Clase 18° de Filocalía – Gregorio Palamas



Audio de la introducción en Filocalía, tomo IV sobre «La defensa de los santos hesicastas» y «La oración y la pureza del corazón».

Audio del texto: «La oración y la pureza del corazón»

Audio del texto (Completo) «En defensa de los santos hesicastas»

Texto escaneado, parcial sobre y de Gregorio de Palamas en Filocalía

1° parte

2° parte

4 Comments on “Clase 18° de Filocalía – Gregorio Palamas

  1. Gracias, una vez más hermano Mario por su clase, muy interesante. Cada vez se va añadiendo algo que puede ayudarnos.
    Me ha dado luz la aclaración sobre que “es imposible que Dios se una a un corazón pasional”: sexo -prestigio-dinero. Muy claro, porque en ocasiones el lenguaje confunde, yo entiendo una cosa por pasional y resulta que no es tal, es a lo mejor, simplemente un impulso, una geniada.
    Anima ese decir suyo de ·”valorar los pequeños avances”, creo es tener una mirada positiva sobre una mismo que ayuda en el camino emprendido.
    Y el tema de la humildad lo dejaremos para otra ocasión. Tema controvertido donde lo haya, al menos es mi percepción.
    Reitero mi gratitud y seguimos unidos en la invocación del Santo Nombre de Jesús.

  2. Hermano Mario, interesantísimo el tema y me ha llevado a ciertos pensamientos.
    Primero he mirado el concepto de CORAZÓN en la biblia y dejo un artículo que efectivamente refrenda mucho de lo dicho.
    https://hjg.com.ar/vocbib/art/corazon.html

    Segundo, me ha hecho gracia el ejemplo de la comida después de prometer ayuno, exacto me pasa a mí, para ello las reglas para ordenarse en el comer de San Ignacio de Loyola son geniales. Habla por ejemplo de determinar lo que voy a cenar tras el almuerzo, y lo que almorzaré al día siguiente lo determino en la cena, es decir en circunstancias en las que las pasiones no están activas. De ellas ciertos autores las han releído con respecto a otras compulsiones, por ejemplo el uso de internet. Dejo vínculo:
    http://jesuitasaru.org/reglas-para-ordenarse-en-internet/
    En este vínculo se dice la regla general de Ignacio sobre el comer y se hace una traducción al mundo de la navegación por internet.

    Tercero que me ha venido a la cabeza, sobre las compulsiones que estoy muy interesado… Una vez di una charla sobre las virtudes y el tema de la felicidad, realmente no recuerdo qué era, pero sí recuerdo que me vino un hombre al final que me dijo lo siguiente; es fácil saber qué se desea, la felicidad, y es fácil saber cómo se puede alcanzar y qué se debería hacer, pero luego ¿por qué no resulta? ¿Solo por los vicios? Hay gente incapaz de ser feliz por mucho que se lo proponga. Me comentó lo siguiente… a veces simplemente el cuerpo físico con su química no me lo permite y es pura física y química. Es decir, por poner un ejemplo informático, tenemos un software, que son los programas y muchos programas en nuestra cabeza son malos y nos destruyen, pero también ocurre que tenemos un hardware y queriendo cambiar los programas no podemos porque el hardware ya es antiguo o está en mal estado. Y aquí me comentó el asunto de los neuroconectores neuronales, por ejemplo, no es posible que una persona sea feliz, aunque se lo proponga si no tiene serotonina porque la ha quemado. No es posible que en una cena o reunión por la noche con amigos esté despierto si he quemado por el estrés durante el día la dopamina, caigo dormido al instante. No es posible que esté tranquilo si he consumido la Gaba, que es el neuroconector de la paz y tranquilidad, resulta que no pego ojo en la cama porque estoy dopado y en tensión. Hay varios neuroconectores y todo es más complejo que estas líneas, pero el cuerpo y su química tiene mucho que decir ante el estrés, las compulsiones, los pensamientos, las pasiones y los vicios, etc. No somos como un celular que si quiero desinstalar un programa lo tiro a la basura con un movimiento de dedo e instalo otro dando al link de descarga, esa desprogramación es imposible en el ser humano.
    Y aquí viene lo que mucha gente no le gusta oír:
    1º Vida sana: alimentación equilibrada y moderada, ejercicio físico (no hace falta ser apolos ni afroditas), caminar, etc…
    2º Control mental mediante la respiración y la relajación, técnicas de visualización u oración del Nombre de Jesús.
    Con esto y algo de ascesis, y disciplina, claro, se logra avanzar mucho en la paz y tranquilidad en la vida. Pero es una técnica de largo plazo y vivimos en el mundo de la inmediatez hasta para las curas de las enfermedades (¡lo quiero ya!)… y todo toma su tiempo. “Dios perdona siempre, los hombres a veces, la naturaleza nunca.”

    Gracias por la clase!!

  3. Ante todo, gracias por la nueva entrega.
    Una vez más vemos como estos monjes de filocalia nos colocan ante
    aspectos importantes de la tradición y de la reflexión cristiana y nos
    ayudan a encontrar su especificidad.
    Ante la pregunta: enséñame Padre cómo es posible que hayamos elegido – y
    no creemos que esté mal- introducir cuidadosamente el intlecto en el
    cuerpo y encerrarlo allí, el autor nos indica que sin duda esto no
    hubiera sido necesario en el estado original, pero tras la caída, el
    cuerpo ha perdido la capacidad de retener la gracia y necesita hacerse
    de alguna técnica o cuidado para hacerlo. Este, encuentra en el método
    de la respiración la manera de poderlo realizar. de este forma, por
    medio de esta técnica, sacamos del cuerpo la ley del pecado e
    introducimos el intelecto para vigilar. Se diría que este vigilar tiene
    que ver con la abstinencia como vimos en Hesiquio de Batos y ello porque
    es impensable que Dios se una a un intelecto pasional, es decir, el que
    está delimitado por el placer, el prestigio o la riqueza.
    Es preciso ayudarnos de esta técnica orante para erradicar determinadas
    conductas automáticas o adictivo-compulsivas y ayudarnos así para poder
    orar y orar para erradicarlas. Es de este modo como nos llenamos de la
    gracia.
    Creo que es un método efectivo en todo momento y en toda época, para
    poder vivir la oración y progresar en ella de una forma adecuada.

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