La paz del corazón
Esto de las tres pasiones básicas del ser humano, puede ser mirado desde varios ángulos. Por ejemplo, desde el punto de vista del ruido que implican en nuestra mente. Esta, refleja los múltiples deseos y sus temáticas rondan siempre en torno a las misma cosas. Cambian los argumentos, pero no la música de base, el esquema de la trama es siempre similar.
Las divagaciones que velan el silencio están relacionadas de un modo directo o indirecto con las esclavitudes básicas que nos condicionan. El afán de riqueza, la búsqueda de prestigio o el deseo de placeres. Dentro de esas tres grandes áreas puedes incluir multitud de pequeñas apetencias y anhelos que son el motor subterráneo de mucho pensamientos.
Entonces, si buscamos el silencio hay dos caminos que se complementan y que nos pueden ayudar a permanecer en la ermita interior. Uno es desatender las ensoñaciones, es decir dejar de lado el diálogo interno, llevando la atención a la percepción del cuerpo o del entorno que nos rodea o de la respiración y ponernos a escuchar la oración que se repite por sí misma en el corazón. Aplicarse al momento presente completamente quita combustible al fantaseo y aquieta la mente.
Y otro camino que se puede practicar en el día a día, mediante reflexión y autoobservación, consiste en tener claro como se activan en cada uno las pasiones básicas y por lo tanto las preocupaciones que se derivan de ellas. Este saber por donde «me aprieta el zapato» me permite anticiparme y detectar las compulsiones antes de ser tomado por ellas.
¿Qué cosas me esclavizan? Y mirarnos de verdad, con paciencia y amables, sin mortificación. Pero una mirada resuelta nos permite conocer donde hace agua la casa, de que manera perdemos energía sin necesidad e intuir los actos que podemos ejecutar para ir transformando estas cuestiones, o lo que es lo mismo, para ir creciendo en libertad. Mientras menos necesitamos más libres somos. Y esto no implica un ascetismo riguroso, ni vivir en la carencia de recursos, o en el descrédito, ni andar esquivando los placeres que el devenir nos trae.
La libertad es otra cosa. Siendo conscientes de la propia plenitud inherente, nos dirigimos hacia las personas, las cosas y el mundo no por carencia, en busca de compensación anestesiante, sino como expansión de eso mismo que vive en nosotros y cuya esencia es darse. En otras palabras, permitir que Cristo viva en nosotros y a través nuestro.
Citas recomendadas: Mateo 4, 1 – 11 / Lucas 4, 1 -11 / 1º Corintios 10, 13 / Marcos 7, 20 – 23 / Salmo 38, 9
Práctica sugerida relativa al tema del post
Avisos de eventos próximos
Sábado, 10 de febrero a las 18:30 h España – 14:30 h Argentina
Taller: “Escuchar la sabiduría interior» – https://us02web.zoom.us/j/86990135486
Miércoles, 14 de febrero a las 19:00 h España – 15 h Argentina
Curso de Mística cristiana, con María Toscano: «La espiritualidad, fundamento de la existencia” https://us02web.zoom.us/j/88619724529
Me produce confianza y paz . Gracias gracias.
Agradezco infinito la guía de esta semana. Me da paz y esperanza .
Buenos días,
Gracias. Disfruto leyendo, mi espíritu se expande y noto el cambio en mi .
Un abrazo a la Fraternidad del Santo Nombre.