Undécima clase de Filocalía

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Aquí debajo el audio del texto en el que se basa la 11° clase de Filocalía

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7 Comments on “Undécima clase de Filocalía

  1. Ante todo, postrame a los pies de la Santa Cruz. Y luego, bendecirle hermano Mario, por cómo nos bendice con sus palabras, iluminadas no sólo por los Padres, sino por el Cristo mismo, vivo, resucitado. Ni palabras hoy tengo pues siento que todo ya está dicho, y lo recojo todo en mi corazón, para que todo ello me ayude a custodiarlo.
    Cristo está presente en la Palabra, y en las palabras que a Él señalan, que a Él remiten, que de Él florecen. Bebiendo de Su Gloria, y de Su Gozo en nuestro Corazón, hoy, hermanos, nada más sale de mi boca
    Agradecerle, estimado hermano Mario, su excelente apertura del texto.
    Un abrazo hermanos en Su Amor, pura Luz del Espíritu.
    M.Carmen Piña

  2. Un saludo para todos. Estas cosas que tiene Dios cuando uno menos se lo espera..
    Ayer después de poder leer y escuchar la clase Pseudo Simeón y con dudas sobre algunos puntos de la segunda forma de oración y porque era negativa.. que sigo rumiando..
    Encontré en un pequeño libro que hacia tiempo que no leía de San Paisios del monte Athos (santo de nuestro tiempo que murió en 1994) unos párrafos que quería compartir porque tiene puntos bastante similares a la de las últimas clases que llevamos. (perdón por la traducción .. )

    ” El anciano enseño (Paisios):

    Tu objetivo debe ser el de limpiar el alma y la absoluta sumisión de la mente a la gracia Divina.
    Reza para conseguir este objetivo, humildemente repite la oración de Jesús, teniendo en mente que necesitas absolutamente la misericordia de Dios.
    Si haces esto , la gracia de Cristo vendrá a su tiempo.
    Solo para que venga tienes que en alguna forma “mover” a Cristo (con amor , humildad,..) solo después recibirás su gracia.
    Más aún es necesario que el transmisor y el receptor (Cristo y nuestra alma) se encuentre sintonizados en la misma frecuencia: lo que Cristo dice, haremos, y eso, lo que pedimos, dejemos que Cristo lo haga. Deberíamos tratar de parecernos a Él en nuestros pensamientos y acciones.
    De lo contrario, las baterías de nuestro receptor se descargarán en vano (ayuno, repeticiones del rosario …) [….] trata de ser humilde y obediente…. “

  3. Pingback: Carta sobre la obediencia de San Ignacio de Loyola | Fraternidad Monástica Virtual

  4. Gracias por la clase. Es cierto que el cuidado del corazón es la clave y que la sobriedad va unida a la oración.. Mi reflexión va mas bien en la linea de los otros dos métodos, quizá no tanto el primero, que es muy endeble, pero el segundo a lo mejor en algún momento es necesario. Independientemente de si se usa o no, tendríamos que preguntarnos cuando y como usarlo debidamente.

    • Sí así es. Al parecer el Pseudo Simeón acepta que son etapas que necesariamente pasará el monje. Incluso dice que de cada método nos llevamos enseñanzas. Creo que trata de advertir para evitar el quedarse muy anclado en uno de los métodos. Un abrazo !

  5. Queridos hermanos en Cristo, espero que os encontréis bien.
    Me pasa que estoy viviendo esta tragedia, este colapso del mundo y la vida diaria tal y como lo entendemos, con enorme tristeza y angustia, pero también como una oportunidad única de refugiarme en la casa de Nuestro Padre Dios.
    Si nos reconocemos hijo pródigo, que lo ha perdido todo (salud, trabajo, economía, relaciones, viajes, intereses diversos, costumbres diarias, libertad de movimientos…), pienso que es más fácil encontrar a Nuestro Padre QUE NOS ESTÁ ESPERANDO para vivir este confinamiento -y los que vengan- en su casa y cuidarnos personalmente.
    En estos tiempos es Él quien desea curar personalmente nuestras heridas físicas, psicológicas o espirituales, quien desea cubrir personalmente todas nuestras necesidades vitales, quien desea recomponernos, reconstruir personalmente los pedazos de vida rotos, quien desea personalmente mostrarnos la Vida Trinitaria en su sencilla intimidad y devolvernos la Alegría.
    En la casa del Padre convivimos con el Hijo -«Tú siempre estás Conmigo, y todo lo Mío es Tuyo»-, el Espíritu de Amor y nuestra Santísima Madre.
    Busquemos ese Abrazo reconfortante y descansemos en ese Hogar, que es el nuestro.
    Feliz Camino Pascual para todos.

    «PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS»

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