La paz del corazón
El Señor descubre su gloria en presencia de testigos escogidos, e hizo resplandecer de tal manera aquel cuerpo suyo común a todos, que su rostro se volvió semejante a la claridad del sol y sus vestiduras aparecieron blancas como la nieve. En su transfiguración, se trataba, sobre todo, de alejar de los corazones de sus discípulos el escándalo de la cruz, y hacer que la ignominia voluntaria de su muerte no pudiera desconcertar a estos antes quienes sería descubierto la excelencia de su dignidad escondida.
Pero con no menor vista se estaba fundamentando la esperanza de la santa Iglesia, ya que el cuerpo de Cristo, en su totalidad, podría comprender cual habría de ser su transformación, y sus miembros podrían contar con la promesa de su participación en aquel honor que brillaba en la cabeza de antemano.
“Este es mi Hijo amado,…escuchadle”. Escuchadle, a él que abre el camino del cielo, por el suplicio de la cruz, vosotros preparar las enseñanzas para subir al Reino. ¿Por qué teméis, ser redimidos? ¿Por qué, heridos, teméis, ser curados? Qué más voluntad hace falta que el querer de Cristo. Arrojad el temor carnal y armaos de la constancia que inspira la fe. Pues no conviene que dudéis en la pasión del Salvador que, con su auxilio, vosotros no temeréis en vuestra propia muerte…
En estos tres apóstoles, la Iglesia entera ha aprendido todo lo que vieron sus ojos y oyeron sus oídos (cf 1Jn 1,1). Por tanto la fe de todos ellos se vuelva más firme por la predicación del santo Evangelio, y hace que nadie enrojezca ante la cruz de Cristo, por la cual el mundo ha sido rescatado.
Comentario del Evangelio de hoy (Lucas 9,28b-36) por:
San León I el Magno ( ?- c 461), doctor de la Iglesia
Sermón 51, 2-3, 5-8.
Transfiguración. Manifestación anticipada de la resurrección de Jesucristo. Expresión divina de la realeza del Hijo de Dios.» Este es mi hijo.el amado, escuchadle» Epifanía de amor. Divinidad y majestad expresada en el Tabor. Experiencia de fe en el Señor que habrá de resucitar día a día dentro de mi corazón. Monte, subida, oración, meditación, y encuentro con el Hijo de Dios. «Que bueno es estar acá contigo Señor». Blancura prístina, luz esplendorosa y refulgente, epifanía de amor, encuentro permanente con el Dios de la vida y del amor. Experiencia mística de la eterna presencia de Dios en el mundo, a través de su único hijo, Jesucristo, el Señor. el Mesías, el Transfigurado del Tabor, el Resucitado de Jerusalén, mi Redentor.
Que comentario tan precioso ,el de San León I , El Magno.
La Cruz que salva , libera, reconstruye nuestras Vidas. Cristo , se dona , por el Padre se pide, o así era el Proyecto.
Levanto los ojos al Cielo, y agradezco, nuestra Redención , por Cristo en la Cruz.