La paz del corazón
Me encuentro muy mal. Atravieso un estado negativo. La situación no tiene nada bueno. Me angustia lo económico, mis seres queridos no están bien tampoco, el día a día es agobiante; la fe me flaquea, rezo y rezo pero nada ocurre distinto o para mejor.
Pues sí. Lo primero es reconocer esto que sucede. Aceptar que así se encuentra mi ánimo; esto veo, esto siento, hay estos pensamientos oscuros agobiándome que pasan por la mente; hay dolor, temor, congoja, ansiedad, tal vez desesperanza. Todo esto hace mella en el sentido de mi vida, en el significado, hace temblar el andamiaje que parecía tan bien construido poco tiempo atrás… Entonces, reconozco y acojo, recibo estos sentimientos y dejo de pelearme con ellos.
Esto quiere decir que me sitúo, me ubico como ese abierto espacio de consciencia donde todo esto se da. Los pensamientos, los sentimientos, el miedo y la angustia, todo eso se está manifestando en un campo consciente, es un ambiente interior y yo soy el que lo está atestiguando. Permanece allí mirando, con esa claridad que tienes al contármelo; porque una cosa es la angustia y otra el que la mira. Una cosa es el miedo y otra el que se da cuenta y lo atestigua.
Recuerda que «… Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí». (1º Corintios 13, 12) Es decir, lo que vemos ahora no puede ser comprendido y significado desde nuestro estado actual; no vemos el panorama completo y por lo tanto, nos resulta oscuro el significado que este momento tiene en nuestro proceso y en el de aquellos que nos rodean.
Usemos una metáfora: ¿Recuerdas cuando vivías aterrado en el interior de una pesadilla? ¡Que alivio fue el despertar! Del mismo modo nos sentiremos, cuando habiendo cruzado a la otra orilla y libres ya de los velos que nos ocultan lo Real, caigamos en la cuenta del mundo espiritual, de eso que es la sustancia de todo lo manifestado. Que alegría será reconocer el verdadero hogar y que asombro tendremos de haberlo olvidado durante nuestra estancia aquí. (Tobías 12, 11 – 19)
Recomendamos mucho el cuento sobre los gemelos que encuentras al hacer clic aquí
y que ayuda a explicar lo que transmitimos en el texto del post.
Queridos amigos/as, la Lectio Fraternus, ha cambiado su horario a las 20 hs. de España, 15 hs. de Arg. Nos vemos si Dios quiere, este domingo 5 de mayo, en el siguiente enlace:
https://us02web.zoom.us/j/87442719982
Aquí una nueva página del blog con
Entrevistas del Santo Nombre
Buenos días Mario, gracias y Bendiciones 🙏, por el tiempo dedicado a mantener la información actualizada un abrazo en Cristo Jesús