La paz del corazón
La simplicidad, la austeridad, la sobriedad; son matices de un mismo acto en pos de lo único necesario. (Lucas 10, 41-42)
Liberar nuestra vida de lo superfluo, despejar lo que obstruye, limpiar; permitamos al desierto formar parte de nuestra vida.
Hagamos desierto en nuestras cosas, en nuestras palabras y movimientos, en nuestros hábitos y pensamientos.
Es posible que ocurra en nuestra vida un cambio sustancial, una transformación profunda. El nacimiento de Cristo en el corazón es una experiencia deificante, que puede tornarse estado de vida y no un fulgor ocasional y accidental.
¿Creemos posible que esto ocurra en nosotros? ¿Consideramos posible realmente que nuestra determinación ‒movida por el deseo de Dios, de eternidad, de lo que no muere‒ se una a La Gracia siempre disponible, para operar en nosotros el surgimiento del hombre nuevo? (2 Corintios 5, 16-17)
Porque si no tenemos esta fe construimos un muro que nos separa del soplo del Espíritu, y ya desde nuestra propia mente impedimos la renovación.
Recomendamos para Lectio: Marcos 9, 23-24
Texto propio del blog
Sólo hay una tristeza,la tristeza de no ser santos.Esta corta frase de Lèon Bloy es obsesionante.
Sí creo en la santidad por supuesto ,pero cuando decidí ,que era eso lo yo quería ser , ahí lo arruine todo .Pues no depende de mi.
Dios escoge a quien quiera y lo hace santo con su aprobación.
Comprendí que a mi me toca hacerlo todo ,como si dependiera de mí , pero sabiendo que todo depende de Él.
Creo, Señor pero aumenta mi fe, gracias.
Querido hermano, no dudes de que ese «cambio» es totalmente posible en nosotros ni dudes de que todos podemos alcanzar la santidad, no es solo para «algunos».. . Soy testigo y he vivido esa profunda conversion de la que habla San Pablo, a mi tambien el Señor » me tiro del caballo» y me hizo ver la miserias de mi corazon…Vivi la peor situacion de mi vida donde heri , fui herida, sufri mucho y pedi la Gracia mientras invocaba el Nombre del Señor para poder cambiar…Alabado sea nuestro Dios Misericordioso que se apiado de mi y me trasformo.. Les aseguro que es verdad: el alma vive esa «experiencia deificante» y realmente se torna estado de vida…
SI,es cierto: «EL HOMBRE NUEVO ES POSIBLE»…
Gracias hermanos del equipo de Hesiquia!!
Para este paso tan grande debemos suplicar la humildad de corazon
«Creo Señor, ayuda a mi incredulidad»
Sí creo, espero que antes que el Señor me llame al otro mundo esto haya ocurrido en mí. Creo además que operaría una gran felicidad y un alivio enorme en mí el quitar todo lo superfluo y poder vivir solo con lo importante. Hemos sido creados por Dios para un fin, pero a veces qué difícil es entender qué es lo que el Señor particularmente quiere de nosotros!. Ojalá pueda ver y hacer la voluntad de Dios y disfrutar de ese cambio en mí para mi beneplácito y el de los que me rodean. Le pido al Señor que el Soplo del Espíritu y la Gracia operen en mi la renovación que sé necesito, amén.
Creo Señor que puedo ser deificado, ¿¡cómo no creerlo si para eso me creaste!?, ¿¡cómo no creerlo si para eso te encarnaste!?, ¿¡cómo no creerlo si para eso te sacrifiste, resucitaste y me bautizaste!?, Sí, creo Señor, pero ante un misterio tan grande y mi ser insignificante, ayuda Tú mi poca Fe. ¡Señor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de mí pecador!
no se si se puede realizar este «cambio substancial». Tal vez aquellos que puedan realizarlo son los santos. Ya me parece un tal santo nuestro Papa Benedikt,