La paz del corazón
Diferenciar lo necesario de lo que no lo es y actuar en función de la necesidad, es una forma de ayuno integral. Esto vale para la comida y la bebida, para las palabras y acciones, para los pensamientos y sentimientos, para las aspiraciones y proyectos…
Lo necesario por excelencia está sintetizado en «Maestro, ¿Cuál es el mandamiento más grande de la ley? Jesús le respondió: Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas». (Mateo 22, 36 – 40)
Esta es una regla de vida necesaria, simple y profunda, válida en toda época y circunstancia; al centrarte en esto, no necesitas más. Cualquier aspecto de nuestra vida puede ser pasado por el tamiz de estos versículos. De lo que es necesario no se debe ni se puede prescindir. Los deseos son otra cosa y admiten muchos matices. Vivir basados en lo necesario es vivir en el desierto… (continúa)
Unidos en oración «Señor Jesús ten piedad de mi que soy un pecador» Paz y bien