«Seréis mis discípulos, porque soy manso y humilde de corazón»

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Queridos amigos…, el centro de la vocación cristiana: es Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, para salvaguardar la creación. Pero la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos. Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades…, En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios… Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos “custodios” de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para “custodiar”, también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas (Lc 6,45): las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura.

Papa Francisco

Homilía del 19/03/2013, Mensaje de inauguración del pontificado.Editrice Vaticana)

3 Comments on “«Seréis mis discípulos, porque soy manso y humilde de corazón»

  1. Tambien ,cuidar al projimo que no equivoque su rumbo su camino ; entonces le hablaremos del evangelio .Esta es la Mision que nos da Jesucristo y nos recuerda el Papa EVANGELIZAR ; en todos los campos para guardar a los demas , para savaguardar la creacion .

  2. NO, NADA QUE DECIR ACERCA DE LO QUE DIJO EL SANTO PADRE. ESPECTACULAR MENSAJE QUE NOS GUIA COMO UN FARO EN UNA NOCHE OSCURA.. GRACIAS A USTEDES Y GRACIAS A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. AMEN.

  3. Hno. Horacio de Jesús Crucificado FMV

    Oh mi bien amado Jesús, enséñame a ser manso y humilde de corazón. Señor, que tu divina palabra llene mi vida de alegría, que permanezca siempre dentro de mi corazón, y que sea la luz que guíe mi caminar hacia la casa del Padre.

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