La paz del corazón
Jesús te asegura en el Evangelio que preocupandote por no adelantas nada (Lucas 12, 25-26) intenta más bien aceptar tus limitaciones, tus fragilidades.
Por qué recrearte en lo que te hace daño de ti mismo y de los demás?
Tú conoces la palabra de uno de los primeros testigos de Cristo: «Aunque nuestro corazón llegara condenados, Dios es más grande que nuestro corazón (1 Jn 3,20).
Cristo Jesús no te invita a replegarte sobre ti sino a un sencillo arrepentimiento de corazón. En qué consiste? En ese impulso de confianza que te permite depositar en el tus faltas. Y hete aquí, aliviado, liberado incluso, para vivir intensamente el momento presente, sin dar tregua al desaliento, por saberte siempre perdonado.
Tal vez te digas: «No es posible!».
Cristo ofrece siempre, y otra vez, su compasión. Intuirás así que, aún en los momentos de prueba, tu vida aparece entretejida con á hilos de su perdón.
Fr. Roger de Taizé.
Las Fuentes de Taizé.Dios nos quiere felices. PPC. Madrid, 2006 p. 53
PAZ Y BIEN, Señor Jesús, ten piedad de mi, que soy un pecador
“Ten piedad de mi pobre pecador”…gracias por tu perdón Señor….con mi oración y bendición. P. Juan Cardona
Sabernos amafos es la manera de escapara al desaliento debido a nuestras fsltas y a las de los dema
Espero de Dios, de Jesucristo, el perdón de mis pecados, de mis errores constantes. Pero más que eso, pido la gracia divina para no caer en tentación, ni en el pecado. Para no fallar. Para vivir cristianamente.