La paz del corazón
Mediante dos alas las personas se elevan sobre las limitaciones humanas: ellas son la sinceridad y la pureza. Sinceridad debe haber en la intención, pureza en los afectos. La sinceridad orienta hacia Dios, la pureza lo abraza y aprecia. Ninguna buena acción te obstaculizará si estás libre interiormente de afectos desordenados. Si nada intentas ni deseas fuera de la voluntad de Dios y la utilidad de tu prójimo, podrás gozar enteramente de la libertad interior. Si tu corazón fuese recto entonces toda la naturaleza sería para ti espejo de vida y libro de santa enseñanza. No existe ninguna criatura tan pequeña o tan vulgar que no represente de alguna manera la bondad de Dios.
Kempis» Imitación de Cristo» – Enviado por Gabriel de Sta. María
Eucaristía de hoy Domingo 29 de Marzo
9° Clase de Filocalía, 2° sobre Antonio El Grande
Queridos hermanos, perdonad que me salga un poco del tema, pero estaba considerando hoy si esta infestación global no sería tan sólo el pequeño reflejo de una infestación más grave de tipo espiritual. En ese caso sería más que recomendable tenerlo muy en cuenta e invocar específicamente al Espiritu Santo: Fuego, Agua y Viento purificador.
Me gustaría conocer vuestra opinión y explicaciones.
Yo, por si acaso:
“ESPIRITU SANTO, VEN”