«Por Él ofrezcamos de continuo a Dios sacrificio de alabanza, esto es, el fruto de los labios que bendicen Su Nombre» (Hebreos 13, 15).
No silencies la ininterrumpida invocación de tu oración, aun cuando puede que tu llamada salga de un corazón aún en guerra consigo mismo y medio lleno por el mundo.
No te preocupes. Sigue adelante con la oración, no dejes que enmudezca, y no te inquietes.
Ella se irá purificando a sí misma por la repetición. Nunca dejes que tu memoria olvide esto: Mayor es Quien está en vosotros que quien está en el mundo.
Dios es mayor que nuestro corazón, y conoce todas las cosas, dice el Apóstol».
Ejercicios Espirituales sobre «El Peregrino Ruso» del día 29
EJERCICIOS ESPIRITUALES SOBRE
“EL PEREGRINO RUSO”
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Breve comentario y ejercicio
Estimad@s herman@s en Cristo Jesús.
A poner nuestro mayor empeño.
Como si fuera el último día de nuestra vida, hagamos lo que esté en nuestro poder para rezar más y mejor, para avisarle a la mente que un nuevo hábito esta naciendo desde el calor del corazón…
Desde nuestra profundidad surge un anhelo de unión con Dios, una búsqueda amorosa que hemos llevado adelante toda la vida, aunque a veces hayamos creído perseguir otras cosas.
¿Que hemos buscado desde que vinimos a la vida sino el abrazo amoroso de Aquél que nos creó? ¿No nos hemos sentido cautivados una y otra vez por Su misterio?
Cuantas veces hemos dicho: ¡ Amor de mi vida, donde estás que no te puedo encontrar !
Lo hemos buscado tanto y terminaremos diciendo mas tarde o más temprano, como el santo: “sino que eras tú quien …… estabas dentro de mí, más interior que lo más íntimo mío…” (Confesiones San Agustín)
Os proponemos el siguiente ejercicio para hoy, penúltimo día de los ejercicios:
Sin decir nada, en el más silencioso de los secretos, concentrémonos en mirar a los ojos a los demás, a los que nos vamos a cruzar durante el día, en el trabajo, la familia, el estudio…
Nada llamativo, discretamente, cuando hablemos, saludemos, entablemos relación, prestemos atención a los ojos del otro. Quizás lo hagamos con frecuencia con algunas personas que amamos; se trata en este caso de hacerlo con el panadero, la verdulera, el taxista.
Miremos los ojos del otro y si lo recordamos, cuando le atendamos, repitamos con suavidad en nuestro interior:
“Señor Jesucristo, ten misericordia de todos nosotros”
En el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
Hermanos.
Gracias por brindarnos todo lo referente a la oración del corazón.
Tengan una Santa Cuaresma.
Paola
El alma de cada ser humano es una perla perfecta, en el centro de ella mora la Santísima Trinidad. ¡Gloria a Dios!
Buenas Tardes, gracias a Dios por existir esta comunidad de Camaldulenses. Su testimonio es vivo y su oración y contemplación me hacen agradecer su presencia entre nosotros. Me gustaría tener información sobre la fraternidad, Bendiciones
Ada
Estimada Ada, hermana en el amor a Jesucristo.
No somos Camaldulenses aunque nos sentimos unidos a ellos.
Nuestra vocación es la oración de Jesús y la Hesiquía.
Un abrazo en Cristo Jesús.
Que hermoso. Graciassssssss
Jesús, ten piedad de mí. Ten compasión de tu sierva!
Auristela