8° Clase de Fenomenología

Sobre la relación entre espiritualidad y fenomenología; el desánimo que puede surgir con los primeros descubrimientos de los automatismos; el tema del núcleo de ensueño como dirección inconsciente de la vida; El tema de la duda como parámetro y del corazón como eje del discernimiento; la resistencia como posibilidad de ganar energía; la necesidad de periódicos «choques conscientes» para fortalecer la vía hacia los propósitos y otros temas derivados.

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7 Comments on “8° Clase de Fenomenología

  1. Hola, mi comentario aparece con dos videos más publicados, pero creo que aquí tiene más relación. ¿Puedes decir algo de la tensión y distensión específicamente?
    Por ejemplo, muy a menudo,aunque esté descansando o sentado, muevo el pie como modo de distensión, a pesar de no ser consciente de ninguna tensión específica; sin embargo, el mero hecho de usar un mecanismo de distensión me hace ver que sí debe existir esa tensión o nerviosismo en el organismo.
    ¿O puede ser un hábito que puede modificarse mediante su sustitución por otro? Gracias por tus explicaciones, son estupendas.

  2. Mario, muy buena charla. He visto en mi vida pasar los núcleos de ensueño que he ido teniendo, tres o cuatro fundamentales y que han dirigido mi vida durante tanto tiempo. Increíble.

    Por otro lado ya San Ignacio de Loyola en sus reglas para el discernimeinto una básica era que “En tiempo de desolación, trsiteza, duda, etc. no hacer mudanza.” Es lo más peligroso de todo, sin embargo en tiempos de tranquilidad y de paz, ante ideas que nos dan alegría, ese puede ser el camino.

    Otra idea es la de la santa insatisfacción que dice un amigo, es decir que muchas veces en nuestra vida las insatisfacciones que hemos tenido pueden ser la semilla de vocación, me ha parecido interesante, por tanto la insatisfacción efectivamente es semilla de vocación.

    En un libro mío escribí sobre los hábitos y dije: Hábito es una inclinación, tendencia o disposición estable, no genética ni natural ni instintiva, sino adquirida y aprendida por la repetición de actos similares que producen un fortalecimiento de éstos.

    Un hábito no es exactamente una costumbre, es algo más profundo. Puedo tener la costumbre de orar a primera hora de la mañana, pero no el hábito de la oración. Si por una razón externa un día madrugo para viajar lejos y no oro como tenía por costumbre, demuestro que no tenía interiorizado el hábito de la oración, realmente no soy una persona de oración, solo de costumbres.

    Un hábito positivo o virtud es toda inclinación en el pensar o en el actuar que lleva al ser humano a conocerse a sí mismo, a dirigirse, a desarrollar y ayudar a los demás, a trabajar con imaginación y coraje, a actuar sin miedo a pesar de las circunstancias difíciles, a auto comprometerse, a auto motivarse, a hacerse cargo de su vida, a tomar la iniciativa y a mejorar su comunión, y esto en su propia realidad, en la comunidad en la que está, su familia y la Iglesia, así como en la sociedad o cultura que le ha tocado vivir. Crean lealtad, confianza y honestidad con la Gracia de Dios.

    Un hábito negativo o vicio es una inclinación perniciosa en el pensar y en el actuar, de acuerdo con la cual uno actúa según el estado de ánimo del momento, variable según mil circunstancias, que le llevan a culpar a los demás, a justificarse y auto disculparse, a desentenderse, a eludir compromisos y responsabilidades y a transmitir a los demás esa mentalidad individualista, rutinaria, indiferente, escéptica, relativa que genera miedo y despersonaliza. Los resultados son negativos e imprevisibles.

    Por último si un conductor, tomando el ejemplo del coche, quiere ser libre de ir a donde le apetezca del mundo, solo tiene que cumplir con las reglas de conducción y de la mecánica del coche. Por tanto libertad es cumplir con las normas de nuestra naturaleza, que cuando la contradecimos contra natura nos hace esclavos de vicios que nos auto destruyen. ¿Qué normas vitales y espirituales debo cumplir para ser libre?

    Un saludo de nuevo en el Nombre de Jesús con un gran rollo.

  3. Voy a decir un poco del vídeo 7, pues allí no pude comentar.

    Me resultó de mucho interés el ver cómo podemos ahorrar energía haciendo las cosas de un determinado modo. Y vuelve aparecer aquí la atención como importante para que no haya pérdida de energía en lo que realicemos.
    Me pregunto ¿cómo se puede descubrir el sentido de un suceso para que éste quede integrado y no robe energía?
    Y por último de este tema 7, eso de que no hay nada que dé más energía que la coherencia. Muy interesante.

    Respecto al tema 8.
    Como indica el Hno. Mario es muy necesario el hacernos con un vocabulario básico para ir entendiendo, creo que a lo largo de estas clases vamos prendiendo.
    Al final del tema me surge una duda, creo que no he entendido bien.
    Cuando surge una carencia, ésta hace que se dé en nosotros una idea compensatoria y ahí el ensueño ¿es así? y si por otro lado el modelo de conducta está hecho con la arcilla del núcleo del ensueño, y a la vez se nos dice que el modelo de conducta está hecho para compensar nuestras carencias estructurales ¿cómo es que Dios nos vocaciona a través de esto? Porque se ha dicho que dentro del núcleo del ensueño, oscurecido y velado, está la semilla de la vocación. ¿Deberíamos por tanto pensar que Dios nos llama precisamente a través de nuestras carencias? ¿la vocación de cada uno está en relación con aquello de lo que uno carece?
    No sé si he logrado decir algo con sentido. Hno. Mario, confío en que entienda esta madeja que he expuesto.
    Unidos en la invocación del Nombre de Jesús

    • Hola María ! Respecto de esto que dices: «¿cómo se puede descubrir el sentido de un suceso para que éste quede integrado y no robe energía?». Una cosa que me sirve para encontrar el sentido, es tomar de antemano todo suceso como enseñanza de Dios, entonces me digo: ¿Que puedo aprender de esto? y… ¿Cómo sería dar una respuesta superadora? y al ponerme a ello suelen aparecer comprensiones que iluminan y tranquilizan. En lo que comentas sobre la clase 8, tus preguntas dan pie para mucho. Veré si puedo responderte en la clase próxima, Es un gran tema y merece la pena. Un abrazo fraterno hermana y gracias por tus devoluciones de las clases. Cristo nos cuida.

  4. Hola: A mí me parece que todo esto que estamos viendo contribuye a nuestro crecimiento en la libertad, de ahí su necesidad apremiante. El núcleo de ensueño parece en este sentido de capital importancia ya que
    nos pone en contacto con el plan de Dios para nosotros. Para ello, no solo debemos atender a nuestra mente, dando lugar a la duda, si
    nuestro cuerpo, dando lugar a la impulsividad, sino al corazón, lo que nos permitirá encontrar la paz y entonces, ver que eso que me da la paz es lo que estoy llamado a realizar. Esto me recuerda un poco lo de la
    inteligencia emocional de Gooleman, pero no estoy muy cierto de si es exactamente lo mismo. Lo cierto es que cuando actúo desde el corazón la integración es mayor y evidentemente la oración es mejor. A mayor integración mejor oración y por ello es que la oración del corazón es la que capitaliza la atención en Filocalia. Evidentemente que la fuerza es importante y en este sentido las resistencias me pueden ayudar si sumo su fuerza a la mía. Esa estrategia es realmente interesante. La cuestión de los hábitos y de la adicciones van en la misma dirección, Mientras el hábito es una ayuda, la adicción estaría más bien en el terreno del
    vicio, es decir de lo torcido. Si un hábito que es algo bueno, se tuerce, ando entonces perdido, desorientado con respecto a la realización de mi propia naturaleza y consecuentemente mermado en la libertad. Crear nuevos hábitos será, como se nos indica, la mejor manera de rectificar, es decir de volver recto lo torcido. Me parece
    interesante ir en esa dirección. Saludos.

  5. Hola Mario. Hola a todos y todas.

    Estoy cada vez más agradecida por la gracia que supone poder escuchar, las veces que precisemos, estas enseñanzas que son una síntesis muy lograda de muchas disciplinas complejas, una síntesis enfocada además a la práctica espiritual. Algo, de veras, muy raro. Doy por ello gracias a Nuestro Señor Jesucristo. Era justo lo que precisaba en este momento de mi vida. También doy gracias por los sinceros comentarios y las aportaciones de todos los hermanos y hermanas, pues me reconozco en sus dudas, en sus caídas y anhelos.

    Estas últimas dos clases están tan llenas de descubrimientos, con sus respectivos consejos prácticos, que necesito tiempo para meditar sobre ellos y realizar los ejercicios de análisis y atención que el hermano Mario recomienda. Aprovecho de estos días de vacaciones en España para ahondar especialmente en aquellos eventos o contenidos no integrados que me robar energía y en el núcleo de ensueño. Ha sido para mí una pequeña “iluminación” esa definición con su explicación, porque empiezo a entrever cuáles han sido las películas que me he montado, en las varias etapas de la vida, para compensar los traumas más dolorosos, que por cierto aún no han sido ni del todo superados ni integrados, y por tanto están allí agotándome…

    Las transcripciones de las clases nos serán de gran utilidad, para asentar terminología y, sobre todo, para proceder en el entrenamiento de la atención consciente.

    Gracias por todo lo que El Santo Nombre pone a disposición de los buscadores de Dios. Un abrazo en el Sagrado Corazón de Jesús.

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