El Santo Nombre
La paz del corazón
Meditación XXII
Meditación XXII
La verdadera discreción no se adquiere más que a cambio de una verdadera humildad. Esta disciplina le enseñará al principiante a andar derechamente por la senda de la discreción.
No podrá caer en la ilusión quien no se deja llevar de su propio criterio y no sabe encubrir por falsa vergüenza los pensamientos que nacen en su corazón, sino que se abandona sin más a la sabiduría de los ancianos, para saber si los debe admitir o rechazar.
de «Colaciones» de Casiano
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Muy estimad@s en Cristo: El libro «Escritos esenciales», de Thomas Merton, ha sido añadido como libro de cabecera en la Biblioteca de la Fraternidad.
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9 Comments on “Meditación XXII”
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M-XII…..La relacion entre Discrecion y Humildad está clara.
El segundo parrafo siento deciros que no le entiendo en absoluto, me parece inconexo, cambia de sujeto como si fuera predicados. En fin ¿un alma caritativa me lo quiere aclarar?
Hermano… en el segundo párrafo creo que se sigue destacando la humildad como vía de acceso a la verdadera discreción: no dejarse llevar por el propio criterio y confiar los pensamientos con verdad a los que mas saben (ancianos espirituales) serían formas de conducta constructoras de esa humildad necesaria. No se si aclaro u oscurezco… le mando un saludo en Cristo.
No podrá caer en la ilusión quién [el principiante, sujeto en esta frase y complemento indirecto en la frase anterior] no se deja levar de su proprio criterio y no sabe encubrir por falsa vergüenza los pensamientos [ eso es humildad – no se dejar levar por su criterio y la falsa vergüenza] sino que se abandona [el principiante] sin más a la sabiduría de los ancianos [ es necesaria la humildad y también la confianza] para saber si los debe admitir o rechazar [para discernir si son pensamientos que lo conducen hacia el Señor (y los debe admitir) o non (y los debe rechazar). Más claro ahora, Uno Más?
Es necesario buscar el consejo de los prudentes y no fiarse de los propios pensamientos.
El camino espiritual es un camino que no se puede hacer solo. Con otro. Es verdad que no suele ser llamado hoy “anciano”: es un hermano que escucha y que con su experiencia nos envía de nuevo para nuestro camino cotidiano. Alguien que es “director espiritual” (expresión no muy estimada hoy), alguien que acompaña, que hace camino. Pienso que es importante escuchar y seguir el consejo que ese hermano nos da, aunque lo revisemos en otro encuentro. Es que escuchar y seguir su criterio personal es querer ser buen juez en su camino, es querer seguir su criterio personal, es no confiar que el diálogo espiritual es un dialogo a tres: yo, el hermano, el Espírito Santo. Personalmente, pienso que el Espírito Santo ilumina y se hace presente en el acompañamiento espiritual.
Gracias un saludo
Estoy totalmente de acuerdo .Debemos descubrir nuestros pensamientos al Director espiritual. Hablar con los panes acìmos de la sinceridad y la verdad.Dejarnos lavar, para tener parte con Jesùs.
Gran sabiduría es la de contar con el consejo de «los ancianos». Nadie es buen juez en sus propios juicios. Ser capaz de expresar lo que el Señor va inspirando en el alma, con sencillez es toda una gracia del Señor. Es algo que personalmente me cuesta mucho, por «falsa vergüenza». Le pido al Señor que me conceda esa gracia.
Un abrazo en Cristo.
Me gusta mucho este texto. Es verdad pura. El propio criterio puede ser un camino al error sino se coteja con la opinión de quién tiene mas experiencia en la senda espiritual. Y sino es el hecho de contar con un «anciano», al menos contar con la opinión de hermanos en la fe bien intencionados.
Un saludo fraterno invocando a Cristo!