Gracias Mariam por este precioso y profundo texto que tanto bien me hace. Son cosas que de una u otra…
La paz del corazón
son fragmentos, el texto completo debajo
«Esta es una de las grandes interrogantes de todos los tiempos. Es el foco de la primera mitad de la travesía espiritual. Los eruditos y lectores de la Biblia recordarán que en Génesis 3, esta es la pregunta que Dios formula en el momento en que Adán y Eva emprenden la salida hacia el monte luego de su desobediencia. Él les llamó diciendo: “Adán, ¿dónde estás?”. Ellos estaban escondidos entre los árboles del huerto, y Dios los buscaba. Adán dijo: “Oímos tus pasos y tuvimos miedo porque estamos desnudos”. Por lo que Dios le dijo: “¿Cómo supiste que estabas desnudo?”.
Este maravilloso relato de la creación no sólo trata sobre Adán y Eva. En realidad, trata acerca de nosotros. Es una revelación sobre dónde estamos nosotros. La misma pregunta está dirigida a cada generación, época y persona. En cada momento de nuestras vidas Dios nos pregunta: “¿Dónde estás? ¿Por qué te escondes?” Todas las preguntas que son fundamentales para alcanzar la felicidad humana surgen cuando nos hacemos esta angustiante pregunta: ¿Dónde estoy? ¿Dónde estoy en relación a Dios, a mi mismo y a los demás? Estas constituyen las preguntas fundamentales de la vida humana.
Tan pronto las contestamos honestamente habremos iniciado la búsqueda espiritual de Dios, que es también la búsqueda de nosotros mismos. Dios nos pide enfrentar la realidad de la condición humana, salir del bosque a la luz plena de la intimidad con Él. De acuerdo al relato, ese es el estado mental que tenían Adán y Eva antes de la desobediencia. Tan pronto se hicieron conscientes de su separación de Dios, se dirigieron al bosque. Tenían que ocultarse de Dios porque era muy dolorosa la pérdida de la intimidad y de la unión que habían disfrutado con Él en el paraíso.
A veces ayuda ponerle atención a un relato de otra tradición espiritual; al yuxtaponer los dos relatos podríamos obtener un nuevo conocimiento interior. He aquí un cuento sufí que trata sobre la condición humana. Un maestro sufí había perdido la llave de su casa y la buscaba afuera, en el césped. Se puso de rodillas y comenzó a pasar sus dedos sobre cada hoja de hierba. Llegaron ocho o diez de sus discípulos. Le preguntaron, “Maestro ¿qué sucede? Él contestó, “He perdido la llave de mi casa”. Ellos preguntaron, “¿Podemos ayudarte a encontrarla?” Él respondió: “Me encantaría”.
Así que todos se pusieron de rodillas y comenzaron a correr sus dedos por la hierba. A medida que el sol se tornaba más caliente, uno de los discípulos más inteligentes dijo, “Maestro, ¿tienes alguna idea dónde perdiste la llave? El Maestro contestó, “Por supuesto. La perdí en la casa”. Por lo que todos exclamaron, “Entonces, ¿por qué la buscamos aquí afuera?” Él dijo, “¿No es obvio? Aquí hay más luz”. Todos hemos perdido la llave de nuestra casa. Ya no vivimos allí. No experimentamos la inhabitación divina…»
Invitación para el sábado 8 de noviembre
Queridos amigos de la Fraternidad del Santo Nombre, hemos recibido una invitación que mucho apreciamos, desde Extensión Contemplativa Internacional, para asistir a un encuentro con ellos en el ámbito de una de sus capillas virtuales.
Como saben este movimiento dedicado a la difusión, enseñanza y práctica de la oración centrante, en base a la impronta del padre Tomás Keating; tomó contacto con nosotros a raíz de las tres clases que Isabel Castellanos nos ofreciera en el curso de mística cristiana 2025.
Dando lugar al deseo de convergencia y complementación entre grupos afines de espíritu contemplativo, que allí se expresó, ha surgido esta iniciativa y alguna más en fecha posterior que nosotros retribuiremos gustosos. Es así que estamos invitados a participar el día 8 de noviembre a las 8 hs. de Argentina, 12 hs. de España y horarios equivalentes en cada país, a la capilla virtual «Thomas Keating», donde podremos orar juntos y recibir también antes algún comentario sobre esta práctica de oración. La duración estimada del encuentro es de una hora.
Si quieres el enlace escribe a Candelas al +34 620 60 88 59
Siempre lo pensé. La pregunta del Génesis va dirigida a cada uno de nosotros.
Cuando alguien con «autoridad» lo dice, eso ya es otra cosa.
Un abrazo invocando el Santo Nombre
Gracias porque a través vuestro he conocido a Thomas Keating.
Carmen Cecilia