La paz del corazón
Por lo general, una profunda y ferviente mirada a Cristo es la mejor oración: yo le miro y Él me mira…
Pero con el paso de los días todo eso se va apagando y pierdo los propósitos de enmienda…
¿Que sería una conversión profunda? No un cambio de maquillaje, de vestiduras, sino una verdadera transformación del corazón,
Pensamientos y deseos como obstáculo a la percepción de la divina presencia…