Penitencia nueva y antigua
Estos no son tiempos en que se pone de relieve la penitencia. al contrario, frecuentemente se la «contesta» como una oscura herencia de siglos pasados.
La nuestra es la época en la que resalta sobre todo el amor.
Porque Dios es Amor.
Hoy, el principio de la conversión de las personas está generalmente en creer en el amor.
Y cuando sucede esto, brota un flujo de vida nueva. La fe en el amor de Dios nos abre los ojos y nos hace ver hombres, cosas y circunstancias como manifestación de este amor que se «explica» luminosamente.
Es difícil entonces, incluso a veces es imposible, no responder a este amor, a cuanto pide, a cuanto desea… Y los mandamientos de Dios se convierten así en medios para poder corresponder al amor con el amor.
Más todavía. Inconscientemente el alma advierte que el dolor es algo sagrado, que no hay que destacar, sino acoger, incluso desear. Descubre que es con el dolor como Dios nos ha mostrado su amor. Y es con el dolor, con la renuncia, con la muerte del propio yo, como podemos nosotros corresponderle. Y despunta así, por otro camino, la exigencia, de la penitencia.
Se puede chillar, se puede trastornar el orden de las cosas; se pueden pretender concesiones nuevas, absurdas e ilícitas; podemos abrirnos incluso a una sana renovación. Pero, por más vueltas que le demos, mientras se quiera seguir siendo cristianos, tenemos que reconocer siempre dos cosas: que Dios es Amor y que es amor crucificado.
Chiara Lubich
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
«Al atardecer de la vida te examinarán en el amor.» En verdad, Dios es amor. Y lo es porque es un Padre amoroso, perdonador, misericordioso, paciente y tolerante frente a nuestros yerros.»Shema Israel: Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu mente y con toda tu alma, y al prójimo como a ti mismo». Ese mandato lo confirma Cristo en su Palabra cuando nos dice: «Amaos los unos a los otros como Yo os he amado».»Mirad como se aman».»Antes de hacer tu ofrenda en el altar, ve y reconcíliate con tu hermano, luego ven y ponla en el altar».;Muchas veces olvidamos todo lo anterior, dejando de lado al Dios de la vida, del amor, de la misericordia y el perdón. En esta semana, llamada de pasión,y siempre, cumplamos con el mandato del amor que nos dejó Jesucristo, el Hijo de Dios que por amor a nosotros fue crucificado, muerto y sepultado, y que resucitó de entre los muertos para saldar así la culpa de nuestros pecados. Estemos siempre listos para que el día del juicio Cristo nos diga: «Venid benditos de mi padre porque cuando tuve hambre me disteis de comer; cuando tuve sed, me disteis de beber; cuando estaba desnudo, me vestisteis; y cuando estuve preso y enfermo, me visitasteis» Señor, por amor moriste en una cruz. Permíteme morir en la cruz del amor, para así servir a los demás.
Sólo pido luz entendimiento,para comprender el significado y valor del ayuno a los ojos de Dios. La frase «Dios es Amor,y es amor crucificado» es una guía para mi. Gracias.
Querido Hermano Gabriel:
Así lo vivo. Desde que JESUS se ofreció como victima en la cruz, nos libró del pecado y con Sú Resurreción nos permitió volver al Paraíso a Sú Reino; cierto que las consecuencias de aquel pecado nos hacen sufrir pero no menos cierto que Jesús también las sufrio en propia carne. Quizas, el tema está en que malinterpretamos la palabra penitencia; su significado está en la aceptación de las consecuencias del pecado original (que es muy fácil escribirlo, lo difícil es vivirlo), aceptar la injusticia, el mal reparto de la riqueza, los pecados propios y ajenos, AMAR AL PROJIMO COMO A UNO MISMO , es difícil, es desgarrador, hace daño, se sufre pero ahí está ËL , CRISTO nos da la fuerza que necesitamos para a pesar de todo vivir en SU REINO nosotros solo tenemos que estar despiertos.
Muy buena la cita gracias por ella.
Hay un pequeño error de escritura. Falta una S en la palabra no.
«Descubre que es con el dolor como Dios no ha mostrado su amor». Lo correcto sería, «con el dolor Dios noS ha mostrado su amor».
Un saludo invocando el Nombre de Jesús
Tienes razón, ¡muchas gracias!
Si se ama se acepta y se acepta con alegría, porque sabemos que todo viene en ese Amor, tanto los gozos como las pruebas. En las pruebas nos aproximamos a Cristo, aceptando esa ínfima porción que nos deja para nosotros de toda esa que nos corresponde por nuestra propia condición y miserias. Ellas nos dan ese misterioso «dolor gozoso» que va más allá de la resignación y que es la aceptación de estar junto a ÉL en lo que que EL aceptó para liberarnos.
Todo es don de Dios. Los gozos y las pruebas aceptados nos llevan a ÉL.
Dios es amor crucificado…
Esto es lo que debemos tener siempre presente…
Gracias,hermanos/as. y bendiciones.