La paz del corazón
«… desde entonces estoy convencido, de que la tarea principal de la educación religiosa y del catecismo, es la transmisión de esta unidad de relación entre Dios y los hombres. Hasta que no se haga carne esta realidad, la fe cristiana es una teoría ineficaz.
Nos comportamos frente a Dios de la misma manera que tratamos a las personas. El paralelismo es matemáticamente exacto sin excepción. En sentido más estricto incluso tenemos que hablar de un componente más. La relación con nuestros semejantes que debe equipararse con la relación con Dios, corre también en forma paralela a la relación que tenemos con nosotros mismos. Si rechazamos al prójimo, rechazamos también a Dios y por lo tanto también a nosotros mismos.
El que no se ama a si mismo, no puede tampoco amar al que le otorga la vida, o sea, a Dios. ¿Si no nos amamos a nosotros mismos, de donde sacamos el amor a nuestro prójimo? No nos podemos odiar y al mismo tiempo estar dedicados a Dios y al prójimo. Solo tenemos un corazón con el cual podemos amar a Dios, a los seres humanos y a nosotros mismos. Estas relaciones están ligadas entre si en forma indivisible».
de «Ejercicios de contemplación» de Franz Jalics, leído en la oración matutina del jueves 9 de enero
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Hola, he podido escuchar a Pilar y a Mario ambos tan acertados…me quedo con ganas de mucho más!!! Inestimable ayuda para ir creciendo cada día..esto es un no parar!