La paz del corazón
… Me adentraba en otro espacio tiempo por así decir. Era como quedar envuelto en un ambiente de silencio vivo, donde regían otras leyes, otros temas, otros valores; todo era distinto. Me sucedía un poco lo que nos ocurre al ponernos gafas cuando tenemos miopía, que de pronto las cosas se vuelven nítidas y precisas y en cierto modo bellas. Por aclararlo más… me sentía valioso, respetable y confiable, me sentía querido solo por quedar en el campo de influencia de su mirada, de su talante, de su modo de estarse viviendo.
Es que me hallaba abarcado por su visión del mundo, de las personas y de las cosas, entrábamos en modo gerundio diría hoy. Todo era parte de un proceso, todo se estaba desplegando y el devenir se volvía sagrado o cobraba sentido. Esto era lo que más me asombraba, que no había nada para él que estuviera fuera del asunto importante. ¿Cuál es esa cuestión que permanece en el fondo de cualquier situación?
De si el espíritu se hace fuerte o si se debilita. Si la esencia que es la chispa divina que soy, está al mando del cuerpo y de la mente o si por el contrario, se aletarga y oscurece oprimida por las esclavitudes adquiridas. Todo se encuadra en ese marco, ese es el criterio que permite unificarnos en la presencia durante las actividades cotidianas. Que todo es providencia y que mi interacción con ella me nutre para la vida eterna, para el más acá y para el más allá de este plano de existencia.
El crepitar del fuego, el aroma del café, el sonido de la cucharita en el jarro de latón, las aves, las hojas que cantan ejecutadas por el viento de la tarde… la respiración, las hormigas que acarrean pequeñas briznas y esos ojos cálidos que enternecen al más duro. Todo eres Tú, todo es bueno porque vive en vos y viene de Ti… Que suave es la sobria calidez de tu amor. ¡No te duermas corazón! Despierta, que viene desde muy lejos, ya se asoma y sonríe ese que siempre te ha llamado, el que nunca deja de buscarte, aquél que te habló en lo secreto, cuando eras muy niño en el jardín de tus abuelos.
Aquí los audios de los ejercicios de contemplación en Hospitalia (Facilitó Pepe) y aquí
los audios del camino iniciado en Valencia (Facilita Pepe)
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