La paz del corazón
¿Y usted porque repite el nombre de Jesucristo todo el tiempo? ¿No se aburre?
Al contrario, aburrido estaba de los pensamientos que iban y venían al compás de cualquier viento. Aburrido estaba de la monotonía de los climas de mi ánimo, sostenidos en hábitos viejos, autocompasivos y donde me sentía víctima de todo lo que ocurría.
Bien, pero repetir siempre el nombre no puede ser entretenido.
Es que has de comprender. Lo que llamas entretenerse es ir muriendo de a poco. No se trata de eso, sino de vivir de verdad. Y esa vida verdadera empieza a notarse justo cuando se hace un silencio entre el sinfín de pensamientos. Estamos tan confundidos y equivocados. Hemos creído que el ruido mental es pensar y que esa es nuestra voz. Precisamente es al revés.
Para vivir de veras has de percibir. Para percibir has de estar silente. De otro modo no percibes sino que proyectas una capa de pensamientos sobre lo real. Es una apertura consciente en donde el yo habitual disminuye o se ausenta y permite la presencia de la plenitud que eres y en la que vivimos.
Recuerda aquella iglesia tan antigua y hermosa en el monasterio de… cuando las luces estaban encendidas totalmente, no veíamos la pequeña luminaria que indicaba la presencia del sagrario. En cambio, cuando todo se apagaba y en plena noche, ¡Cuán patente se nos hacía aquella pequeña oquedad sacramentada! Lo que te digo es igual.
Lleva la atención a la entrañable luz que vive cálida en tu corazón. Escucha allí el surgimiento de la voz de Dios en ti. Déjate estar con paciencia. Invoca al amado con aquella suave aspiración que bien conoces. Espera, permanece, calla; vive desde allí, no te dejes apartar de esa consciencia donde eres auténtico.
Nuestra verdadera voz no son las divagaciones incontables sino el nombre de Dios que late en cada uno sin esfuerzo. Esto es verdad, es para todos y esconde el misterio de la serena alegría imperturbable. Pero claro… hemos de perder algunas ilusiones antes de que podamos volver la mirada hacia donde está la luz. Nos hemos habituado mucho a vivir a partir de los reflejos de ella…
¿Has visto que lindo es respirar hondo el aire fresco de la mañana, en un aromático amanecer de primavera? Invocar confiadamente el Santo Nombre de Jesús llega a ser más grato y más vital que esa misma respiración agradecida…
Señor Jesús hijo de Dios, ten compasión de mi, por favor saname de mis pecados 🙏
Quiero participar de las clases de filocalia. Mi correo es: lyamartinezmonte@hotmail.com
Hola! Que bien! Escribe por favor a Eugenio a cursofilocalia@gmail.com
Gracias querido hermano Esteban!!!!..bendito seas!!!
Gracias hermano Mario…Cristo te bendiga!!!
Gracias, Mario, una vez más por compartir.
Bieny bellamente explicado.
Un abrazo invocando el Santo Nombre.
Cristo os cuide.
No puedo estar más de acuerdo. Occidente está perdido, confundido. El Ego campea, hace de las suyas. Tenemos que volver a nuestro interior