La paz del corazón
Todo arte, toda profesión tiene su blanco y objetivo, es decir, su destinación particular o, lo que es lo mismo, el fin que le es propio. Todo el que quiera conseguir seriamente ese fin, se lo pone de continuo ante sus ojos.
En esta visión sobrelleva todos los trabajos, peligros y pérdidas con gusto y ánimo igual. Pues bien, lo mismo acontece en nuestra profesión monástica. También ella tiene su blanco, su objetivo, su fin particular.
de «Colaciones» de Casiano______________________________________________
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Que en todo arte y toda profesión se encuentre un maestro que sea siempre ante todo discípulo de la palabra del único maestro, sin dejar de ser testigo no de la perfección, sino de la conversión, porque si él vive lo que enseña no temerá repetir lo que diga, así su enseñanza será formativa en vistas a una transformación, ya que si solamente informa no forma.
Dios nos asista en lo ordinario
Juan diego.
Hermana: Mí profesión ahora es estar ante Dios con un corazón puro y dispuesto a seguir su voluntad.