La paz del corazón
«La mente, con todo lo que de ella depende, quiere ocupar el primer lugar entre los medios divinos; hay que reducirla al último, como si se tratara de un esclavo peligroso, que no es de fiar. El corazón sencillo, si sabe utilizarla, puede sacar de ella gran provecho; pero no es menos cierto que también puede estorbar mucho sino está bien sujeta…»
del Cap VI del Tratado del Santo Abandono de J. P. de Caussade SJ
Queridas amigas y amigos en el Santo Nombre de Jesús: Esta semana, concentramos la atención, en la intención de recibir cada acontecimiento como lo que es: algo puesto allí por la divina providencia para nuestra elevación espiritual.
Si quieres participar en los momentos de oración leyendo el evangelio del día, algún salmo o recitando La oración de Jesús puedes pedir tu inclusión en el grupo de Whatsapp organizado por Guadalupe:
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A mí me pasa a menudo lo que a Pepa, está la luz y la oscuridad, lo que unifica y lo que divide, lo que pacifica o trae el disturbio; no sabemos dónde estamos parados. Si hubiera una piedra de toque, como las tienen los joyeros para probar los quilates del oro. Por temporadas, suelo pasar mucho tiempo tratando de discernir si es la mente, si es el corazón, y la verdad me hago un lío. Muchas gracias Pepa, por preguntarlo, muchas gracias Mario, por tu paciencia de siempre.
Hola Juan, Cristo te cuide. Me llevo tu consulta a la clase de Filocalía del viernes próximo. Sí, es importante diferenciar cuando estamos tratando de discernir solo con la mente. Esto nos lleva a un ida y vuelta donde nunca nada viene a apoyar una de las opciones de manera definitiva. Quiero decir: Si analizo con la mente al mando, las dudas nunca cesan. Porque el mecanismo mental precisamente, se basa en una permanente dialéctica o juego entre opuestos. En cambio, si a la mente le sumamos corazón y cotejamos eso con las posibilidades de la propia acción, ya queda más claro lo que sería coherente hacer. Actuar unificados entre pensamiento, sentimiento y acción es lo que se vive como acuerdo interior. Eso es un poco desde Fenomenología. Los monjes de Filocalía simplifican esto de modo mucho más operativo: «Hacer todo en la presencia de Dios y tratar al prójimo como nos gustaría que nos traten» y todo eso en el marco de la oración incesante. Si estamos en oración, la conducta nunca es equivocada, porque el Espíritu está en ese momento ordenándolo todo. Bueno, me he extendido. Un abrazo fraterno!
“Hay que reducir el poder de la mente al máximo” Esta frase y su desarrollo me está dando mucho que pensar (o sea, estoy utilizando la mente)! Sabemos que hay que seguir los dictados del Señor en cualquier momento de nuestro día, de nuestra vida. En nuestros viajes continuos. Dentro de mí está la decisión firme de querer seguir los dictados del Señor en cada ocasión, en cada momento. Pero no logro discernir cuales son realmente sus dictados y como reconocer realmente los de la mente.
Quisiera ser capaz de encontrar ambos caminos para seguir los que me marque el Señor.
Imagino que la mente será la fuerza del “ego” – llamado falso -que nos fuerza a actuar de acuerdo a nuestros deseos y los dictados del Señor será nuestro espíritu o “ego verdadero2 que nos ayuda en el camino hacia la verdad.
Realmente confío en que el Espíritu Santo me ilumine a discernir.! -Gracias Mario
Hola Pepa! Pues, que lo has resumido perfecto. Hay varias formas en que podemos verlo hasta que nos quede claro. Por ejemplo lo que da oscuridad o luz. Lo que violenta o pacífica. Lo que divide o unifica.
Por lo general, todo lo apropiativo, lo posesivo,lo que es un «para mí» ya nos da la pauta clara.
Veremos de comentar más en la próxima de Filocalía o en el encuentro del sábado si Dios quiere. Y sino también la seguimos por aquí.
Un abrazo grande Pepa y gracias por todo !
GRACIAS A TI!!!!!!. Si sería muy interesante comentarlo más, porque resulta difícil…. A veces contradictorio. Y sin embargo ahí está el Camino que debemos reconocer y seguir.
Que Dios te bendiga por tus enseñanzas que tanto nos ayudan a encontrarle. O al menos tratar de hacerlo. Hoy leía algo que también da que pensar en este mismo sentido. «No debemos sentir miedo por lo que debemos afrontar – Harás lo que tengas que hacer».
Buenas tardes tuyas…. Yo ahora me voy a Misa. Es mi cierre del día.
Buena frase Pepa esa que mencionas. Pareciera que cada situación y /o cada problema trae consigo su propia solución o respuesta. En la situación misma esta resuelto el enigma que se nos plantea. ¿Qué hace falta para para descubrir esto? Atención y oración continua. O, en otras palabras: Actitud de entrega a la voluntad divina y hacer lo mejor posible en cada momento según mi leal saber y entender. Ahí vamos, todos con paciencia y un poco a los tropezones. Un abrazo grande amiga, Cristo te cuide.