La paz del corazón
«El hombre se sitúa en el reino de la disimilitud cuando vive pendiente de las cosas externas. Las más de las veces es por puro afán de novedades, mera “concupiscencia de los ojos” (1 Jn 2,16), deseo de experimentar y conocer, es decir, se deja llevar por el instinto de apropiación de las cosas. Así, cree que las cosas le sirven a él, pero es él quien vive alienado por ellas, esto es, obligado a salir fuera de sí mismo.
Supone que la felicidad está en acumular posesiones y demás objetos externos, pero “los hombres que desean lo que está fuera de ellos viven en un exilio respecto de sí”. El problema es que muchas personas confían en obtener felicidad mediante la posesión de riquezas, el disfrute de todo tipo de placeres, etc. Sin embargo, todos estos goces no son estables, pues vienen y se van, y además no son plenos, porque nos mueven a desearlos con mayor intensidad.
De esta manera, el hombre vive esclavizado por sus deseos y por la fe que ha depositado en las percepciones que vienen de los sentidos. En la medida en que se cuestione que tales percepciones pueden ser erróneas y que están distorsionando la realidad originando espejismos que adormecen el alma, el hombre estará despertando a la verdadera libertad. Al igual que ya explicaba Platón en su mito de la caverna, la libertad solo se alcanza cuando uno se libera del espeso sueño de los sentidos».
Pág 374 «San Agustín y el método de la atención a sí mismo» en «Historia de los métodos de meditación no dual»
Dos enlaces sugeridos:
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Haz clic aquí para el audio/vídeo 1 de «El regalo de tu nombre»
Muchas gracias por la reunión, la sigo con mucha atención igual el curso de filocalia, en ambos no me esta siendo posible participar en tiempo real, pero veo los videos y me enriquece mucho. Muchas gracia. Dios les bendiga.