sillón en las partes de tu cuerpo que se asientan en él, siente el aire que entra y sale, escucha el canto de los pájaros, mira como se mecen las hojas de aquel árbol, degusta el sabor que el té ha dejado en tu boca, etc. etc.

La forma de oración que realizas habitualmente puede acompañar las prácticas sin dificultad. Antes y después de cada momento de ejercitación puedes tomar un minuto para invocar a Dios, para que la ejercitación misma adopte un clima de particular unción o devoción. En su punto justo, comprendemos que observar con atención deriva en silenciosa adoración. Si los pensamientos irrumpen durante tu ejercitación, déjalos pasar y vuelve al punto. Ubícate en una actitud de no juzgar, de no opinar, de no catalogar, de solo percibir con atención. Verifica como las divagaciones producen una percepción a medias, muy opaca.

Reserva si puedes un momento de oración al final de la jornada, cuando solo te quede por delante el descanso. Realiza el tipo de oración de tu predilección y antes de terminar trata de observar con la mirada del alma… al que reza, aquello a lo que el orante se dirige y el impulso de Amor que sostiene toda la escena. Ante cualquier dificultad o consulta al respecto de la práctica sugerida, puedes comunicarte que estaremos disponibles durante toda la jornada.

Meditación guiada o preparación para un tiempo de oración silenciosa. (27 min.)

Un saludo fraterno, invocando El Santo Nombre del Señor Jesús.

elsantonombre.org

7 Comments on “Consagrados a la Presencia I

  1. A sorbos bebo, y a destiestiempo, este retiro de gracia, ya intemporal, para mí y para muchos.
    Está representando una vuelta al origen, al primer amor, PRESENCIA, “perdida” en los afanes, dudas y caídas de mi propia historia, heridas… Hasta haber contaminado la relación con Dios y su experiencia y por ello la relación conmigo y los demás. Gracias, Hno. Mario y colaboradores.

    • Hola Gabriel! Que bueno que se esté produciendo ese «regreso» al origen. Lo pongo entre comillas como sabes, porque nunca nos fuimos de casa, aunque nos lo ha parecido tantos años. Y te estoy descubriendo como poeta hermano, incluso a través de tu comentario. Un gran abrazo en Cristo Jesús.

  2. Con alegría he comenzado este retiro y con asombro veo como el Señor guía nuestros pasos.
    Esta mañana después de escuchar los vídeos y su advertencia sobre “descreer la posibilidad del cambio en nuestro modo de percibir”, he leído el evangelio del día y Jesús dice a los dos ciegos algo parecido al pedirle que les devuelva la vista “¿creéis que puedo hacerlo?” y el Señor no les dice, pues “os curo, os devuelvo la vista”, sino “que os suceda conforme a vuestra fe”. Creo que no podía haberse leído un evangelio más a propósito para este día en que nosotros ciegos deseamos ver, percibir la Presencia de nuestro Dios. Y Él nos dice claramente, “que os suceda conforme a vuestra fe”.
    Y por si esto fuera poco, el cántico de Laudes se decía: “No dije a la estirpe de Jacob, buscadme en el vacío”, tal cual se nos exhortaba en el vídeo de ir percibiendo través de lo tangible.
    Todo es gracia.
    Que Dios nos siga iluminando y no dejemos pasar esta oportunidad.
    Mi saludo fraterno y la promesa de mi oración por todos y cada uno de los participantes, incluido de manera especial Hno. Mario y colaboradores que hacen posible este regalo espiritual del retiro Consagrados a la Presencia.
    Unidos en el intento de que El sea el todo de nuestras vidas.

    • Muchas gracias María! Me pasó lo mismo que cuentas al advertir las lecturas de hoy. Venían muy a cuento y lo viví como un guiño de la gracia. Gracias por recordar el cántico de Laudes, muy a propósito también y por tus oraciones por todos. Un gran abrazo, invocando el Nombre de Jesús.

  3. Querido hermano Mario, queridos hermanos. Cristo nos de su gracia en estos días para llevar a cabo este retiro y encontrarnos verdaderamente en su presencia!!

    Cristo les bendiga

    oraciones

    fernando

    • Gracias Fernando por compartir y participar. Que así sea! Te envío un abrazo fraterno invocando el Santo Nombre de Jesús. Hasta luego.

    • Querido Fernando! Que bueno fue compartir contigo el retiro y esas pequeñas reuniones virtuales. Un gusto realmente. Un abrazo hermano, Cristo te cuide.

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