La paz del corazón
¡No corras. Ve despacio,
que donde tienes que ir
es a ti solo!
¡Ve despacio, no corras,
que el niño de tu yo, recién nacido
eterno,
no te puede seguir!
Si vas deprisa,
el tiempo volará ante ti, como una
mariposilla esquiva.
Si vas despacio,
el tiempo irá detrás de ti,
como un buey manso.
Juan Ramón Jiménez, Eternidades 1918 poema (XXXVI)
Enlaces de hoy:
Dios llama a todos sin distinción
¡Gracias!, el audio libro ha sidoo inspirador y lleno de frases que me conducen al encuentro con lo buscado……, desde su simpleza abarca mi mundo interior y considera mi humanidad sin juicio, como la suave ternura del padre que observa la torpeza del hijo. Cada vez que lo medito me habla de algo nuevo ¡gracias! De corazón a esta bella comunidad del Santo nombre.