Gracias Mariam por este precioso y profundo texto que tanto bien me hace. Son cosas que de una u otra…
La paz del corazón
séptimo texto – Cuaresma 2025
Entonces, para resumir lo que venimos comentando. Lo primero es caer en cuenta, tomar consciencia de la sensación de carencia o de que «algo me falta», en la que vivo con mucha frecuencia. Y advertir cuanto y de que manera esta especie de incompletitud de fondo, se muestra como el motor de muchas actividades, reacciones y conductas que no quisiera realizar. Es de hecho, lo que vive detrás y debajo de toda inquietud, acción presurosa o desasosiego en general.
Al hacerme consciente de esta situación puedo elegir adentrarme en el desierto; es decir, puedo optar por no fugarme mediante alguna cosa o actividad o persona que me sirva de anestesia. Puedo escoger realizar un pequeño acto de quietud o silenciamiento; aunque sea tan solo por unos momentos, me quedo en el presente; vivo así la carencia aparente, me permito ser atravesado por el fuego de la situación. No importa si es ansiedad, aburrimiento, ira, angustia, temor o esa incomodidad difusa que no puedo precisar.
En este breve instante de quietud y silencio consciente, me doy cuenta que yo estoy observando lo que ocurre, tanto fuera de mí, como en mi propia mente y emociones. Me descubro testigo inmóvil de todos los cambios que van sucediéndose ante mi mirada. Al testificar veo una «distancia» entre la incomodidad y el que la observa. Me siento más libre de aquello y por lo tanto con más capacidad para evitar la huida hacia algún analgésico que me adormezca. Estos momentos, son desierto y a la vez, pequeñas muertes a lo compulsivo que quiere dominar.
Esto es permitir que el espíritu se ponga al mando. Esto es agradecer el don del cuerpo y de la mente, pero situándolos en su correcta posición de instrumentos al servicio del hijo de Dios que soy. Esto nos permite, por ejemplo, actuar en consonancia con Cristo, (Juan 8: 1-11) cuando se relaciona con la mujer adúltera y no la condena. ¿Cómo podría yo no condenar a nadie, sin darme cuenta antes del automatismo mental que todo juicio implica?
Cristianismo experiencial y crecer en nuestro nivel de consciencia van juntos. ¿Cómo nos convertiremos y como resucitaremos, sin antes atravesar la dolorosa pasión de hacernos conscientes del sonambulismo que nos aqueja? Hacernos presentes en el medio de nuestra propia vida, en actitud reverente, es sumarnos a la liturgia universal, esa que se oficia de mil maneras en todo tiempo y lugar.
Compartimos dos enlaces y dos vídeos
El 5º domingo de Cuaresma en el blog del padre José Antonio
Reflexión de Hna. Cristina Muñoz para el 5º Domingo
superior!
Gracias. Sí, ese sentimiento de insatisfacción, ese sentimiento de que ¨hace falta algo a nuestras vidas¨, es necesario aceptarlo, meditar, relfexionar, sincerarse con uno mismo y comprender, que poner a Dios al mando, al centro de nuestra existencia, es todo y lo único que necesitamos para tener plenitud.
Saludos desde Monterrey, México.
Gracias por compartir, es un tesoro invaluable
Muchas gracias 🙌🏻