La paz del corazón
Estimadas Hermanas y estimados Hermanos, aquí tienen una nueva entrega de Apotegmas sobre la discreción. Un abrazo a todos y todas.
Lunes 6 de setiembre:
“El abad Marcos preguntó al abad Arsenio: ¿Es bueno no tener en la celda ninguna clase de víveres? He visto a un hermano que tenía unas legumbres en su celda y las estaba arrancando. El abad Arsenio respondió: Sí, es una cosa buena, pero depende de las disposiciones de cada uno. Por eso, si ese hermano no tuviera fuerzas para soportarlo, debería volver a plantar sus legumbres.»
Martes 7 de setiembre:
“Tuvo lugar en Scitia una asamblea para arreglar cierto asunto. Terminada la asamblea, el abad Agatón se presentó a los hermanos y les dijo: No habéis acertado en el juicio. Ellos le dijeron: ¿Quién eres tú y qué es lo que dices? Y él respondió:
Soy hijo de hombre, escritó está: ¿De veras pronunciáis justicia, juzgáis según derecho a los hijos de Adán?»
Miércoles 8 de setiembre:
“El abad Evagrio, al comenzar su vida monástica, fue a visitar a un anciano y le dijo: Padre, dime una palabra para que me salve. El anciano le respondió: Si quieres salvarte, cuando vayas a ver a alguna persona no hables antes de que él te pregunte. Evagrio, compungido por estas palabras, pidió perdón al anciano y le dijo: Créeme, he leído muchos libros y en ninguno de ellos encontré tanta sabiduría. Y se marchó muy aprovechado.»
Jueves 9 de setiembre:
“Unos hermanos se acercaron un día al abad Zenón y le preguntaron: ¿Qué significa eso que está escrito en el libro de Job?. El anciano respondió: Los hombres dejan de contemplar sus pecados por mirar al cielo. Por tanto, este es el significado de lo que preguntáis: Sólo Dios es puro, y por eso el cielo no es puro delante de El”.
Viernes 10 de setiembre:
“El abad José preguntó al abad Pastor: ¿Cómo hay que ayunar? Y le contestó: Me gusta que el que se alimenta coma con regularidad, pero privándose un poco para no saciarse. Y le dijo el abad José: Pero cuando eras joven ¿no ayunabas dos días seguidos?. Y le respondió el anciano: Créeme, he ayunado durante tres días y durante una semana, pero todo esto lo experimentaron los ancianos más notables y descubrieron que es bueno comer todos los días, privándose un poco cada día. Y me dejaron este camino real, que es mas llevadero y más fácil.»
Sábado 11 de setiembre:
“Un hermano preguntó al abad Pastor: ¿Qué significa aquella Escritura? Y respondió: En todo aquello en lo que te halla querido ofender tu hermano, mientras no te arranque tu ojo derecho, sin motivo te enfadas con él. Pero si alguno quisiera apartarte de Dios entonces enfádate con él”.
Domingo 12 de setiembre:
“El abad Pastor dijo: Es hombre aquel que se conoce a sí mismo. Y añadió: Hay personas que parecen guardar silencio, pero su corazón condena a los demás. En realidad están hablando sin cesar. Otros hablan desde la mañana hasta la noche y sin embargo guardan silencio. Esto dijo porque él nunca hablaba más que para el provecho de los que lo oían».
(ermitavirtual@gmail.com)
PAX
carísimo hermano julio, sería usted tan amable de explicarme el apotegma del 6 de septiembre a la vida cotidiana del monje. gracias
PAX
Estimada Hermana, podría tener más de una interpretación. Personalmente me inclino por la siguiente. Como sabes, los monjes y las monjas del desierto aplicaban la discreción al máximo, una virtud que acompañaban por el ayuno y la austeridad. El abad Marcos pregunta sobre el almacenamiento de alimentos, o sea seguridad, acopio de alimentos, peligro de glotonería, aspctos todos ellos que no ayudan a la discreción. El abad Arsenio, está de acuerdo con la conducta de aquel hermano que arrancó las legumbres de su celda. Sin embargo, como anciano experiementado y conocedor de las debilidades humanas, sabe que el hermano podría fracasar en el intento de renuncia a seguridades, por eso plantea que es preferible que recupere su huerta con tal que mantenga la paz, pueda mantenerse en su propósito.
En fin, estimada hermana, creo que el mensaje principal es que seamos personas discretas en nuestra práctica monástica. Ningún exceso es bueno. Un abrazo.
Respuesta a lo planteado sobre el Oficio Divino en Capilla:
Estimada Hna. María Jacob de la Transfiguración, mucha paz!
Interesante tu planteo. Me atrevo a compartir contigo algunas reflexiones desde mi experiencia. La RB fue escrita en el siglo V para hombres y mujeres de esa época. Quienes la leemos y sentimos la invitación de seguirla, tenemos la necesidad y obligación de contextualizarla XVI siglos después. Es necesaria un análisis exegético para recuperar su espíritu y desechar lo epocal.
Respecto al Oficio Divino, para Benito es uno de los tres pilares de la vida monástica, junto a la Lectio divina y el trabajo manual. Dedica muchos capítulos a regular el Oficio Divino. Pero Benito no tuvo en cuenta en Montecasino, que su Regla para Monjes llegaría a Africa y América. No es lo mismo ser monje en Montecasino que en Buenos Aires o Paraguay o Nairobi. La RB es un instrumento no un fin en sí misma. La vida de oración es lo esencial. Pero si utilizamos el esquema de la RB o el de la Liturgia de las Horas o directamente las Escrituras no es importante. Si usamos la versión de Alonso Shoekel o la Reina Valera o la Vulgata o los Salmos Criollos del Abad Mamerto Menapache no es importante.
En esta Fraternidad hay muchas tradiciones monásticas. Incluso quienes hacemos de la RB nuestra herramienta para la vida monástica, tenemos distintos criterios. La diversidad es una bendición de Dios no un obstáculo. De hecho, en la tradición benedictina encontrarás diversas formas de celebrar el Oficio Divino. Hay comunidades que celebran 7 horas, otras 5; unas celebran Vigilias y otras Oficio de Lecturas; unas en gregoriano y otras recitan o adoptan formas locales; una hacen inclinación profunda al canto del Gloria, otras apenas la cabeza y otras permanecen sentadas. Pero todas estas comunidades oran según el espíritu de la RB.
Muchos monjes y monjas que optamos por vivir la RB fuera de las comunidades tradicionales, hemos adoptado formas diversas de vida monástica. El trabajo nos tiene que permitir mantenernos y poder ayudar a otras personas. Quienes trabajan en países desarrollados seguramente destinarán menos horas al trabajo y dispondrán de mayor tiempo en la jornada para la Lectio y el trabajo; quienes trabajamos en países del tercer mundo dedicamos de 8 a 12 horas diarias, entonces se reciente la lectio y el trabajo, pero como dijo Benito, seremos verdaderos monjes cuando vivamos del trabajo de nuestras manos. Para algunos de nosotros, cumplir con la estructura litúrgica tal como lo plantea la RB es imposible.
Querida Hna. únicamente pretendo compartir compartir contigo algunas reflexiones. Un abrazo. Hno. Julio.
Es inmensa la sabiduría que brota de la permanencia en el silencio y la escucha… saber perseverar allí, en una espera paciente, pero sonora, hace que de a poco vivamos pobres de palabras, pero ricos en el espíritu… En el día de la Natividad de nuestra mamá María, que podamos contemplarla a ella, madre del silencio, que dio a luz La Palabra!!!
Un abrazo fraterno!