La paz del corazón
Queridas hermanas/os en Cristo Jesús, esta semana nos concentraremos en el tema de la oración, buscando afianzar la actitud orante que trae lo sagrado a nuestra vida cotidiana. Completaremos esto con la vigilia de 24 horas del próximo domingo 5 de marzo. Un abrazo fraterno para todos.
… en lo que respecta a la búsqueda de la oración incesante, en el camino de La oración de Jesús o de la oración monológica o formas similares de orar que tienden a unificarnos completamente… hay un aspecto que solemos descuidar. Se trata de la actitud de entrega y confianza que necesitamos incorporar a la recitación del Nombre.
Más allá de cualquier método con el que se acompañe la oración; es decir si se respira el nombre, si se atiende al corazón, si tal o cual postura o momento para orar; es decisivo encontrar en nosotros este acto interior devocional, esa adhesión profunda a la acción de la gracia en nosotros. En otras palabras: necesitamos permanecer orando con mucha frecuencia, durante todas las actividades, en una disposición y apertura a ser transformados sin reservas.
En cierto modo es un «vivir muriendo» a nosotros mismos y a nuestras automáticas apetencias; una invocación paciente y perseverante que anhela el propio olvido en pos del recuerdo de Aquel a quién se invoca. Seguir la exhortación «Orad sin cesar» (Ts 5,17) es golpear en todo momento la puerta del propio corazón en busca de la gracia que ya está viviendo allí y que hemos olvidado.
En definitiva, vivir en oración implica el acto de oración explícito junto a una atenta búsqueda de hacer la voluntad de Dios en cada momento. Entrega confiada y oración continua son dos gestos de un mismo acto de amor.
Paz y bien, me gusto esta parte en especial «necesitamos permanecer orando con mucha frecuencia, durante todas las actividades, en una disposición y apertura a ser transformados sin reservas», saludos, Iesus Caritas
Hola Betocua, es un gusto saber de ti, que bueno que te gusten las publicaciones. Un abrazo!
Paz y bien, hermanos, esta pagina del Santo Nombre es un gran regalo, Dios bendiga a su creador y participantes, Iesus Caritas